Málaga, 24 de abril del año de 1848, en el lugar donde pocos meses después se va a inaugurar la plaza de toros que estaba construyendo Antonio María Álvarez, junto al convento de San Francisco, se halla Mr. Arbasu con un ingenio mecánico: un globo con el que va a realizar una ascensión.
La espectación que causó la noticia, motivó que cientos de curiosos malagueños se congregasen en el lugar y sus cercanías para ser testigos de semejante suceso, comentándose entre el público las diferentes impresiones que el evento produjo: asombro en algunos, escepticismo en otros, incredulidad en más de uno, estar al cabo de la calle acerca del tema en los menos. El caso es que la cosa no dejó indiferente a ninguno.
A la hora fijada, tras subir a la canasta, Mr. Arbasu suelta amarras y larga lastre, comenzando el ingenio a elevarse, cada vez más, ante el general asombro y aplauso de los malagueños congregados, los cuales ven como este gana altura y, merced al viento de poniente, tomó rumbo a levante.
Tras recorrer unas leguas, algo falla y el globo cae al mar, frente a la torre de Chilches, con la fortuna de que en las cercanías se hallaba la barca Nº 159 de la matricula del puerto de Málaga, la cual se acercó al globo naufragado, recogiendo a Mr. Arbasu, salvándolo, siendo por esta acción premiado el patrón de dicha barca.
La fuente no proporciona más datos.
IHPMalagueñas
Málaga - 2018
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