El 24 de abril de 1867, en una casa de la calle del Carril, una calle perpendicular de la calle Mármoles, tenía lugar un suceso casi insólito. Es el siguiente.
En dicha calle, no sabemos en cual casa, una muchacha gitana se puso de parto. La verdad es que el parto se presentaba complicado, pues estaba bien gorda, lo que hacía presagiar que venían gemelos o mellizos.
Pero la cosa se puso interesante cuando tras, efectivamente, sacar a la segunda criatura, la partera se dio cuenta de que la cosa no terminaba ahí, no, pues ¡venía otro!
Bueno, pues manos a la obra.
La partera ejerció su oficio nuevamente, en la creencia de que tras esta criatura se acabó la faena, pero,
Tras la extracción de esta cuarta criatura, ya la partera no las tenía todas consigo y, espectante, miraba a ver si venía alguien más, pero no, su faena, realmente, había acabado.
-¡Mare mía de mi alma, ¡cuatro del tirón!-, debió volver a exclamar la partera.
Pero lo más gracioso del caso, es que la joven gitana, que se había casado hacía tan solo dos años, en su primer parto....¡había tenido trillizos!, los cuales vivían aun.
IHPMalagueñas
Málaga - 2018
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