Historia Provincial Malagueña

Amigos visitantes, con estas páginas que siguen pretendo dar a conocer un poco de la riquísima y variada historia del paisaje y del paisanaje de la siempre sorprendente provincia de Málaga.

Espero que les aproveche y gracias por acercarse a estas líneas.

lunes, 11 de diciembre de 2017

CAPTURA DE CINCO BANDIDOS EN CAMPILLOS. 1834.

   Los caminos de la provincia de Málaga sufrieron durante muchos años del pasado siglo XIX el terrible cáncer del bandolerismo y la delincuencia, coincidiendo en muchas ocasiones con conflictos civiles o inestabilidades políticas y sociales. 

   A esto añadir que, en demasiadas ocasiones, el Estado se veía impotente para hacer valer la ley, siendo el indudable celo, profesionalidad y valor de los miembros de los cuerpos de seguridad como la Guardia Civil, los Carabineros y la decidida acción de los individuos de la Milicia urbana de los pueblo los que hacían frente a estos criminales y, en muchas ocasiones, los capturaban y ponían a los pies de la justicia.

   Hoy traemos el caso de la captura de un grupo de esos criminales que tenían atemorizados a los habitantes de la provincia. La acción se desarrolla en el término municipal de Campillos, donde el arrojo y la tenacidad de la Milicia urbana consiguiótras una persecución, dar alcance y detenerlos.

   Para mejor dar cuenta del suceso, nada como la crónica de el que apareció en la prensa del día doce de julio de 1834. recordemos que en esos momentos la situación en España era bastante difícil, pues se estaba desarrollando la Primera Guerra Carlista y en esos momentos de inestabilidad, la acción de los criminales era mayor por la falta de efectivos militares que salieran en su persecución y captura.   

   MALAGA 3 de julio.

   Por aviso oficial del encargado de policía de la villa de Campillos D. Juan Padilla, se ha sabido la importante captura que ha hecho de los criminales José González, vecino del Coronil, gefe de la cuadrilla, Juan Pareja Morales, natural de Arenas y vecino de Iznate, Gabriel Ruiz Servante, natural y vecino de Antequera, desertor del presidio de Melilla, con condena de 10 años y retención por haber andado con Gabriel Navarrete en los años de 25 y 26, Francisco del Valle Arjona, natural de Almárgen y vecino de la Jara, y Francisco García Morales , natural y vecino de Mojácar, provincia de Granada, apoderándose de sus armas y cuatro caballos.


   El celo del encargado Padilla y el valor de los milicianos urbanos de Campillos mandados por el teniente de la misma D. Benito de Anoria, y su decidido vecindario después de una obstinada resistencia desde la casa en que se hallaban los criminales, ha proporcionado tan interesante servicio, librando á los pueblos de Andalucía de los horrores que por tanto tiempo han perpetrado tan conocidos y temibles asesinos, con la sola y sensible desgracia de haber salido herido el valiente cabo de urbanos Juan Pineda.  

   Si todos los pueblos animados de un celo tan meritorio, imitasen la heroica conducta de los valientes de Campillos, en breve se vería el exterminio de los criminales que vagan por éstos paises; y si se hiciesen prontos y ejemplares castigos, no seria dudosa la persecución que todos harían, que por temor de vejaciones, con el reiterado escarmiento que han sufrido, sofocan los nobles sentimientos de los hacendados tan vejados con continuos sacrificios, tan en necesidad de hacerlos, y más interesados que nadie en ver el pronto fin de estos encarnizados enemigos.


   Bien. Una vez presos, fueron puestos a disposición de la justicia, la cual, mientras se determinaba la pena que se les debía aplicar -normalmente la pena de muerte-, fueron encerrados en la cárcel de Campillos, de donde, como es natural, estos criminales intentaron evadirse, lo que consiguieron, aunque fue en vano, porque se les volvió a capturar.

   La prensa del veintinueve de agosto de 1835 lo relató  así:

   La cárcel de Campillos, provincia de Málaga, fué escalada hace pocos dias, quebrantando las prisiones con que estaban en ella asegurados los criminales Fernando Navarro, Gabriel Ruiz y Juan Pareja; pero fueron tan eficaces las disposiciones del Comandante de la Milicia urbana Don Benito Anoria, que se logró volverlos a capturar por una partida de la misma, al mando de cabo D. Juan Rollán.

   Nuevamente la Milicia urbana dio muestras de su profesionalidad, valor y prontitud.
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NOTA: Las fotos, de Campillos, están tomadas del Archivo Fotográfico Temboury. Diputación de Málaga.

IHPMalagueñas
Málaga - 2017

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