VICENTE SANCHO DEL CASTILLO: DIPLOMÁTICO, ESCRITOR Y SECRETARIO (1850 - 1915)
Vicente
Sancho del Castillo nació en la ciudad de Málaga, el doce de julio del año de
1850, hijo del médico cirujano D. Vicente Sancho Gómez y de Dª Elena del
Castillo Blaramberg. Se le bautizó el siguiente día quince en la parroquia del
Sagrario, poniéndosele por nombre, Vicente Luis José Bruno Trinidad Juan
Gualberto. Un poco largo, pero lo ponemos para hacer notar los nombres de Luis
y Juan.
Luis
por su abuelo paterno, Luis del Castillo Estévez, que fue cónsul de España en
la ciudad rusa de Odessa (1804-1824) y Secretario de Estado (1829-1832)
Juan por su bisabuelo materno, Juan (o Jean)
Blaramberg, un holandés al servicio del Gobierno ruso que ocupó puestos de
relevancia en la administración y que realizó importantes trabajos
arqueológicos en las inmediaciones de Odessa, fundando los museos de esa ciudad
y de la de Kerch, siendo su primer director.
Como es obvio, pasó su infancia en la
capital malagueña, quedando huérfano de padre a la edad de cinco años, pues su
padre fue víctima del cólera-morbo que asoló la ciudad de Málaga ese año. Tuvo
una hermana llamada Elena.
Desde pequeño estuvo Vicente oyendo contar a
su abuela, madre y tías historias de países lejanos, como Rusia y Turquía, pues
no en vano tanto su madre como dos de sus tías habían nacido en Rusa, la
primera en Moscú y las segundas en Odessa, mientras que la tercera había nacido
en Constantinopla, así como la estancia en la capital del reino, Madrid,
durante unos años.
Así mismo, la presencia, quizás, en casa de
mapas y atlas de aquellas apartadas regiones y los libros y correspondencia que
de allí vendría, determinaran en el joven el deseo de seguir los pasos de su
abuelo y ejercer la carrera diplomática,
hizo que sus padres le llevaran a un buen colegio donde realizara los
estudios primarios más amplios posibles,
acometiendo materias tales como matemáticas, geografía, literatura e historia y
otros, como los idiomas, destacando de entre ellos el francés, lengua que llegó
a dominar a la perfección, pues joven aun, pasó a Francia a continuar su
formación, lo cual le sirvió posteriormente para realizar la carrera
diplomática, ingresando en ella a finales de noviembre de 1873, pasando en
enero de 1875 a ser agregado sin sueldo en la española en París.
Posiblemente ayudado a introducirse en la alta sociedad parisina
por Zenaida Blaramberg, una hermana de su abuela materna y viuda entonces del
que fue cónsul de España en Francia D. Juan Prat Zea Bermúdez, consiguió llegar
a ser durante un tiempo secretario particular de la reina Isabel II, algo
posible gracias a las relaciones que Zenaida mantuvo con la madre de la reina,
María Cristina
Posteriormente
dejó la carrera diplomática, retornando a Madrid y donde entra al servicio del
duque de Fernán-Núñez, Manuel Falcó y d'Adda Valcárcel, como su secretario
particular, cargo que debió ejercer desde 1881 hasta el fallecimiento del
duque, continuando en ese empleo pero al servicio de la duquesa, María del
Pilar Osorio Gutiérrez de los Ríos, ejerciéndolo hasta su fallecimiento en 1915
Sus labores como secretario particular incluían la gestión de la
correspondencia de los duques, de la agenda, las citas, las entrevistas, la
organización de los actos a los que asistía el duque, las conferencias que
daba, la organización de los viajes, tanto profesionales como particulares
asistiéndole durante el transcurso de los mismos y todo aquello que estuviera
determinado en la agenda del duque, tanto a nivel institucional como
particular.
Compaginándolo con sus obligaciones de secretario, también se dedicó a
la enseñanza de idiomas, particularmente del francés. Así mismo, su trabajo
cerca de los duques de Fernán-Nuñez le hizo viajar con frecuencia a Namur,
ciudad belga donde aquellos tenían intereses y muchas relaciones.
Durante su vida se hizo a creedor
a numerosas condecoraciones y honores, entre los que cabe destacar las cruces
de Isabel la Católica, del Cristo (de Portugal), de la Orden de Leopoldo de
Bélgica, la de Caballero de la Legión de Honor, la de Santa Ana de Rusia (por
su relación familiar con aquel país) y, así mismo, fue Caballero de la Orden de
Carlos III.
Así mismo, fue miembro de la Academia Real de Urbino, Italia
(12-junio-1879), de la Real e Imperial Círculo de Fentano, científico y
literario de Lasino, (Italia), con medalla de oro y de la Academia de ciencias,
bellas artes y nobles artes de Córdoba (abril de 1900).
Como detalles y anécdotas de su vida personal, diremos que heredó de su tías Carolina y María Dolores,
hermanas de su madre, seis mil reales de vellón, cuatro acciones del Banco de
Málaga, tres y media “fanegas de pan sembrar”, en Zafarraya, Granada, y
cuarenta y cinco mil reales de vellón en deuda pública consolidada al 3%.
Así mismo, contrajo matrimonio con Dª. Consuelo de la Llana y Las Heras
(Madrid 1859-?), con quien tuvo cinco hijas: Consuelo, Carolina, María
Magdalena, María del Pilar y María Luisa. Una de ellas contrajo matrimonio con
Joaquín Ramo.
Era un gran aficionado a la música, llegando, incluso a componer o
interpretar alguna obra.
Hallándose en Bélgica y cuando se dirigía, con su familia, desde el
castillo de Daré á Bruselas, advirtió que delante de su coche
circulaba un automóvil conducido por dos monjas. -Buena suerte tenemos, comentó a su familia, en un país tan católico como este, esa compañía es casi un
salvoconducto-
De pronto ocurrió que unos soldados belgas
detuvieron al automóvil de las monjas y para sorpresa y estupor de la familia,
tras una discusión en la que los soldados les ordenaron a las monjas que se
despojaran de los hábitos, bajo estos aparecieron las figuras de dos alemanes, quienes
portaban varias palomas mensajeras, siendo de inmediato detenidos ambos
alemanes.. Recordemos que la Primera Guerra Mundial acababa de estallar.
Falleció en Madrid, a las siete horas del veinticinco de marzo de 1915,
de una pleuroneumonía con insuficiencia cardiaca. No otorgó testamento y vivía en el número ocho
de la calle de San Cosme, distrito de Hospital.
Una
de las facetas de su vida, era la de escritor e intelectual, pues desde joven
mostró una decidida inclinación a expresar literariamente su personal visión
del mundo, ya fuera prosa, ya teatro, ya poesía, publicándolo en diferentes
medios de comunicación y que continuó haciendo a lo largo del tiempo.
Empezó a publicar en Madrid, siendo incluso
redactor de la revista madrileña Los
conocimientos útiles. En un Madrid en el que acudía de
joven y de mayor a diferentes foros de debate y encuentro de intelectuales,
como el Ateneo, donde junto a otros escuchaba las enseñanzas de individuos como
el elocuente Moreno Nieto, y las
controversias habidas entre el Padre
Sánchez y de Revilla, Campillo, Carlos Peñaranda, Fernández Shaw, Ferrari y
otros que daban lectura a sus respectivas producciones literarias e, incluso,
ideológicas.
En
1877, y por poco tiempo, fue redactor y director accidental de la revista El
Folletín, donde publicó algunos trabajos.
Su estancia en París tuvo como resultado una
obra titulada La sociedad de París: tres
bocetos, en los que daba su particular visión de la sociedad que conoció
durante su estancia en esa capital y que dividió en tres capítulos: La gran
dama, El advenedizo y La mujer entretenida.
Tras
esta temporada parisiense, volvió a Madrid donde siguió escribiendo y
publicando, aunque no solamente publicaba en la capital de España, sino que su
Málaga natal veía desfilar por las páginas de la prensa especializada el
producto de su creatividad, como por ejemplo la revista El Folletín, una publicación semanal malagueña sobre ciencia,
literatura, teatro, poesía y demás artes. Así mismo, junto a su amigo Carlos Vieyra de Abreu,
tradujo al español del francés, en 1879, la ópera Poliutto, de Gounod.
También junto a Carlos Vieyra, fue codirector de la
Biblioteca Hispano-Portuguesa, que trataba sobre poetas, novelistas,
historiadores, críticos, escultores, prensa música, etc, de Portugal y fundaron
ese año de 1879.
Así mismo participaba en algunos de los
concursos y certámenes llevados a cabo en Málaga, cosechando algunos éxitos,
como, por ejemplo, el año de 1881, que obtuvo una mención de honor en el
certamen en honor de Calderón de la Barca que celebró en Málaga el Ateneo
Escolar, y en junio de 1886, cuando fue premiado en el certamen convocado
por la Junta Poética Malacitana, junto a Julia Asensi, Abelardo Sancho, Afán de
Ribera, José C. Bruna (primer premio) y otros.
En febrero de 1880, tras haber acogido con
entusiasmo junto a otros amigos, como Carlos Vieyra de Abreu y Francisco de
Paula Chabrán y López, la nueva técnica de estenografía inventada por el abate
Duployé, constituyó en Madrid el Círculo Estenográfico Español, siendo su
primer presidente, a la vez de un Centro
estenográfico, haciendo la presentación pública del mismo el día dos de febrero
de ese año, en el salón de sesiones de la Academia de Jurisprudencia, y el
quince de marzo se fundaba un periódico, El
Estenógrafo, mediante el cual
propagaba públicamente el novedoso sistema.
El
secretario del Circulo, Carlos Vieyra de Abreu, dio cuenta de los trabajos que
se llevaron a cabo desde que se conoció el sistema de Duployé hasta la fecha,
con el objeto de establecer en España una Sociedad que consagrase todos sus
esfuerzos a dar a conocer el conocimiento de la estenografía, a ser posible en
todas las clases sociales, siendo ese el fin principal de la creación de dicho
Círculo.
El presidente, Vicente Sancho del Castillo, tras
la intervención del Secretario, leyó un breve y razonado discurso, haciendo una
reseña del arte estenográfico o taquigráfico, añadiendo que la importancia de
la estenografía ha sido tan grande, y tan necesaria su popularización, que solo
en Alemania se contaban entonces con doscientas cincuenta y tres Sociedades
difusoras de la estenografía y con sesenta y ocho publicaciones periódicas en
taquigrafía. Continuó su discurso haciendo algunas consideraciones para
demostrar las ventajas que ofrecía el sistema Duploye, que era el que adoptó el
Círculo, que era el que se enseñaba oficialmente en las Universidades tanto de
Inglaterra como de los Estados Unidos.
Terminado el acto de presentación del
Círculo, el presidente dirigió al inventor del sistema Duployé el siguiente
despacho telegráfico: «El Circulo
estenográfico español, reunido en su sesión inaugural, envía á V. el testimonio
de su afecto y su más sincera felicitación..»
El
objetivo de la estenografía era la propagación y enseñanza de la técnica de escribir con la misma rapidez con
que se hablaba. En las clases se empleaba el método Duployé, que garantizaba
llegar a escribir 100 palabras por minuto. A cada alumno se le entregaba un
manual al precio de cinco pesetas. En el caso de que el alumno no residiera en
la ciudad de Madrid, podía optar por la enseñanza a distancia, para lo cual se
le remitían los cuadernos de trabajo y a través de la correspondencia tanto las
explicaciones, las correcciones y las dudas. El precio de la matrícula incluía
cinco cartas entre profesor y alumno.
La acogida fue muy favorable y aparte de las
numerosas personas que se inscribieron en el curso, el Ministerio de la Guerra
dispuso que diez individuos de la guarnición de Madrid ingresasen en el Círculo
para realizar el curso.
Las clases empezaron a impartirse el primero
de abril d 1880, en un aula de la academia de D. Carlos Gleizes, que la cedió
generosamente. El curso terminó a finales de junio y se entregaron nueve
diplomas y en diciembre de ese año, en
vista del éxito obtenido y la utilidad pública de la enseñanza de la
estenografía, el Ayuntamiento de Madrid cedió un aula en una de las escuelas
municipales madrileñas. A partir de 1881, empezaron a asistir a las clases
algunos niños.
Aparte
de los ya mencionados Vicente Sancho como Presidente y Carlos Vieyra como
Secretario, se tiene noticia de otros miembros del Círculo, como el matemático
motrileño D. Joaquín Puyana y D. Emilio
Ruiz de Salazar, director de la revista El magisterio español, D. José Rubio y Gettero y D. Romualdo Álvarez
Espino, creadores de un Círculo Estenográfico en Cádiz, D. Rodrigo Sánchez Arjona, en
Extremadura, el ingeniero Sr. Alessandri, en Córdoba, D. Faustino Odriozaola,
en Santander,..
El primer Congreso de
Estenografía celebrado en España tuvo lugar en Madrid, siendo su apertura en la
Exposición del Retiro el día veintiocho de septiembre de 1912 y continuado en la Sala de Taquigrafía del
Congreso.
No
obstante esto, continuó con su labor literaria y publicó en los años siguientes
muchas obras, tanto en Madrid como en Námur, Bélgica, no solo libros, sino
también artículos en revistas literarias y llevó al teatro Lara, de Madrid,
alguna obra suya, siendo interpretada por artistas tales como Balbina Valverde,
Julián Romea y Pedro Arana.
Usaba el seudónimo Pedro Roca y lo usaba preferentemente para su labor de crítico
literario y de comentarista de obras literarias publicadas.
De entre sus obras destacaremos las
siguientes:
- La sociedad de París. Tres bocetos. Precedidos de un prólogo de
Carlos Vieyra de Abreu. Madrid, 1876. Dedicada a Serafín de Torres y Hoyos.
- Memoria y discurso leídos por el secretario y el presidente del Círculo
en el acto de la apertura de curso, verificada el día 2 de febrero de 1881 en
el salón de sesiones de la Academia de Jurisprudencia / Círculo Estenográfico
Español. 14 páginas. Madrid, 1881.
- Baile de trajes en casa de los duques de Fernán-Núñez : 25 de febrero
de 1884 / Apuntes tomados por Vicente Sancho del Castillo y Emilio Bravo y
Moltó. Madrid, 1884. Dedicada a los duues de Fernán-Núñez.
- Tan malo es pasarse como no llegar: monólogo en dos cuadros y en verso
(monólogo dramático). 1884. Dedicada a Enriqueta Pantoja.
- Gilguero, hermanos: juguete cómico en un acto y en verso. 32 págs. Madrid,
1886. Representado por primera vez en el Teatro Lara el 24-4-1886.
- Como me lo contaron te lo cuento. Madrid, 1887. Dedicada a Manuel
Falcó y Osorio, marqués de la Mina.
- María en el Calvario (Poesía. 22 páginas) Madrid, 1889
- La Cruz (Poesía) Madrid, 1893
- Himno a Santa Rita.
Letra de Vicente Sancho del Castillo y música de D. José Gotós y Vives
- El juego ante la verdad, el
derecho y la justicia. 48 páginas. Madrid, 1895. Carta en respuesta a un artículo de D. José
Carlos Bruna.
- Les veritables Grands
d'Espagne: Osius Evêque de Cordove (256-257) : étude histórique. 183
páginas. Namur, 1898. Estudio realizado en Roma, ciudad en la que estuvo
residiendo una temporada.
- ¡Sevilla! ¡Málaga!. 1905
- La lección de Isabelita: monólogo infantil en verso. Namur, 1907.
Dedicada a su hija Magdalena.
- España: cuentos, leyendas, tradiciones. ¿1907?
- Maître Malin, avocat. Sainete infantil. 18 páginas. Namur, 1909
- Le chêne et le roseau. Petit episode dramatique en deux actes pour
enfants. Namur, 1911 o 1912. Obra dedicada a María Fernández de Henestrosa
y Salabert, hija menor de los duques de Santomauro
- Un monsieur decoré. Petite comedie en un acte pour enfants. Namur,
1911.
- Le Lion de Flandra. 94 páginas. Namur, 1912. Episodio histórico
escrito en francés y destinado a los grandes centros de educación de Bélgica.
Está escrito tres actos y en verso y está dedicada al rey de Bélgica.
- L´heritage de la Tante. 1911 o 1912
- L´Etoile de Lucette, monologue pour petites fille. 15 páginas.
Namur, 1913
- Cendrillon, petite féerie en trois tableaux, pour enfants. 44
páginas. Namur, 1913
- Ausencias causan olvido. Comedia en un acto. En 1913 no se hallaba
impresa. Catálogo general.
Colaboró con algunos
periódicos y revistas como:
- El Folletín: 1) Dupuytren, 2)Un recuerdo tragi-cómico, 3) El
Canal Grande en Venecia, 4) Detrás del telón, y 5) Al borde del abismo. Málaga, entre el 10-9-1876 y 3-12-1876.
- El periódico para
todos: La infancia de Bayardo.
18-1-1877
- La ilustración de la
Mujer: Cristina de Pisán. Barcelona,
1 y 15-5-1884 y 8-6-1884.
- Los Dos Mundos: Poema
dedicado a Elisa del Rey, pianista española pensionada por el gobierno español
en París y primer premio del conservatorio de esa capital. Madrid,
18-4-1884.
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Málaga - 2017