#SalvemoselAcueductodeSanTelmo #Malaga
Vio por primera vez la luz en la calle de Parras de la ciudad de Málaga, el veintisiete de abril de 1873, en el seno de una familia con pocos recursos económicos, dado que su padre era sereno y su madre costurera, dos trabajos que no daban para mucho, por lo que debió pasar a ser criado por sus abuelos.
Contaba con nueve años, cuando su padre decidió que tenía la edad suficiente para ser aprendiz, poniéndolo a trabajar con un marmolista, donde permaneció unos años, hasta que con catorce, nos lo encontramos de peón albañil en las grandes obras que se estaban llevando a cabo en la construcción de la nueva calle del Marqués de Larios, bajo las órdenes de José Hidalgo Espíldora, contratista de obras, con quien permaneció durante unos cuantos años, pues se tiene constancia de que con veinte años, este mismo contratista le colocó de encargado en una obra que se estaba realizando en la calle de Cuarteles.
Una de las cosas que no se deben dejar de señalar cuando hablamos de Antonio Baena Gómez, es su capacidad de trabajo y su fuerza de voluntad, pues después de estar trabajado duro durante doce horas diarias, aun tenía tiempo de ir a clases nocturnas de matemáticas y de física, que tanto le servirían después.
El año de 1900 fue el de su matrimonio con Ana María Ruiz Luque.
Siguió trabajando duro tanto en su empleo como en su formación, y fruto de ello fue que, ¡por fin! en 1903 consigue la adjudicación de la contrata de la obra de la casa de Félix Sáenz, a la espalda del bazar de objetos coloniales que Creixell tenía en el Perchel.
Esta obra fue el pistoletazo de salida de su profesión como contratista de obras, actividad con la cual obtuvo su fortuna, siendo el siguiente paso ir a vivir a La Caleta en una casa llamada Villa Buenos Aires, a la que le cambió el nombre por el de Villa Santa Ana, en honor a su esposa.
Hay que hacer notar que su fortuna no le cegó e hizo de el un tirano, pues se sabe que llegó a un acuerdo con la farmacia de Laza para abrir en ella una cuenta en la que cargar el importe de las medicina que sus empleados y familia consumieran. Así mismo, y tras las correspondientes conversaciones con los responsables, ordenó que en el asilo de Nuestra Señora de los Ángeles se levantara un pabellón, pagado de su bolsillo, pabellón que también recibió el nombre de Santa Ana. Fue Presidente de la Junta del Asilo.
Su buen hacer consiguió llevarle a ser contratista del Ayuntamiento malagueño y, así, obtuvo las obras del nuevo Ayuntamiento, de la cochera de los tranvías, de la estación de suburbanos en el Puerto, y como contratista particular obtuvo las contratas de las obras de la Casa de la Misericordia, el edificio del Banco Hispanoamericano de la alameda Principal, la Fábrica de Tabaco situada en el barrio de Huelin, las casas de Félix Sáenz en el Paseo de Reding,...
Siendo hermano de la Cofradía de la Sangre, le incorporó a esta la imagen de la Virgen de Consolación y Lágrimas que tenía en su domicilio, a la vez que hacía de esta Cofradía la más lujosa de las que en Málaga se procesionaban. Este interés por la Semana Santa malagueña, le llevó a que tras constituirse el veintiuno de enero de 1921 la Agrupación de Cofradías, fuese elegido como su primer presidente, cargo que ocupó por un periodo de catorce años. Por su labor, el rey Alfonso XIII le concedió a su Cofradía el título de Real.
Hombre monárquico pero liberal se presentó a una concejalía en el Ayuntamiento, la que obtuvo para los años de 1922 y 1923. El diecisiete de junio de 1926, fue nombrado Hijo Predilecto de Málaga y el cinco de abril de 1928 recibe la Medalla del Trabajo.
Pero llegaron los días de la quema de iglesias y conventos y durante estos sucesos enfermó e incluso debió exiliarse en el cercano Gibraltar, pues su vida corrió serio peligro, como las de muchos otros malagueños en aquellos días en que la locura se adueñó de las calles. A su regreso, ya solo se dedicó a sus negocios y a una vida tranquila en Villa Santa Ana...hasta el estallido de la Guerra Civil.
Efectivamente, durante los primeros días de la Guerra Civil fue obligado a abandonar su casa, siendo esta pasto de las llamas, pasando nuestro hombre a alojarse en el hotel Limonar, pero ello no fue óbice para que fuese arrestado por los milicianos, los cuales en la madrugada del veintidós a veintitrés de agosto, hallándose en estado febril, fue sacado del hotel y, junto a otros individuos, llevados a las tapias del cementerio de San Rafael, donde fue fusilado con los demás desgraciados.
Hoy, sus resto, se hallan depositados en una cripta de la Catedral, llamada de los Caídos. Así mismo, existe una calle rotulada con su nombre en el centro de Málaga, entre la calle de Martínez y la de Alarcón Luján y hay editado un libro sobre su vida, escrito por su nieto, Juan José Salinas Baena. El título es: Antonio Baena Gómez. Constructor de sí mismo.
NOTAS: Para la realización de este artículo, nos hemos valido de la siguiente documentación:
- Enciclopedia del callejero malagueño, p. 71, de MÉRIDA, Domingo.
- Revista La Unión Ilustrada, 7-1-1912, página 12 y 5-4-1928, página 15.
- Revista Mundo Gráfico, 31-8-1927, página 12.
- Revista ilustrada. Órgano regional del Turismo, página 20. Agosto de 1927.
- Revista de aeronáutica y astronáutica: Número 651 - marzo 1996, página 230.
IHPMalagueñas
Málaga - 2018
Contaba con nueve años, cuando su padre decidió que tenía la edad suficiente para ser aprendiz, poniéndolo a trabajar con un marmolista, donde permaneció unos años, hasta que con catorce, nos lo encontramos de peón albañil en las grandes obras que se estaban llevando a cabo en la construcción de la nueva calle del Marqués de Larios, bajo las órdenes de José Hidalgo Espíldora, contratista de obras, con quien permaneció durante unos cuantos años, pues se tiene constancia de que con veinte años, este mismo contratista le colocó de encargado en una obra que se estaba realizando en la calle de Cuarteles.
Una de las cosas que no se deben dejar de señalar cuando hablamos de Antonio Baena Gómez, es su capacidad de trabajo y su fuerza de voluntad, pues después de estar trabajado duro durante doce horas diarias, aun tenía tiempo de ir a clases nocturnas de matemáticas y de física, que tanto le servirían después.
El año de 1900 fue el de su matrimonio con Ana María Ruiz Luque.
Siguió trabajando duro tanto en su empleo como en su formación, y fruto de ello fue que, ¡por fin! en 1903 consigue la adjudicación de la contrata de la obra de la casa de Félix Sáenz, a la espalda del bazar de objetos coloniales que Creixell tenía en el Perchel.
Esta obra fue el pistoletazo de salida de su profesión como contratista de obras, actividad con la cual obtuvo su fortuna, siendo el siguiente paso ir a vivir a La Caleta en una casa llamada Villa Buenos Aires, a la que le cambió el nombre por el de Villa Santa Ana, en honor a su esposa.
Hay que hacer notar que su fortuna no le cegó e hizo de el un tirano, pues se sabe que llegó a un acuerdo con la farmacia de Laza para abrir en ella una cuenta en la que cargar el importe de las medicina que sus empleados y familia consumieran. Así mismo, y tras las correspondientes conversaciones con los responsables, ordenó que en el asilo de Nuestra Señora de los Ángeles se levantara un pabellón, pagado de su bolsillo, pabellón que también recibió el nombre de Santa Ana. Fue Presidente de la Junta del Asilo.
Su buen hacer consiguió llevarle a ser contratista del Ayuntamiento malagueño y, así, obtuvo las obras del nuevo Ayuntamiento, de la cochera de los tranvías, de la estación de suburbanos en el Puerto, y como contratista particular obtuvo las contratas de las obras de la Casa de la Misericordia, el edificio del Banco Hispanoamericano de la alameda Principal, la Fábrica de Tabaco situada en el barrio de Huelin, las casas de Félix Sáenz en el Paseo de Reding,...
Inicio de las obras del nuevo edifico del Ayuntamiento
Siendo hermano de la Cofradía de la Sangre, le incorporó a esta la imagen de la Virgen de Consolación y Lágrimas que tenía en su domicilio, a la vez que hacía de esta Cofradía la más lujosa de las que en Málaga se procesionaban. Este interés por la Semana Santa malagueña, le llevó a que tras constituirse el veintiuno de enero de 1921 la Agrupación de Cofradías, fuese elegido como su primer presidente, cargo que ocupó por un periodo de catorce años. Por su labor, el rey Alfonso XIII le concedió a su Cofradía el título de Real.
Hombre monárquico pero liberal se presentó a una concejalía en el Ayuntamiento, la que obtuvo para los años de 1922 y 1923. El diecisiete de junio de 1926, fue nombrado Hijo Predilecto de Málaga y el cinco de abril de 1928 recibe la Medalla del Trabajo.
El Alcalde de Málaga imponiéndole la Medalla del Trabajo
Pero llegaron los días de la quema de iglesias y conventos y durante estos sucesos enfermó e incluso debió exiliarse en el cercano Gibraltar, pues su vida corrió serio peligro, como las de muchos otros malagueños en aquellos días en que la locura se adueñó de las calles. A su regreso, ya solo se dedicó a sus negocios y a una vida tranquila en Villa Santa Ana...hasta el estallido de la Guerra Civil.
Efectivamente, durante los primeros días de la Guerra Civil fue obligado a abandonar su casa, siendo esta pasto de las llamas, pasando nuestro hombre a alojarse en el hotel Limonar, pero ello no fue óbice para que fuese arrestado por los milicianos, los cuales en la madrugada del veintidós a veintitrés de agosto, hallándose en estado febril, fue sacado del hotel y, junto a otros individuos, llevados a las tapias del cementerio de San Rafael, donde fue fusilado con los demás desgraciados.
Hoy, sus resto, se hallan depositados en una cripta de la Catedral, llamada de los Caídos. Así mismo, existe una calle rotulada con su nombre en el centro de Málaga, entre la calle de Martínez y la de Alarcón Luján y hay editado un libro sobre su vida, escrito por su nieto, Juan José Salinas Baena. El título es: Antonio Baena Gómez. Constructor de sí mismo.
NOTAS: Para la realización de este artículo, nos hemos valido de la siguiente documentación:
- Enciclopedia del callejero malagueño, p. 71, de MÉRIDA, Domingo.
- Revista La Unión Ilustrada, 7-1-1912, página 12 y 5-4-1928, página 15.
- Revista Mundo Gráfico, 31-8-1927, página 12.
- Revista ilustrada. Órgano regional del Turismo, página 20. Agosto de 1927.
- Revista de aeronáutica y astronáutica: Número 651 - marzo 1996, página 230.
IHPMalagueñas
Málaga - 2018