Al igual que la entrada anterior, estas que paso a exponer, son unas anotaciones tomadas el día diez de marzo de 2011, el día de la toma de posesión como académico correspondiente en Madrid, del Sr. D. Hugo O´Donnell y Duque de Estrada.
Las traigo a este blog en la consideración de que se nos informa de una serie de acontecimientos que fueron de capital importancia para la provincia de Málaga y que hoy, ciento cincuenta y siete años después, mercen ser recordadas, aunque sea de forma telegráfica, como lo va a ser aquí.
Un saludo.
Hola nuevamente.
Ayer tarde tuve la ocasión de asistir en el Salón de los Espejos del
Ayuntamiento de Málaga, al nombramiento como Académico Correspondiente
en Madrid de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga,
del Excelentísimo Señor Don Hugo O´Donnell y Duque de Estrada, eminente
abogado, Comandante de Infantería de Marina retirado y Duque de Tetuán
e historiador de reconocido prestigio, el cual leyó su discurso de
ingreso, titulado ¿Por qué recordar a O´Donnell en Málaga?
En dicho discurso se pone de relieve no solo la biografía militar del
prócer, si no que también la figura y la obra del Excelentísimo e
Ilustrísimo Señor Don Leopopldo O´Donnell y Jorris, figura de la máxima
trascendencia militar, política, económica y social del siglo XIX
español, y extendiéndola a la relación de este ilustre español con la
ciudad de Málaga, con especial mención a la llegada del ferrocarril a
nuestra provincia malagueña, hito, sin lugar a dudas, de importancia
capital, así como la identificación de Málaga con la política exterior
española y la Guerra de África de 1859-1860, guerra en la que la ciudad y
sus hijos destacaron y sobresalieron.
Escudo de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo - Málaga
Fue un discurso brillante, ameno, emotivo y que -por lo menos a misi- cautivó la atención del concurrido personal que acudió al evento con el ágil verbo del exponente, su amenidad en la exposición y la calidez de su actitud.
Le presentó y le respondió un académico, D. Manuel Checa Olmedo, al
que unían lazos de amistad con el ponente, lazos que se remontaban a los
abuelos de ambos, adquiriendo con ello mayor emotividad y sentimiento
al acto, contribuyendo así a darle una mayor y mas cálida dimensión
humana a un momento académico como aquel.
Tras la alocución del académico, el Señor Alcalde de Málaga pronunció
unas breves palabras de elogio tanto del personaje histórico como del
nuevo Acedémico. Tras esto, el acto pasó a ser una reunión mas familiar
que académica, pues allí presentes se hallaban numerosos miembros de
la familia del ponente.
Me fui satisfecho de haber asistido.
Post Data: Como algo anectdótico ocurrido antes del acto y antes de marchar, me sucedió lo siguiente:
Antes del discurso del Señor O´Donnell encontré a una señora mayor, enérgica y decidida, muy conocida por mi y al marido de otra señora, bastante mas joven y unidos ambos por lazos de parentesco muy próximo, vamos que son familia en primer grado, al cual no conocía y que me dejó una muy grata impresión.
La honorable señora me dijo que tenía que hablar conmigo porque, según
ella había yo puesto cosas en internet -en mi página- que no se
ajustaban totalmente a la realidad, poniéndome como ejemplo el que mi
padre no fue un emigrante, sino que con unas cartas proporcionadas a
través del Cónsul del Brasil,el Ilustrísimo Señor Don Raul Vachias
-que me corrija la señora si me equivoco- se le nombraba representante
para Brasil, Colombia, Cuba, Haití, Santo Domingo y Venezuela de la
empresa vitivinícola malagueña Manuel Egea & Compañía, Propietarios -
Exportadores y con el cometido de visitar todas las relaciones
comerciales de la empresa en dichos países e incrementar el número de
clientes. El empleo era fabuloso y prometía un futuro espléndido.
Dios, en sus inescrutables designios, dispuso que no se llevaran a efecto esos fantásticos proyectos y mi padre se convirtió en un emigrante más
entre los muchos miles que en España hubo en esos años, mujeres y varones que se marcharon de España con una mano delante y otra detrás, pero con un equipaje repelto de sueños, esperanzas, ilusiones y nostalgias y penas.
Nunca dijo mi padre que no lo fuera, ni dijo que se dedicara a otra cosa que a lo que en realidad se dedicó, siendo testigo de ello mi señor tío Don Jose Antonio, que estuvo también en Venezuela por aquellos años, viendo con muchísima frecuencia a su hermano, mi padre, quien siempre llevó a gala su emigración y su profesión.
Nunca dijo mi padre que no lo fuera, ni dijo que se dedicara a otra cosa que a lo que en realidad se dedicó, siendo testigo de ello mi señor tío Don Jose Antonio, que estuvo también en Venezuela por aquellos años, viendo con muchísima frecuencia a su hermano, mi padre, quien siempre llevó a gala su emigración y su profesión.
También comentó el señor que con la señora iba, que determinadas
afirmaciones mías vertidas en mi página no podía ponerlas tal cual,
pues no estaban contrastadas con la otra parte y yo, desde aquí, le
comento, y de camino le invito, que puede expresar su opinión en la
misma página, donde hay un apartado para hacer comentarios y opinar.
Evidentemente yo solo puedo poner una opinión, porque solo soy una persona individual, pero invito a todos cuantos quieran a expresarse libremente en mi página, opinión que, además, pueden hacer anónimamente.
Evidentemente yo solo puedo poner una opinión, porque solo soy una persona individual, pero invito a todos cuantos quieran a expresarse libremente en mi página, opinión que, además, pueden hacer anónimamente.
No quiero aburrir mas al los hipotéticos lectores con una anécdota que, posiblemente, encontrarán inadecuada o inapropiada para el objeto de esta entrada, pero que no me he resistido a poner. De modo que, de momento, aquí lo dejo.
Mis máximos respetos a la honorable señora y un muy cordial saludo -y respetos- al señor que ayer tuve la suerte de conocer y que sé que no hará nada por conocerme más. Las cosas.
IHPMalagueñas
Málaga - 2017