CAMINO MOZÁRABE DE SANTIAGO: ALMOGÍA - PRIMERA PARTE.

   Hola.

   En principio el Camino Mozárabe de Santiago en su trayecto desde la ciudad de Málaga, debería empezar en la iglesia parroquial de este santo, situada en la calle de Granada. En su defecto e igual de válido es empezar el camino en el momento que sales de tu casa para realizarlo.

   Bien, nosotros lo vemos a empezar en la Junta de los Caminos, a unos diez kilómetros de Málaga, mayormente para ahorrarnos hablar de un trayecto eminentemente urbano y que aparte de algún punto de interés, nada realmente importante nos va a aportar.

   No vamos a hablar sobre el porqué de este Camino. Para eso hay infinidad de documentación que lo explican correctamente y, desde luego, mucho mejor que nosotros, que lo que vamos a hacer es mostrar imágenes de este Camino, de los campos por los que discurre y de los pueblos y ciudades que atraviesa.

   Pretendemos únicamente hacer un reportaje gráfico de el, dando algunas breves explicaciones cuando corresponda.

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   Así pues, una vez dejado atrás la Junta de los caminos y recorriendo el arroyo de Piedra Horadada, que si está seco andaremos por él para evitar la carretera y al final de él entraremos en el cauce del río de Campanillas y veremos un puente, que es de la carretera A-7058.

   El carril arranca a la altura de la derecha de este puente, por el que empezaremos a circular. Tras pasar algunas fincas nos encontraremos a la derecha el núcleo de población de Los  Núñez.  

A lo lejos, la Junta de los Caminos

   Continuando el camino, pasamos por alguna finca y antes de llegar al núcleo de población de los Suizos, nos encontraremos a la derecha un pozo, a cual hemos llamado Pozo de las Ranas, por habitar estos urodelos en el.

El "Pozo delas Ranas" 

   Tras pasar este núcleo de población, como a unos 600-700 metros nos encontramos con otro llamado Los Ruices y tras pasar este, cruzamos un arroyo, el de Los Olivos y enfrente continúa el Camino, que subiremos y pasaremos junto a las ruinas de un antiguo lagar donde, según nos contó un lugareño, se produjeron unos trágicos sucesos con ahorcamientos incluidos.

   Continuamos nuestro camino encontrándonos algunas construcciones en ruinas y en uso. Por el camino las flechas amarillas y las señales nos acompañan, así como un cerro parecido al de San Antón, que aparece de pronto ante nosotros anunciándonos la proximidad de Almogía, pueblo que al final divisaremos desde una altura, ya próxima a él.

   En el transcurso del camino encontramos árboles majestuosos que se asoman curiosos a ver el paso de los peregrinos, mientras que las señales impiden que el caminante se pierda por esos campos inmensos llenos de olivos, almendros, jaras, lentisco y otros árboles y arbustos, mientras que desde las alturas alguna rapaza observa nuestro caminar.

   Bien, ya por fin se ve Almogía, asomando blanca y pura por entre los montes y bajo un espléndido cielo azul que parece querer mostrar su mejor color al caminante, animándolo a apresurarse a llegar a esta localidad y disfrutar de sus empinadas calles, de sus casas y de una -o dos, o tres- cervezas fresquitas que apague la sed.

   Por fin, tras bajar la última cuesta que conduce al camino, salimos a una carretera, la cruzamos y entramos al pueblo, subimos unas calles y ¡ya estamos en Almogía! ¡ya hemos cubierto una nueva etapa! ¡ya falta menos para Santiago de Compostela!

CONTINÚA EN LA SEGUNDA PARTE

IHPMalagueñas

Málaga - 2017