Noticia: Oleada de secuestros.
El secuestro de personas acomodadas para pedir por su rescate elevadas y, a veces, desorbitadas sumas de dinero -algo muy frecuente desde hacía años en la provincia de Málaga- continuaba en la fecha de la noticia, según nos informa el periódico malagueño.
El secuestro de personas acomodadas para pedir por su rescate elevadas y, a veces, desorbitadas sumas de dinero -algo muy frecuente desde hacía años en la provincia de Málaga- continuaba en la fecha de la noticia, según nos informa el periódico malagueño.
El citado periódico da cuenta de tres casos de secuestros llevados a cabo en la provincia de Málaga en el mes de julio.
Principia relatándonos un hecho que tuvo consternada, espantada y atemorizada a una familia de esta ciudad mediterránea.
Según nos cuenta el periódico, el hijo único de unas personas de posición desahogada -el hijo del señor Campos, capitalista de Málaga- fue raptado en una hacienda de campo donde se encontraba con sus padres pasando unas jornadas de descanso. A los pocos días recibieron de los criminales la notificación de que si querían volver a verlo vivo, deberían pagar por su rescate una elevada suma de dinero.
Según nos cuenta el periódico, el hijo único de unas personas de posición desahogada -el hijo del señor Campos, capitalista de Málaga- fue raptado en una hacienda de campo donde se encontraba con sus padres pasando unas jornadas de descanso. A los pocos días recibieron de los criminales la notificación de que si querían volver a verlo vivo, deberían pagar por su rescate una elevada suma de dinero.
Pero lo que ha resultado mas escandaloso del suceso, ha sido que los autores del delito usaron para perpetrarlo disfraces, con los que se presentaron en la hacienda como guardias civiles que iban buscando a un reo. ¿Como se hicieron con esos disfraces?
¡¡¡Ta, ta, ta, chán!!!
Hasta ahora no ha sido posible hallar al joven, por mas pesquisas que se han estado realizando, no perdiéndose, sin embargo, la
esperanza de encontrarle, y vivo, por la actividad que habían desplegado las autoridades desde
el mismo momento en qué se tuvo noticia del secuestro, e incluso se había mandado ya a un
fiscal militar al lugar donde tuvo lugar el suceso, el cual ha empezado a instruir las
primeras diligencias.
El segundo secuestro tuvo lugar en una hacienda distante como a media legua de la localidad de Teba, de donde se han llevado también los bandidos a D. Juan Rivas, propietario, y por el cual piden los criminales por su rescate la cifra de 40.000 rs, ni mas ni menos.
Y ya, por último, la tarde del pasado día 20, fue secuestrado como a una distancia de, mas o menos, medio cuarto de legua de la ciudad de Ronda, el Sr. D. Juan Ropero Reguera, individuo que gozaba de excelente posición económica y vecino de la misma ciudad serrana.
Parece ser que fueron dos los individuos que se
apoderaron de su persona en el momento del secuestro, reuniéndose posteriormente con otros
diez forajidos que los aguardaban en un olivar cercano, tras lo cual pidieron a su familia
por su rescate la friolera de 12.000 duros.
¡Ahí es ná 😮!
Se hicieron votos para desear, y esperar, que los bandidos criminales que de manera tan impune cometían toda clase de tropelías y salvajadas fuesen juzgados con la máxima severidad que
imponían las leyes de entonces, devolviendo la tranquilidad a los habitantes de los pueblos. O sea, que fueran pasados por las armas o ahorcados.
Pero posteriormente, en agosto, se supo lo siguiente:
Que habiendo sido puesto por los secuestradores en una sima de cuarenta varas de profundidad, permaneció en ella por espacio de diecisiete días, durante los cuales estuvo sin recibir por todo alimento en cada uno de ellos más que cuatro o cinco ciruelas y un pedazo de pan, habiéndose pasado alguno aun sin eso y, además, privado de agua hasta el punto de verse obligado a lamer la roca para poder calmar la sed con la humedad que por sus paredes se filtraba.
El pobre D. Juan hubiera perecido víctima de la necesidad, el hambre o la desidratación si no hubiera sido salvado gracias al valor y extremada caridad del abogado D. Luis de Fuentes, un vecino de Campillos, que despreciando el peligro se arrojó a la sima, logrando salvarlo.
La Reina, enterada de acción tan generosa y valerosa, mandó de inmediato y sin dudarlo un instante se le dieran las gracias en su Real nombre al abogado D. Luis de Fuentes, disponiendo al mismo tiempo, que se publicase en la Gaceta para que le sirviera a modo de recompensa y de reconocimiento público. (Gaceta núm. 1682, agosto de 1857). Debía ser un elemento de cuidado el tal abogado D. Luis de Fuentes.
Así eran entonces las cosas. En cualquier caso los bandidos no eran precisamente unos angelitos. Eran bastante salvajes y crueles.
Pero posteriormente, en agosto, se supo lo siguiente:
Que habiendo sido puesto por los secuestradores en una sima de cuarenta varas de profundidad, permaneció en ella por espacio de diecisiete días, durante los cuales estuvo sin recibir por todo alimento en cada uno de ellos más que cuatro o cinco ciruelas y un pedazo de pan, habiéndose pasado alguno aun sin eso y, además, privado de agua hasta el punto de verse obligado a lamer la roca para poder calmar la sed con la humedad que por sus paredes se filtraba.
El pobre D. Juan hubiera perecido víctima de la necesidad, el hambre o la desidratación si no hubiera sido salvado gracias al valor y extremada caridad del abogado D. Luis de Fuentes, un vecino de Campillos, que despreciando el peligro se arrojó a la sima, logrando salvarlo.
La Reina, enterada de acción tan generosa y valerosa, mandó de inmediato y sin dudarlo un instante se le dieran las gracias en su Real nombre al abogado D. Luis de Fuentes, disponiendo al mismo tiempo, que se publicase en la Gaceta para que le sirviera a modo de recompensa y de reconocimiento público. (Gaceta núm. 1682, agosto de 1857). Debía ser un elemento de cuidado el tal abogado D. Luis de Fuentes.
El brazo armado de la Ley. ¡Viva la Guardia Civil! |
IHPMalagueñas
Málaga - 2017
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