Nació nuestro hombre en la ciudad de Antequera, el año de 1887. De él podemos decir que de su mano vino la gran renovación de la escultura procesional, acaecida en las dos primeras décadas del pasado siglo XX.
En dicha escuela fue alumno del
escultor José Pérez Cid, José Nogales Sevilla y César Álvarez Dumont, quienes
influyeron decisivamente sobre el carácter artístico de nuestro hombre. Al
mismo tiempo que se forma en la Escuela, asistió a los talleres de los hermanos
Casasola, tallistas.
Para 1903 cosecha su primer
triunfo, al recibir una mención honorífica en Granada, tras lo cual marcha a
Madrid en 1904, donde contactó con el escultor arriateño (Arriate, Málaga) Enrique Marín Higuero. En la
Villa y Corte continuó sus estudios, siendo alumno del pintor malagueño Joaquín Capulino Jáuregui, y de Julio Sansó, pasando luego a estudiar en Escuela Superior de
Escultura, Pintura y Grabado de San Fernando, dirigida por Antonio Muñoz
Degrain, teniendo de maestros de modelado a Mateo Inurria y Aniceto Marinas.
Panteón de la familia Félix Sáenz |
La progresión en su formación le
animó a presentar obras a la Nacional de Bellas Artes de los años de 1906 y de
1908, donde obtuvo sendas menciones, volviendo este último año a su Antequera
natal, donde se hizo cargo de esculpir la estatua que se iba a dedicar al héroe
antequerano y español Vicente Moreno Baptista, más conocido como Capitán
Moreno, estatua que iba a ser fundida en bronce, material que iba a
proporcionar el Ejército, pero por diversas circunstancias, dicha estatua no
fue terminada para 1910, año del centenario de la muerte del héroe Capitán
Moreno, no ocurriendo su inauguración hasta 1920. Por este hecho recibió la
Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco.
En 1912 contrajo matrimonio con
Purificación Burgos Fernández, con quien el 1918 se trasladó a la ciudad de
Málaga, donde abrió un taller en la calle Cobertizo del Conde y que fue su
lugar de trabajo hasta su fallecimiento.
Estatua al capitán Vicente Moreno Baptista |
A partir de este momento realizó
para el arquitecto Fernando Guerrero-Strachan toda una serie de ornamentaciones
que el arquitecto incluyó en sus edificios, como los realizados para la fachada
del edificio del Ayuntamiento malacitano entre 1917 y 1919.
Su producción escultórica abarcó
varios campos, tanto en el plano civil como religioso, de los que merece
destacar lo siguiente:
- rehabilitación del retablo del altar mayor de la iglesia de los
Trinitarios, de Antequera, que había sido incendiado en 1931,
- imagen de la Piedad, labrada para la cofradía del mismo nombre, en
Málaga, obra escultórica hoy desparecida y que volvió a labrar su hijo Francisco
Palma Burgos. La cara de la Piedad de Francisco Palma padre estaba inspirada en
su hija Pura,
- monumento a las víctimas del incendio de la Aduana, en Málaga,
- monumento al poeta Salvador Rueda, en Málaga,
- monumento al capitán Vicente Moreno Baptista, en Antequera,
- las cariátides que ornan el panteón de la familia de Félix Sáenz, en
Málaga, donde para una de las figuras femeninas que allí representadas se
inspiró, al igual que en la Piedad, en su hija Pura,
- un mausoleo de la Línea de la Concepción, en Cádiz.
- decoración de la Casa Bouderé, de Antequera,
- monumento al Sagrado Corazón, en Antequera, con pedestal de mármol blanco
diseñado por Daniel Rubio. Esta imagen fue modelada en la antigua iglesia de la
Aurora, en Málaga, aunque se fundió en Madrid, en los talleres Codina Hermanos.
A esto, hay que añadir sus
intervenciones en retablos, tronos y otro patrimonio religioso que se logró
salvar de los incendios de iglesias y conventos del año 1931.
Frontón del Ayuntamiento de Málaga |
Fue académico de la Academia de San Telmo. Desde 1920 fue profesor Modelado de la Escuela de Artes y Oficios de San Telmo. Este año y en sesión extraordinaria del consistorio antequerano de ocho de diciembre, fue nombrado Hijo Predilecto de la Ciudad de Antequera, lo cual apareció reflejado en la prensa local de la siguiente manera:
" Petición de recompensas.
El señor León Motta solicita de la
Corporación que se nombre hijo predilecto de la ciudad al artista señor Palma e
hijo adoptivo al señor Rubio, asi como que se solicite una recompensa para ambos,
del ministerio de la Guerra, y así fué acordado por unanimidad."
Falleció en la ciudad de Málaga, el diecinueve de diciembre de 1938. A los pocos días de su fallecimiento, el periódico antequerano El Sol de Antequera, publicón una nota necrológica, la que a continuación sigue:
" Paco Palma ha
muerto
Un sentimiento de dolor profundo nos embarga al trazar
estas líneas que quisieran reflejar en toda su intensidad el estupor, primero,
y el pesar hondo y sincero que, después, con la conformidad de lo irreparable,
nos ha producido la noticia de la repentina muerte de nuestro paisano don
Francisco Palma García. No por ser ley inexorable el fin de la vida del hombre
hemos de resignarnos sin trabajo ante la muerte de una persona querida o
apreciada por sus cualidades, menos aún cuando la hora fatal se precipita sin
un aviso, sin una previa preparación que va llevándonos la conformidad ante lo
irremediable.
Así, como un golpe inesperado, recibimos el
martes la triste nueva de que la muerte había arrebatado para siempre a quien
todos llamábamos familiarmente Paco Palma, no ya porque le teníamos como amigo
entrañable por afecto antiguo que emanaba de una simpatía personal característica
en él, sino porque, además, se trataba de un hombre al que admirábamos
esencialmente por sus cualidades artísticas. No es, pues, solamente la pérdida
del amigo la que lloramos, sino la desaparición de quien como escultor, ha
dejado en la vida del arte honda huella y al crearse un prestigio por sus
propios méritos, honró a Antequera y aún esperábamos que podía gloriarla con
nuevas y geniales manifestaciones de su talento.
Precozmente había dado muestras de éste y
ello le valió la ayuda oficial para desarrollar sus dotes con el estudio y la
práctica. Múltiples producciones, no ya escultóricas, sino de imaginería y pintura
decorativa, cimentaron su justo renombre.
Antequera conserva y conservará con cariño y
admiración bastantes de sus trabajos; pero sobre todo Málaga, donde desde hace
años residía, le debe, además de numerosos y diversos trabajos artísticos, una
aportación valiosísima en el prestigio que alcanzaron en ella las procesiones
de Semana Santa.
Paco Palma, que llevaba allí con un genuino
sentimiento artístico una inspiración formada en las características de las
tradicionales procesiones de Antequera, fué un colaborador inapreciable para
las Cofradías malagueñas, en cuyo renacer trabajaba ahora con un renovado
entusiasmo después de haber visto destruidas una de las mejores de sus obras,
«La Piedad», y tantas otras y ornamentos en que él había puesto sus manos o su
dirección.
Paco Palma, que sufrió también persecución y
encarcelamiento en el período rojo malagueño, escapó a la muerte de milagro,
entonces. Ahora, Dios ha querido
arrebatárnoslo; pero nos queda el consuelo de que su talento y dotes artísticas
tendrán digno continuador en el hijo que ya era su colaborador apreciado y en
el que tenía puestas todas sus esperanzas.
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La muerte de Paco Palma ha
sido muy sentida en su patria chica, como en Málaga. Al sepelio, que se
verificó en nuestra capital el miércoles, concurrieron todas las autoridades y
representaciones oficiales, así como de la Agrupación de Cofradías, Academia de
San Telmo y Escuela de Bellas Artes, a las que pertenecía el finado.
En paz descanse éste, y reciban tanto su
viuda como sus hijos y demás familia el testimonio de nuestro muy sentido
pésame."
Nota: las fotos han sido obtenidas en diferentes páginas de internet.
IHPMalagueñas
Málaga - 2021
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