Habiéndose
fugado el dieciocho de octubre de 1792 del hospital militar de Atarazanas, en
Málaga capital, los presos Cristóbal de León, Fernando Gallardo, Ignacio Ascón,
Carlos de Arce, Juan Morena, José Baena y Juan de Mata Nanclares, el Jefe
encargado de solucionar el asunto de la búsqueda y detención de los fugados, el
Coronel Ramón de Monsalve y Pabón, y en su nombre José de Velasco Dueñas, se enviaron cartas a los Ayuntamientos de las
localidades de origen de dichos individuos para prevenirles del asunto y
solicitarles iniciasen las pesquisas necesarias para su búsqueda, detención y envío a Málaga para su ingreso en prisión y posterior envío a algún presidio
del norte de África.
Y bueno, ¿cómo se escaparon estos
presidiarios? Pues se lo vamos a contar.
Como se ha dicho antes estos individuos se
encontraban en el hospital de Atarazanas para su curación y debían estar ya
curados o bastante curados cuando tramaron el plan de fuga, el cual consistió
en abrir un agujero en el suelo de la enfermería y cuadra llamadas de San Juan
de Dios y aprovechando una concavidad existente en el subsuelo, excavaron una
galería por debajo de la puerta de la calle del almacén de Artillería, logrando
salir a la superficie sin ser sentidos.
En su fuga se llevaron nueve camisones y
catorce mantas de uso hospitalario, acompañados por los soldados Miguel Ruiz,
del Regimiento de Infantería de Hibernia,
y Andrés Monés, del Regimiento Fijo de Málaga, los cuales se daba la
circunstancia que también estaban en el hospital curándose de algunas dolencias.
Una vez conocida la fuga, el siguiente día
diecinueve se dieron las correspondientes providencias y se aplicaron las
pertinentes diligencias, ordenándose que se uniese al proceso de búsqueda y
captura las reseñas y condenas de los fugados y que se remitiesen a los Jueces
y Justicias de los pueblos de cada uno de ellos para que la policía y agentes
de seguridad procedieran a su búsqueda, captura
y posterior envío a la cárcel de Málaga.
La fuente que hemos consultado nos informa
que el fugado Juan de Mata Nanclares, reo que había sido enviado a Málaga desde
Cartagena para ser enviado a cumplir condena en algún presidio del norte de
África, era natural del pueblo de Salvatierra, en la provincia de Álava, y que
había sido procesado y condenado por el robo que cometió en la casa del cura de
Valdivar de Arana y por ello la Real Chancillería de Valladolid le había
condenado en 14 de septiembre de 1790 a la pena de diez años de presidio.
Informar
que el Coronel Ramón de Monsalve y Pabón era «...Veedor General y
Contador de Armadas y Fronteras, juez de fugas y solturas de presidiarios y
demas ramatados a arsenales, minas y campañas en esta plaza...» (1)
(1) Modalidades de la ejecución penitenciaria
en España hasta el siglo XIX. LLORENTE DE PEDRO, Pedro Alejo. Artículo, pág.
365.
http://www.cienciaspenales.net/files/2016/11/3_resto2004_Parte1.pdf
IHPMalagueñas
Málaga - 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario