Que más de uno iba a recordar el cuatro de julio de 18598 en varios puntos de la costa oriental malagueña iba a ser seguro. Ese día, domingo para más señas, se produjo desataron con furia las fuerzas de las nubes, produciéndose un violento huracán que destrozó numerosos puntos. Fue breve, pero intensísimo y tremendamente dañino.
Y no fue solo el viento el causante de tanto destrozo, no, porque junto a el cayó granizo y piedra, desbordando los arroyos y cañadas, destrozando árboles, arrancando cepas, tirando y estropeando la fruta de los árboles.En fin, una catástrofe en toda regla.
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| Efectos de un huracán (Imagen de ejemplo) |
El balance de daños fue cuantioso y como idea de sus funestas consecuencias, aquí van unos cuantos datos:
- en el partido de Santa Catalina, donde el destrozo fue inmenso, fue particularmente grave en la hacienda de Coscollá.
- junto a los Ángeles los elementos se cebaron con la hacienda de Sebastián Antonio Sánchez.
- en el arroyo de Totalán, la hacienda del padre Avilés sufrió con saña las consecuencias de la furia de las aguas y el viento. Tanto, que se ve especialmente costosa su restauración.
- en los distritos de La caleta, Jaboneros, Granadillas alto, Benagalbón, Benaque, Macharaviaya, Benajarafe, Torrox, Algarrobo, Lomas de Cajiz, Almáchar, Borge y en la dehesa de Vélez los efectos del huracán y los elementos desatados han sido catastróficos, asolando los campos.
En la conocida como Huerta del Correo, ya en Málaga capital, los destrozos han sido muy graves y su reparación, dicen los expertos será costosísima.
En fin, como se verá, contra la furia desatada de los elementos la impotencia del hombre es manifiesta. Afortunadamente parece ser que no hubo que lamentar desgracias personales.
IHPMalagueñas
Málaga - 2017
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