Nació
en Benamocarra el quince de enero de 1775, hijo de Pedro Muñoz Muñoz y de María
Arroyo Gallego.
Estudió
latín y al tiempo fue enviado al Sacromonte, Granada, donde estudió filosofía,
teología e instituciones eclesiásticas, doctorándose en Teología Sagrada por la
Universidad de Orihuela, en julio de 1796.
A
partir de ahí, su carrera pasa por la obtención del Beneficio de su pueblo, en
1798, opositó en 1799 a los Beneficios magistrales de Coín, Vélez y Coria, así
como al Lectorado de Almería, obtuvo una Cátedra en el Colegio del Sacromonte,
donde fue vicerector, maestro de ceremonias y de capillas en 1799 y obtuvo una
canongía en ese colegio en 1800.
Fue Canónigo Magistral de la Colegiata de
Antequera desde el siete de agosto de 1807 por oposición. Así mismo, apareció
como uno de los liberales más activos de su época, participando en más de un
disturbio. No en vano, era considerado como un hombre de talante progresista e
ilustrado, representante del clero avanzado y un tanto afrancesado.
Cuando
la invasión napoleónica de España, en Antequera se formó el treinta y uno de
mayo de 1808 la Junta Gubernativa de Antequera, de la que pasó a formar parte.
A
las once de la mañana del día dos de febrero de 1810, una vez tomada Antequera
por los franceses, presta, junto a otras personalidades de Antequera el
obligado juramento de adhesión al José Bonaparte, mediante la fórmula de
"Juro fidelidad y obediencia al Rey, a la Constitución y a las
Leyes", en una ceremonia presidida por Joaquín Bernard y el Alcalde mayor de
la ciudad, Salvador Vidal, supervisado todo por una agente napoleónico nombrado
por el general francés, Milhaud. Se juró sobre los Evangelios.
El
siguiente trece de marzo hizo su entrada José I en Antequera, por la Puerta de
Málaga, dirigiéndose a la calle Lucena, donde tras entrar en el palacio de los
marqueses de Villadarias, recibió a las distintas diputaciones de la ciudad,
entre ellas a nuestro Pedro Muñoz y Arroyo.
Precisamente
por sus ideas liberales fue detenido, procesado y encarcelado, hasta que el
veintiséis de octubre de 1813 se probó su inocencia y fue liberado.
Fue
elegido diputado en mayo de 1820, siendo alta en el Congreso el siguiente
primero de julio, permaneciendo como diputado hasta el catorce de febrero de
1822.
En
las Cortes se integró en la comisión eclesiástica y en la premios al Ejército y
en la sesión del 31 de julio de 1820 proponía que se pasara a la comisión
correspondiente la memoria que existía en poder de los Secretarios,
concretamente en lo referente a los contrabandistas y a las medidas que
reclamaban los desórdenes que tanto se sucedían en Andalucía.
En
1822, por ausencia del obispo Cañedo Vigil, que había sido desterrado, ocupó de
forma provisional el gobierno de la Diócesis de Málaga. Una vez en el cargo y
con el pretexto de someter al Colegio Seminario al nuevo Plan de Instrucción Pública y poder
cambiar su régimen, desbarató cuanto se había hecho en los últimos tiempos, a
la vez que expulsaba del Seminario a los superiores. Estuvo ocupando este cargo
hasta el veintitrés de agosto de 1823, que marchó a Barcelona primero y a Génova
después, regresando al año siguiente y estableciéndose en su pueblo.
Pero
tras abrir el vicario de Antequera en 1825 una causa contra los liberales de
aquella ciudad, se vio perseguido y en febrero de 1826 se le detiene y se le
recluye en el convento de San Francisco de Asís de Málaga, desde donde se pone
a trabajar rápidamente en su defensa, nombrando y otorgando poder al madrileño
Anastasio Santolín para que le represente en su defensa en la Villa y Corte.
No
obstante esto, el siguiente tres de marzo es llevado preso a la cárcel de la
Corte de Granada, a la vez que se le embargan sus bienes y las rentas que le
correspondían por ser Canónigo Magistral.
Pero
no acaban ahí sus penas, pues en 1828 se le formó causa por pertenecer a la
Sociedad de Amigos Liberales de Zújar.
Es
puesto en libertad condicional, trasladándose a su pueblo, donde permaneció hasta que
gracias al Decreto de Anmistía del treinta de octubre de 1832 queda libre y sin
cargos, recuperando su canongía magistral.
Después
de esto, su vida política tuvo los siguientes hitos:
-
entre 1835 y 1838, formó parte de la
Junta Directiva del Gobierno de la provincia de Málaga, miembro de la Junta Central
de Andalucía de Andújar y diputado provincial por Antequera,
-
en junio de 1838 se presenta para senador, aunque no sale elegido,
-
en 1841 se halló entre los propuestos para ocupar plaza de senador por Málaga.
Falleció
en su pueblo en agosto de 1842 y se le considera como un precursor de la introducción
de la filosofía alemana en España.
Escribió
varios trabajos, de entre los cuales destacamos:
-
Cuestión moral religioso-política: ¿qué es la verdad con relación a los
gobiernos? (Granada, 1820), predicado en la dominica de Pasión el diecinueve
de marzo de 1820 en la iglesia de los Remedios, de Antequera,
-
Al clero secular y regular y a todos los
fieles de la diócesis de Málaga (Málaga, 1822),
-
Discurso que en la solemne función de
jura de nuestra Augusta Reina Dª María Isabel II, hecha por este I.
Ayuntamiento el día 28 de diciembre de 1833, pronunció el Dr. D. Pedro Muñoz
Arroyo (Antequera, 1834)
-
Oración fúnebre en que las honras que celebraron
los dos cabildos Eclesiástico y secular de Antequera, y el Ayuntamiento de
Vélez Málaga en los días 5 y 10 de febrero de 1837 por la víctimas de Bilbao (Antequera,
1837)
- Sermón
predicado en la función solemne celebrada por el Ilustre Ayuntamiento de Loja
el 9 de abril de 1820 en acción de gracias por el feliz restablecimiento de la
Constitución.
IHPMalagueñas
Málaga - 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario