Historia Provincial Malagueña

Amigos visitantes, con estas páginas que siguen pretendo dar a conocer un poco de la riquísima y variada historia del paisaje y del paisanaje de la siempre sorprendente provincia de Málaga.

Espero que les aproveche y gracias por acercarse a estas líneas.

viernes, 2 de marzo de 2018

TENIENTE GENERAL JOSÉ LACHAMBRE DOMÍNGUEZ.

    
   Nació en Málaga a las seis de la mañana del día el dieciséis de marzo de 1846, en el número 9 de la calle de Beatas, hijo de José Lachambre de la Roque (Málaga) y de María de las Mercedes Domínguez de Torres (Guanabacoa, Cuba).

   Tuvo su ingreso en el servicio el dieciocho de febrero de 1861 al ingresar en case de cadete en el Colegio de Artillería de Segovia, obteniendo el empleo de subteniente el veintisiete de octubre de 1864 y el de teniente el tres de julio de 1867, siendo destinado al quinto regimiento a pie.

   El primero de enero de 1868 pasó destinado al tercer regimiento y hallándose prestando sus servicios, se halló el siguiente veintiocho de septiembre en la batalla del Puente de Alcolea, donde por su brillante servicio se le concedió el empleo de capitán, pero del arma de caballería.

   El treinta y uno de enero de 1873, siendo su destino la segunda batería del segundo regimiento de montaña del Ejército del Norte, se halló en el ataque y toma de la plaza de Aya, en la provincia de Guipúzcoa, tras derrotar a las partidas de los carlistas que hostigaban el país y por su mérito en los combates, fue agraciado con la Cruz del Mérito Militar roja de primera clase.

   En febrero de 1873 solicitó el retiro, pero volvió al servicio activo el siguiente mes de septiembre, pasando destinado a Tafalla, Navarra, donde se incorporó a las acciones militares, hallándose en los enfrentamientos con los carlistas en la ermita de Santa Bárbara, los montes de Guirguillano y en las inmediaciones de Puente de la Reina, acciones por las que fue recompensado con el empleo de comandante de Ejército el 6 de octubre de 1873.

   El siete de noviembre se halló en la batalla de Montejurra y el nueve diciembre, a las órdenes del general Moriones, en la acción de Velavieta, por la que alcanzó el grado de teniente coronel.

   Ya en marzo de 1874, se halló en los combates habidos en San Pedro de Abanto, por cuyas acciones fue recompensado con la Cruz Roja de segunda clase del Mérito Militar. El dieciocho de abril pasó junto con su compañía al Tercer Cuerpo, a las órdenes del general Concha, con el que entró en acción en la aldea de Otáñez y alturas de las Muñecas, contribuyendo a desalojar al enemigo de las posiciones de Santa Águeda y desde aquí, avanzar rápidamente hasta la plaza de Bilbao, en la que entraron el dos de mayo.

   Posteriormente operó en la provincia de Navarra, hallándose en junio en los combates de Monte Muru, donde por sus méritos que fue recompensado con el empleo de teniente coronel del Ejército.

   En enero de 1875 asistió al levantamiento del bloqueo de Pamplona, ganando por dicha acción el grado de coronel el 3 de febrero. Del trece al diecinueve de julio en el sitio y bombardeo de Puigcerdá, donde por su actuación fue agraciado con la Cruz Roja de segunda clase al Mérito Militar.

   Los días diecisiete, dieciocho y diecinueve de febrero de 1876, se halló en las operaciones realizadas sobre las plazas de Solana, Estella y Montejurra, tras lo que se le concedió el empleo de coronel.

   El siguiente once de octubre es destinado a formar parte del Ejército de Operaciones de Cuba con el empleo de comandante de Artillería.

   Al llegar a La Haba el dieciocho de noviembre, se le confiere el mando de una media brigada, formada por los batallones Cazadores de León y de Alfonso XII, pasando inmediatamente a operaciones de campaña por la zona de Cienfuegos, permaneciendo en dicha situación hasta el mes de abril del año siguiente, 1877, que se le nombró jefe del cuerpo de guerrillas de la Trocha y de la línea avanzada de las tropas españolas en la zona, siendo su campo de operaciones el sector comprendido entre Sancti Espíritus y Puerto Príncipe, destacando de entre estas operaciones la ocurrida en Guayo, donde a pesar de hallarse en inferioridad numérico, logró junto a sus hombres infligir una dura derrota a las tropas rebeldes de las Villas, lo que le valió ser agraciado con Cruz Roja al Mérito Militar de tercera clase.



      Una vez cumplido su tiempo en Cuba, fue reintegrado a España en junio de 1878, quedando de cuartel en Madrid, donde el siguiente veintiséis de enero de 1881 asciende a brigadier en recompensa a sus servicios en la Isla de Cuba. El veintidós de diciembre de 1886 se le nombra jefe de brigada del distrito militar de Navarra, permaneciendo en el desempeño de su cargo en dich9o destino hasta el siguiente veintiocho de febrero de 1889, que por orden de treinta de enero anterior retorna a la Isla de Cuba, esta vez con el nombramiento de gobernador militar de la provincia de Pinar del Río.

   A su llegada al nuevo destino, en marzo se le confiere el cargo de inspector general de somatenes, así como el de jefe superior de las operaciones de persecución y captura de bandidos y delincuentes en las provincias de Santa Clara, La Habana, Matanzas y Pinar del Río, operaciones todas estas que desempeñó a satisfacción del Gobierno, por lo que en 1890 fue recompensado con la Gran Cruz al Mérito Militar.

  Fue nombrado gobernador militar del castillo de la Cabaña, en la Isla de Cuba, el veintiséis de noviembre de 1890, cargo que desde 1892 compaginó, de forma interina, con el de segundo cabo de la capitanía general de la Isla, subinspector de infantería, de caballería y de voluntarios y como gobernador militar de la provincia y plaza de La Habana.

   Por Real orden y en atención a sus méritos y aptitudes políticas y militares, el veintinueve de noviembre de ese año de 1892 es ascendido a general de división.

   En el mes de febrero de 1893, en nombrado gobernador militar de la provincia de Matanzas, y con este nuevo destino, se puso al frente de las operaciones desarrolladas en las provincias de Puerto Príncipe y Santiago de Cuba para sofocar el alzamiento promovido por los hermanos Manuel y Ricardo Sartorio Leal en el lugar de Purnio, Uñas y Velasco -cerca de Holguín- la noche del veinticuatro al veinticinco de abril

   El siguiente mes de mayo pasa a ocupar el gobierno militar de Santiago de Cuba, declarando el estado de sitio de la provincia en febrero de 1895, debiendo trasladarse con las tropas de su mando a Guantánamo para dirigir las operaciones contra los insurgentes que habían desembarcado al mando de los hermanos Maceo Grajales y de Francisco Adolfo Crombet Tejera, conocido como "Flor Crombet", quien falleció durante el combate.

   Continuó de operaciones, derrotando en marzo a Alfonso Goulet Goulet y a José Quintino Bandera Betancourt, conocido como “Quintín Bandera”, tras lo cual retornó a España por enfermedad, no sin antes haber ejercido los cargos de comandante general y subinspector de la artillería de la Isla, en cuyo desempeño realizó un estudio de la defensa de la ciudad La Habana, tanto por tierra como por mar, así como de la fortificación y artillado de diversos puertos y zonas costeras de la Isla.

   Todos estos hechos, tuvieron su broche de oro con la concesión el veintidós de octubre de 1896 de la Gran Cruz del Mérito Militar.

   Aunque claro, la alegría nunca es completa, pues al poco de recibirla, en el mismo mes de octubre recibe la “alegría” de ser destinado al ejército de Filipinas, acompañando al general Camilo García de Polavieja, haciéndose entrega nada más llegar -a primeros de diciembre- la parte mollar de las operaciones contra los rebeldes en la provincia de Cavite, en poder de éstos, capitaneados por Emilio Aguinaldo y Famy.

   En febrero y tras una sucesiva marcha de victorias, se hace con el control de Silang, Pérez das Mariñas y otros puntos. En marzo toma Imús, ciudad donde los rebeldes tenían su cuartel general y así hasta el primero de abril, con las tomas de las posiciones de San Francisco de Malabón, Rosario, Noveleta y Cavite.  

   Todas estas acciones, se llevaron a cabo a pesar de las dificultades encontradas, tales como el restringido uso de la caballería por las condiciones del terreno, la feroz combatividad del filipino y otros, lo que obligó a nuestro hombre a diseñar e implementar planteamientos tácticos sobre la marcha, empleando a conciencia la artillería para dejar expedito el terreno a la infantería, aprovechando eficazmente el pánico que sentían los tagalos a verse rodeados durante el combate, por lo que muchas de las acciones las realizó intentando apoyarse en los flancos a cualquier precio e incluso tomar la retaguardia antes de lanzar el ataque frontal.

   Por sus méritos en esta guerra, fue promovido el dos de abril al empleo de teniente general tras lo cual retornó a la Península, desembarcando en Barcelona el once junio, siendo aclamado tanto en Madrid como en Málaga por su ejemplar desempeño, sobre todo en Cavite.

   Para su actuación Filipinas, recomiendo leer la Revista de historia militar. Número extraordinario de 2019. Instituto de historia y cultura militar. Madrid.


      En abril de 1899 fue nombrado capitán general de Galicia y comandante del octavo cuerpo de ejército, cargos que desempeñó hasta junio de 1902, que fue destinado al Consejo Supremo de Guerra y Marina. En el interín, fue senador por la provincia de Málaga en las legislaturas de 1899-1900 y 1903-1904.

   Contrajo matrimonio con María Cay Deville, natural de Matanzas, Cuba, e hija de Ricardo Cay Jaimes, comerciante de artículos chinos, y de Matilde Deville y Withe.

   Consecuencia de una enfermedad contraída en Filipinas, falleció en Madrid el trece de julio de 1903. Tiene dedicada una calle en Málaga, situada entre la avenida de Velázquez y la calle Jorge Guillén, en la llamada Barriada de Girón (Barriada de José Antonio Girón, 1955)

   Fue bastante elogiado en la prensa cuando se dio l noticia de su fallecimiento. De entre esos elogios quiero destacar el que aparece en la página 2 del periódico El Día del catorce de julio, el siguiente a su fallecimiento. Dice que

“…Procedente de artillería. llegó á ceñir la faja cuando solo era capitán del Cuerpo, y basta este hecho para comprender que fueron los méritos de campaña, y no el favor, los que tan joven lo elevaron á un puesto tan alto en su carrera…”

   Estaba en posesión de las siguientes condecoraciones:

- Cruz y Gran Cruz de San Hermenegildo

- Cruces Mérito Militar roja: 1ª clase, 1; 2ª clase, 2; 3ª clase, 1.

- Cruces Mérito Militar blanca: 1ª, 2ª, 3ª clase y Gran Cruz, una de cada clase

- Cruz de Carlos III

- Cruz de Isabel la Católica

- Gran Cruz de San Fernando,

- Medalla de Cuba con distintivo rojo,

- Medalla de Bilbao,

- Medalla de Alfonso XII,  

- Cruz de María Cristina y

- Benemérito de la Patria.

   Había un busto suyo en el Museo de Artillería, regalado a esta institución por su viuda.


IHPMalagueñas
Málaga - 2018

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