Historia Provincial Malagueña

Amigos visitantes, con estas páginas que siguen pretendo dar a conocer un poco de la riquísima y variada historia del paisaje y del paisanaje de la siempre sorprendente provincia de Málaga.

Espero que les aproveche y gracias por acercarse a estas líneas.

domingo, 15 de enero de 2017

FRANCISCO PÉREZ MOSCOSO. PRESBÍTERO DE VÉLEZ-MÁLAGA y CURA DE COÍN.

   El Presbítero D. Francisco Pérez Moscoso era natural de la ciudad de Málaga. Desconocemos la fecha de su nacimiento, pero estimamos que podía haber venido al mundo allá por los años primeros de la década de los setenta del siglo XVII.

   Fue durante seis años colegial en el Sacro Monte de Granada, cursando durante tres años en la facultad de Filosofía y los otros tres estudiando la Teología Eclesiástica, todo ello con gran aprovechamiento, aplicación y ejemplo.

   Se graduó como Bachiller, Licenciado, Maestro en Filosofía y Doctor en Teología por la Universidad de Granada, obteniendo dichas graduaciones el diecinueve de enero y el veintiocho de septiembre de 1701, siendo elegido por unanimidad de votos del claustro de esa Universidad como conciliario y como examinador de licenciados y maestros en Filosofía.

   Fue nombrado Presbítero de la iglesia parroquial de San Juan de la ciudad de Vélez Málaga por el Obispo de la Diócesis malagueña Fray Francisco de San José Mesía Portocarrero el ocho de enero del año de 1707.

   El veinticuatro de julio de 1708, el citado Obispo le nombró superintendente de las ermitas de la Vicaría de Vélez Málaga.

Escudo de Vélez-Málaga
   Posteriormente pasó a ser primer capellán del Obispo de Málaga y ejerció como secretario de este cuando realizó la visita general al Obispado.

   Así mismo, por orden de dicho obispo, asistió a los enfermos de las tropas francesas que sirvieron en el sitio de Gibraltar, conduciéndolos a Málaga para curarlos de los tabardillos contagiosos que padecían, muriendo algunos de los que asistieron a dichos enfermos.

   Hallándose en Antequera con el Obispo, llegó una carta del marqués de las Minas solicitando a la ciudad que negase la obediencia al rey Felipe V. Noticioso de esto el Obispo, se retiró de ella y valiéndose de nuestro Presbítero ofreció al Corregidor y a la ciudad las rentas del obispado para la defensa de los derechos de Felipe V y que incluso se valdría de la plata de las iglesias de Málaga, que había sido retirada por temor a una invasión de la armada de los ingleses.

   La ciudad le aseguró a nuestro Presbítero la fidelidad a Felipe V, informando de esto al Obispo, este, al conocer tan grata noticia regresó a Antequera, donde asistió a todas las juntas que se celebraron para tratar la defensa de la provincia de los enemigos -los austracistas-

   En la primera junta que se celebró, se decidió que se levantaría cuatro Compañías de caballos equipadas

   Siendo primer capellán de la dignidad obispal, el seis de abril de 1710, el Obispo le nombró cura de la iglesia parroquial de la Villa de Coín, pues su titular, D. Cristóbal Flores Beltrán, había promocionado. Se hizo cargo del curato el siguiente día ocho y poco después teniente de vicario de las once villas de Coín.

   Hallándose aún en dicha villa, se alojó el Regimiento de Luxemburgo -su Coronel el marqués de Franlieu-, que venía de la expedición de ayuda a la ciudad Ceuta de noviembre de 1720, algunos de cuyos miembros padecían enfermedades bastante graves y contagiosas y dado que dicho Regimiento no tenía capellán, asistió a los enfermos, les administró los sacramentos y a los que fallecían los enterró por cuenta propia. Así mismo, a los oficiales, que padecían muchas necesidades por falta de socorros, comisionaron al Sargento Mayor del Regimiento para que solicitara a nuestro D. Francisco ayuda para poder mantenerse a lo cual acudió nuestro hombre, corriendo también por cuenta de su bolsillo y el de los feligreses.

Escudo moderno de Coín
   El cinco de febrero de 1721 -hallándose vacante la sede episcopal malagueña- y siendo como era Teniente de Vicario, en atención a su virtud, a su suficiencia y a sus vastos conocimientos en la materia religiosa y administrativa de la Iglesia, le nombró como titular de la Vicaría de Vélez Málaga, en tanto esta se hallara vacante por ausencia de su titular, a lo que añadir el cargo de prior y preintendente de las ermitas de dicha vicaría, así como también fue nombrado.

   Tras este cargo, volvió a la Villa de Coín, pero esta vez como cura en propiedad y ejerciendo este empleo fue tenido presente en 1725 para un obispado, probablemente en las Provincias de Ultramar.

   En 1727 solicitó al rey un puesto en el Patronato Real, aunque no sabemos si se le concedió.     

IHPMalagueñas
Málaga - 2017

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