El navío de guerra de la Real Armada Española Septentrión fue botado en Cartagena en febrero de 1752, al mando del Capitán de Navío Isidoro del Postigo. Iba armado con sesenta y cuatro cañones y dos pedreros, siendo su primera misión combatir a los piratas berberiscos que merodeaban por las aguas de Orán, entonces plaza española, uno de sus presidios mayores en las costas africanas.
No vamos aquí a hablar de la historia de este navío de guerra español, sino acerca de su fin de servicio en aguas de la costa malagueña, concretamente a la altura de El Cantal.
Había zarpado del puerto de Cartagena el treinta de octubre de 1784, al mando del Capitán de Navío Diego Quevedo, con órdenes de reunirse en Málaga con el navío Rayo, para juntos dirigirse al arsenal de La Carraca, donde deberían ser desarmados.
Pero hallándose ya en aguas de Málaga, a la altura de El Cantal, y durante la noche del tres de noviembre, le sobrevino un fortísimo temporal que hizo que se quedase varado en esa zona mencionada, a ocho millas náuticas del puerto de Málaga.
Conocida la noticia en Málaga, ordena la autoridad militar que partan de inmediato las fragatas Pilar y Loreto y la urca Aduana, las cuales, tras llegar a la zona del siniestro, logran con sus lanchas, y a pesar del mar estado de la mar, salvar a toda la tripulación, así como la artillería, pertrechos, seis morteros y ciento veinte pedreros que llevaba en sus bodegas.
La documentación que hemos manejado no nos informa si el navío se pudo salvar. Si podemos decir, que tras el correspondiente consejo de guerra, el Capitán Quevedo quedó libre de cargos.
NOTA: El navío de la imagen no es el Septentrión, aunque si muy, muy parecido. Es solo a título ilustrativo.
IHPMalagueñas
Málaga - 2018
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