Historia Provincial Malagueña

Amigos visitantes, con estas páginas que siguen pretendo dar a conocer un poco de la riquísima y variada historia del paisaje y del paisanaje de la siempre sorprendente provincia de Málaga.

Espero que les aproveche y gracias por acercarse a estas líneas.

viernes, 26 de febrero de 2021

IGLESIA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD Y CONVENTO DE LA PAZ DE MÁLAGA.


   Iglesia parroquial de la Santísima Trinidad, en el barrio malagueño de la Trinidad, bendecido y abierto al culto en 1862.

Tanto el solar sobre el que se erige como la edificación del templo, corrieron íntegramente por cuenta del sacerdote Rafael Rodríguez Prieto, quien compró la finca contigua al convento de la Trinidad para este fin, dado que no se podía seguir utilizando para el culto la iglesia del cenobio de los trinitarios, pues había sido desamortizado y convertido en cuartel.

Es una obra del arquitecto Cirilo Salinas, quien diseñó un templo de líneas clásicas con aires escurialenses, precedido de un compás semicircular que se encuentra cercado por un muro, compás que en la actualidad se halla un tanto dejado. Está edificada en ladrillo visto y piedra.

Lo más destacable es la torre, que se eleva por encima de la puerta principal, formando esta su cuerpo inferior, a partir del cual se superponen tres cuerpos más, coronado todo por un tejado a cuatro aguas rematado por una veleta. En el segundo cuerpo hay una vidriera semicircular. En el tercero una ventana redonda, sin cristal. A cada lado de este cuerpo, hay una triángulo, que juntos formarían otro igual que el de la puerta. En el cuarto cuerpo, se halla el campanario.

Esta puerta principal está rematada por un frontón triangular -el símbolo de los trinitarios- A cada lado de la puerta, encontramos otras, sobre las cuales hay una vidriera semicircular

El interior es de planta basilical, de tres naves separadas por pilastras, siendo la central de bóveda de cañón. Las naves laterales presentan casquetes esféricos sobre pechinas. Así mismo, tiene crucero y detrás de la altar mayor, donde se sitúa un grupo escultórico con la Santísima Trinidad, encontramos el camarín.

A lado derecho de templo se encuentra el convento de la Paz, de las Hermanas Clarisas; y en el lado izquierdo, encontramos en edificio del antiguo convento de la Trinidad, de 1487-1490, y que en la actualidad se haya lamentablemente abandonado, a la espera que las administraciones se pongan algún día de acuerdo para darle algún uso.


El convento está regido por monjas de la Orden de Santa Clara -las Clarisas-


Es una Orden que hunde sus raíces en la Edad Media, a primeros del siglo XIII, fundada por Santa Clara y por San Francisco de Asís, en Asís, Italia. A España llegaron poco después, a principios de la década de los años veinte de ese siglo XIII.

   Por lo que a convento de Málaga se refiere, se instaló a principios del siglo XVI, sobre 1525, situándose primeramente en las proximidades del río Guadalmedina, pero por lo húmedo e insalobre del sitio, en 1565 se trasladaron a la plaza de la Merced y ya en 1836, a su actual emplazamiento.

   Son famosas en el barrio por su repostería: magdalenas, tocinos de cielo, tortas de Santa Clara, roscos, ... y le haría falta una restauración.






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Málaga - 2021

domingo, 31 de enero de 2021

MÉDICO CRISTÓBAL MARTÍN DE MONTÚFAR CALVO

    Nació Cristóbal en la ciudad de Málaga el año de 1758 y era hijo de Cristóbal Martín de Montúfar y de Ana Calvo y Calderete (en algún documento lo pone como Caldereté)

   Tras realizar sus estudios primarios y medios en su ciudad natal, pasó a Cádiz, donde estudió medicina en el Real Colegio de San Fernando, donde recibió el grado de bachiller el quince de enero de 1784, aunque parece ser que no llegó a graduarse como médico. 

   En 1787 embarcó en la urca Santa Amalia, regresando a España al poco tiempo, pero de inmediato se embarcó en la fragata Princesa llegando a Montevideo en 1789, ciudad en la que se instaló y empezó a trabajar con médico y al cabo de algún tiempo, en 1804 fue primer teniente protomédico y al cabo de un tiempo recibe, por gracia especial de Fernando VII, el grado de licenciado en medicina y cirugía y de doctor por la Universidad gaditana, tras lo cual, pasó a ejercer como médico en el hospital de la Caridad.

   El veintiocho de diciembre de 1807 describe un caso de rabia contraída por mordedura de perro, perro que presumiblemente vino de Sudáfrica o Inglaterra cuando Gran Bretaña invadió la ciudad el año anterior. Esto lo hizo en vista de que desde entonces ya se habían dado de algunos casos de rabia entre la población.


Montevideo en la época del virreinato

   Fue el primer médico que realizó un estudio sistémico de la rabia, realizando una memoria clínica -que elevó a la Superioridad con el título “Noticia sobre la rabia en Montevideo al Tribunal del Protomédico de Buenos Aires, 18 de mayo de 1808”- de nueve casos que trató en el hospital militar y en el de la Caridad entre finales de 1807 y primeros de 1808, siendo el primer médico de la región del Río de la Plata que realiza un trabajo exhaustivo y metódico de la rabia, trabajos que se unen a los que realizó sobre el tétanos y la inoculación de la viruela, todos con gran rigor científico, situándolo como uno de los máximos exponentes médicos de su época. Tan perfecta fue su técnica contra la rabia, que si hoy día no dispusiéramos los métodos de Pasteur, podríamos perfectamente tratarla con el método de Cristóbal Martín de Montúfar.

   El año de 1810 se trasladó a la vecina Buenos Aires -quizás porque había sido llamado en enero de ese año al haberse presentado varios casos de rabia, en esa ciudad- donde se estableció, ejerciendo sus labores de cirujano en el regimiento de granaderos. Así mismo, fue vocal del protomedicato y vicedirector del Instituto de Medicina Militar en esa plaza, ocupando la cátedra de anatomía del mismo el siguiente veinticuatro de noviembre de 1813, donde permaneció hasta 1815, que pasó a ocupar la cátedra de cirugía.

   Antes, en 1814, presenta junto a Cosme Mariano Argerich y Francisco de Paula del Rivero un proyecto titulado Reglamento de Medicina Militar, el cual es aprobado posteriormente por el director del Instituto de Medicina Militar, Sr. Posadas.

   En 1820 es nombrado director del Instituto Médico Militar, cirujano mayor del ejército y catedrático de Medicina Práctica.

   El doce de agosto de 1821, se creó la universidad de Buenos Aires, encargándose la prefectura de medicina a la dirección del Instituto Médico, que estaba al cargo de Cristóbal Martín de Montúfar

   Al pasar el ocho de febrero de 1822 la convertirse en facultad de medicina, fue nombrado director de esa facultad, siendo sus primeros profesores los doctores Juan Antonio Fernández, Francisco Cosme Argerich y Francisco de Paula Rivera. Como curiosidad al respecto, decir que los que se matriculaban estaban obligados a asistir a clase y la dirección dio órdenes para que aquellos que faltasen fueran detenidos por la policía, quedando arrestados cuatro horas si era la primera vez que se les detenía por eso y veinticuatro horas en sucesivas ocasiones.

   Falleció el tres de junio de 1842, en Buenos Aires.

Imagen de Montevideo tomada de: https://ciudadmalvin.com/300-anos-de-montevideo/

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Málaga - 2021

lunes, 18 de enero de 2021

ABOGADO JACINTO MARZO TORRES. 1760-¿?

    Natural de Alhaurín el Grande, donde nació el dieciséis de agosto de 1760, hijo del escribano  Antonio Marzo Gómez, natural de Requena, Cuenca, y de Micaela de Torres García, natural del mismo Alhaurín el Grande. Es familia hidalga según los padrones y los expedientes militares de sus nietos Ildefonso y Francisco Marzo Sánchez.


Escudo de Alhaurín el Grande (anterior a Fernando VI)

   Tras realizar sus estudios primarios con éxito, pasó a la ciudad de Granada, siendo colegial en el Sacromonte, donde permaneció estudiando varios años diferentes asignaturas: tres años de filosofía, cuatro de Leyes y los cinco libros de las Decretales de Gregorio IX, dando auténticas muestras de aplicación, conocimientos, esfuerzo y dedicación, acreditando, además, una sólida formación cristiana.

   El cuatro de agosto de 1780 recibió el grado de bachiller en Derecho Civil, tras lo cual, el siguiente mes de septiembre pasó a realizar prácticas de abogacía en el estudio del abogado de la Real Chancillería José Muñoz Contreras, a la vez que durante tres años asistió a la academia de jurisprudencia práctica de Granada, donde desempeñó con aprobación general los cargos que se le señalaron.

   El cinco de agosto de 1784 disertó pro examine en la Real Academia de Jurisprudencia Práctica de San Isidro el Real sobre la ley 2, título 16, libro 5 de Recopilaciones y defendió que "No es lícito  á qualquiera de dos que establecieron una sociedad perpétua ó temporal per modum conventionis aut pacti separarse sin justa causa de la tal comunión, ó sociedad altero invito"  tras lo cual, el seis de diciembre de 1785 se le expidió título de abogado.

   Durante la Guerra del Rosellón, fue secretario del gobierno de la ciudad de Mataró, donde aparte de las funciones propias del cargo, desempeñó con aprobación cuantas comisiones le fueron encomendadas por el gobernador y por el general en jefe.


Prueba de Curso para Bachiller en Leyes. 1780. 

   Tras esto, en 1801 pasó a la plaza de Cebolla, donde fue alcalde mayor de ella durante poco más de dos años, al cabo de los cuales fue traslado a la ciudad de Arnedo, desempañando con celo y dedicación su trabajo, trabajando por el bien común, siendo durante su estancia allí y a instancias suyas, que se realizasen obras en la ribera del río Cidacos, evitando así que las avenidas de este río continuaran siendo un grave problema para las huertas y heredades que se encontraban en su ribera y sufrían los efectos negativos de las inundaciones.

   Tras su paso por la localidad riojana, a propuesta del Real Consejo de las Órdenes, se le nombró alcalde mayor de la localidad pacense de Segura de León, asumiendo, además, el cargo de capitán a guerra de ella y de los pueblos de su jurisdicción, zona que se veía frecuentemente asediada por la acción delictiva de malhechores que atentaban contra la vida y hacienda de los vecinos de la jurisdicción, activando un efectivo plan de persecución y captura de dichos delincuentes, siendo una de las más importantes presas el de uno llamado Pedro Indiano, logrando poco a poco limpiar aquellas tierras y dejarlas en paz.

   Cuando las hordas de Napoleón entraron en España para privarnos de nuestra libertad e independencia, acudió como un patriota más al auxilio de la nación y sus tradiciones y leyes, aportando una importante suma de dinero para la defensa de la comarca, hablándose de un aporte de diez mil reales anuales durante la guerra, armando a los vecinos y tomando cuantas disposiciones creyó convenientes para resistir el embate de la canalla francesa y defender la independencia a vez que procuró mantener el orden en su jurisdicción, evitando todo posible conato de desorden y falta de unidad frente al invasor.

   Así mismo, procuró contribuir lo más posible al suministro de equipos a las tropas regulares o voluntarias que se desplazasen por su jurisdicción, exhortando a sus vecinos a que de igual menera contribuyesen, asegurando así en la medida de lo posible que los combatientes tuvieran alguna ayuda en cuanto a ropa, calzado y otros auxilios, recibiendo por ello las gracias de la Junta de Extremadura, extensiva a sus vecinos.

   Tras finalizar la guerra, el seis de noviembre de 1813 pidió y obtuvo título para desempeñar las funciones de juez de primera instancia en Medina Sidonia y en los pueblos de Conil, Chiclana, Vejer, Paterna de Ribera y Alcalá de los Gazules, que obtuvo hasta el cuatro de noviembre de 1815, que fue nombrado alcalde mayor de Momblanch, haciéndose cargo desde el veinticinco de febrero de 1816 de la subdelegación de rentas, continu por orden del intendente general del ejército y partido de Cataluña José de Ausa. Fue también juez de primera instancia.

   El veintiocho de abril de 1824 fue propuesto en tercer lugar para una plaza de oidor en la audiencia de Sevilla.

   El siguiente cinco de mayo, al no obtener ese empleo, fue propuesto en tercer lugar para una plaza de alcalde del crimen de la audiencia de Galicia.

   El siguiente treinta de junio, fue propuesto en primer lugar para el corregimiento de Cáceres, cargo que obtuvo el siguiente trece de septiembre, tomando posesión de él el siguiente día veintinueve.

   Hallándose en el desempeño de sus funciones, el trece de abril de 1826 y por orden de la Real Audiencia, se hizo cargo del reconocimiento y estragos que estaba causando una plaga de langosta, tomando las disposiciones necesarias para combatirla y exterminarla, aunque durante las labores de seguimiento y control que sin descanso realizaba desgracia de tener un accidente al caerse del caballo, lastimándose seriamente la pierna izquierda.

   Como consecuencia de su ejemplar labor y dedicación, es decir, por sus servicios y méritos, fue varias veces propuesto para plazas togadas, entre ellas la del dieciséis de junio de 1832 para la alcaldía del crimen de la Real Audiencia de Galicia, que no obtuvo. Hay que decir aquí que durante todos estos años estuvo solicitando plazas en diferentes lugares, que invariablemente no le eran concedidas.

   Por fin, el tres de enero de 1833 si obtuvo el nombramiento para el corregimiento de la ciudad de Úbeda, que estuvo sirviendo hasta el veintiséis de noviembre de 1834, que quedó cesante, aunque el anterior diecinueve de marzo había solicitado plaza de oidor en Granada, aunque no le importaba si fuese en otra parte, repitiendo la petición en sucesivas veces ese año (julio, septiembre, noviembre, ...) y el siguiente (febrero, noviembre)


Documento con su firma. 1822.

   En marzo de 1836 aun sigue solicitando plaza de togado donde la superioridad le crea útil para el servicio público, pero la edad no perdona y comprendiéndolo solicita también le sea concedida la jubilación, la cual por su avanzada edad se le concedió.

   Parece ser que siendo ya sexagenario contrajo matrimonio con Tecla Vilella Ferrer, con quien no tuvo hijos, aunque desconocemos si estuvo casado anteriormente y si tuvo hijos.

   Tampoco sabemos a donde se retiró al jubilarse, donde y cuando falleció, aunque si sabemos que para fin de mayo de 1841 ya había fallecido. Se tiene conocimiento de que tenía ideas políticas liberales -durante el Trienio Liberal se manifestó partidario de la Constitución-, las cuales de alguna manera entorpecieron su progresión en la carrera judicial.

    También sabemos que su hermano Francisco ejerció la carrera eclesiástica, fue diputado a Cortes por la provincia de Cádiz y que fue hombre de gran cultura y elocuencia. Otro hermano, Alfonso, se hizo cargo de la escribanía de su padre, en el mismo Alhaurín el Grande.

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Málaga - 2021

domingo, 3 de enero de 2021

SEGÚN UN CENSO DE ESPAÑOLES EN ARGELIA DE 1880, RESULTA QUE...

   España estuvo presente en las costas de la actual Argelia desde el mismo principio del siglo XVI. Por ejemplo, las plazas que mas perduraron como españolas fue Orán y Mazalquivir, pues fueron plazas españolas desde 1509 hasta 1792, que a causa de una serie sucesiva  de terremotos ocurridos el nueve de octubre de 1790, que las dejó catastróficamente dañadas, hubieron de ser abandonadas -de forma voluntaria- dos años después, acabando de esa manera casi trescientos años de presencia española en aquellas costas argelinas. 

   Fallecieron de la población civil tres mil personas, entre ellas el gobernador y su familia, y entre la tropa seiscientos treinta y nueve individuos perdieron también su vida.

   Decir que entre 1708 y 1732 fue dominada por los turcos. En 1708, durante la Guerra de Sucesión y debido a la defección del conde de Santa Cruz, quien cuando llevaba hombres y pertrechos a las plaza argelinas, se pasó al bando austracista dejándolas abandonadas a su suerte, siendo finalmente rendidas por tripas argelinas fieles al imperio turco.

   En 1732, tras una campaña mandada por el conde de Montemar, retornaría a España, quien la mantendría hasta el año antes mencionado de 1792, año en que en vista del lamentable estado en que se encontraba, decidió evacuarla y decir adiós a una plaza que era España.


   Todo este prólogo es para situar la siguiente noticia aparecida en un periódico español el año de 1880, en el cual se da noticia de cómo casi cien años después del abandono voluntario de las plazas, aun seguía habiendo una importante colonia española en aquellas costas argelinas, muchos de cuyos individuos eran andaluces, de entre los que destacaban los malagueños. Esto no tiene nada de extraño si tenemos en cuenta que durante los siglos que esas plazas fueron españolas, Málaga y su puerto estuvieron en íntima conexión con esas costas argelinas.

   Cierto es que esta presencia se vio favorecida por el dominio francés que sucedió al español en la zona. 

   Esta es la noticia:

   «Leemos en el Diario de Almería: 

   "En una Carta de Orán que tenemos á la vista, leemos los siguientes importantes datos: 

   Ha visto la luz pública la estadística de la población general de esta colonia, y en ella aparecen 91,909 españoles, 34,517 en esta provincia de Argel, 53,977 en la de Oran y 3,415 en la, de Constantina. 

   Ocupan en las mismas 18,500 habitaciones, la mayor parte de estas cuestan al mes por alquiler de 10 á 15 francos; los residentes en esta provincia de Oran proceden la mayor parte de Almería, Murcia y Málaga y los de esta provincia de Argel vienen de Alicanfa e islas Baleares, así como los de la Constantina.» 

NOTA: la imagen es propiedad del Archivo Histórico Municipal de Elche. Está prohibido su uso para fines comerciales, económicos, de propaganda o de cualquier otro que no sea solo informativo y sin ninguna intención de beneficio personal o corporativo.

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Málaga - 2021

martes, 22 de diciembre de 2020

ANTEQUERA. LA IGLESIA DE SAN AGUSTÍN Y LA COFRADÍA DE LA POLLINICA

   La iglesia antequerana de San Agustín, sede actual de la cofradía de "La Pollinica", se hallaba formando parte del antiguo convento de San Agustín- destruido cuando la Guerra Civil-, el cual fue erigido entre 1550 y 1556, por lo a que a su estructura original se refiere, bajo las órdenes del arquitecto y maestro de cantería Diego de Vergara, quien ya era conocido en el obispado malagueño por su participación en la construcción de la catedral de Málaga. 

   Por lo que a su aspecto exterior se refiere, podemos destacar tres elementos:

1- la portada, con dos cuerpos, uno fabricado en piedra y cuya presentación responde a un  estilo manierista y en la cual destaca un balcón voladizo sostenido por dos ménsulas que le confiere a la portada un estilo más civil que religioso, con la puerta enmarcada entre dos columnas y con dos hornacinas con sendas estatuas, una a cada lado de la puerta.

   Sobre esto, encontramos una virgen con el niño en el interior de una hornacina con un dintel semicircular sobre ello y a cada lado un escudo con un dintel triangular sobre cada escudo.

   Por cima de esto hay un segundo cuerpo, fabricado en ladrillo visto y donde se halla otra ventana sobre la que se sitúa una lápida con inscripción, rematado por un dintel triangular abierto en su ápice y dentro del cual hallamos una escultura.

   Debajo del balcón, encontramos un escudo con una hornacina vacía a cada lado.

2- La torre, fabricada también en estilo manierista, se erige en cinco cuerpos, de los cuales el primero, hasta la mitad de su altura, es de piedra y el resto de ladrillo visto, destacando en esta parte un escudo de piedra enmarcado en ladrillo.

   Los otros cuatro está fabricados con ladrillo visto, habiendo en el segundo y tercer cuerpo una puerta que da a un balcón, el primero con dintel semicircular y el segundo triangular. El cuarto cuerpo también presenta una puerta con balcón, aunque sin dintel. Por último, el quinto cuerpo es el que aloja las campanas

   Todo este conjunto está rematado por  por un último cuerpo octogonal con cuatro ventanas y sobre el que se sitúa un chapitel bulboso, coronado por una veleta, que es una cruz de rejería sobre una esfera. 

3- Los contrafuertes, de los cuales encontramos dos que enmarcan la puerta, a los cuales le siguen otros diez rodeando al edificio, todos fabricados en piedra, confiriéndoles al edificio una impresión de contención, de solidez. 


   Por lo que al interior del edificio se refiere, el siguiente plano refleja muy bien su estructura.


1: Retablo de la Virgen de la Salud.

2: Capilla y Retablo del Santo Entierro. En ella se pueden contemplar las imágenes de la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad y la del Cristo yacente, depositado en una urna de gran valor. 

3: Retablo de Santa Rita.

4: Retablo de Santa Bárbara.

5: Presbiterio.

6: Altar Mayor. Construida en estilo manierista y al que se accede tras cruzar un elevado y gran arco de medio punto. Es de planta rectangular y aparece cubierta con una bóveda en estilo gótico muy adornado con yeserías y lienzos, en los cuales se pueden ver pasajes de la vida de San Agustín.


7: Sacristía.

8: Capilla de San Roque.

9: Capilla de San Antón.

10: Capilla de Dios Padre.

11: Entrada/Salida.

12: Nave Central. Presenta una bóveda de medio cañón con lunetos. Esta actual estructura sustituyó en 1668 a la armadura mudéjar realizada por Diego de Siloé que había.

   En mitad de esta nave se encuentra en el suelo la lápida de una tumba con el nombre NARVÁEZ y el escudo de este apellido grabado en ella.


   La fachada principal da a la calle Infante Don Fernando.


   Esta iglesia es, actualmente, la sede canónica de la cofradía de Jesús a su entrada en Jerusalén y María Santísima de Consolación y Esperanza, conocida enttre los antequeranos como La Pollinica.

   Esta cofradía se fundó en la ciudad el año de 1949, teniendo su primera salida procesional al siguiente año, pero solo con el trono de la imagen de Jesús sobre la borriquilla delante de una palmera.

   No sería hasta seis años mas tarde que se incorporaría a los desfiles procesionales el trono con la imagen de María Santísima de Consolación y Esperanza, una talla del siglo XVII cedida por las monjas agustinas de la ciudad. Dicha Virgen sostenía en sus brazos a un Niño Jesús y estuvo procesionando bajo un palio de color verde manufacturado en la misma ciudad de Antequera.

   Una vez trasladada la cofradía a su actual sede en la iglesia de San Agustín en 1968, se incorporó una tercera imagen, la de Jesús orando en el huerto, imagen que en 1974 fue sustituida por una nueva obra de Antonio Checa. 


   El año don mil amanece para la Cofradía con la celebración de su cincuentenario y la coronación litúrgica de la Virgen, así como con el estreno de nuevo palio y enseres, realizados en el taller de bordados de la propia cofradía. 


   Nota: las imágenes de la Virgen, Jesús y el escudo de la Cofradía han sido tomadas de la página oficial de la Agrupación de Cofradías de Antequera:

http://www.agrupaciondecofradiasdeantequera.org/

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Málaga - 2020

domingo, 29 de noviembre de 2020

LA FRAGATA ARGENTINA PRESIDENTE SARMIENTO EN MÁLAGA. NOVIEMBRE DE 1911.

 

    En la tarde del sábado, cuatro de noviembre de 1911, llegaba al puerto de Málaga la fragata argentina buque escuela Presidente Sarmiento tras un viaje, al parecer sin contratiempos, que la traía desde la ciudad de Barcelona. Era su comandante el capitán de fragata Mariano F. Beascoechea.

   El siguiente día, domingo, el comandante, acompañado de parte de la oficialidad del buque, saltó a tierra para cumplimentar una visita y presentación a las autoridades malagueñas, en un clima de gran cordialidad y fraternidad entre dos naciones hermanas y en buena armonía, estableciendo un plan de estancia de la expedición argentina en nuestra ciudad.

   El lunes día seis, ofreció la oficialidad argentina una fiesta a bordo de la fragata que resultó ser muy agradable y exitosa, ofreciéndose refrigerios. Por la noche, se les ofreció a los marineros un banquete.

   Al día siguiente, martes, fue la oficialidad argentina invitada a un espléndido banquete en su honor, organizado por la Cámara de Comercio malagueña. La presidencia de dicho banquete la ocupó José Álvarez Net, presidente de la Cámara, quien situó a su derecha al capitán Beascoechea y a su izquierda al señor Huelín.

   Entre los comensales se hallaban siete oficiales y siete guardias marinas de la fragata, los miembros de la junta directiva de la Cámara y los principales comerciantes e industriales de Málaga.

   Durante la comida, se brindó numerosas veces por la amistad y fraternidad entre ambas naciones y el señor Álvarez Net manifestó los verdaderos e intensos deseos de que se estrecharan aun más los ya de por si sólidos lazaos que unían a Málaga con la república hermana, a lo que el señor Beascoechea respondió manifestando la gratitud por la acogida recibida en nuestra ciudad a la vez que recordaba los lazos, no solo económicos y comerciales, sino que también los históricos y espirituales que unen indisolublemente a ambos pueblos, español y argentino, deseando vivamente que España, "...con las nobles armas del trabajo reconquiste comercialmente a la Argentina..."

   Por la noche, el Ayuntamiento malagueño obsequió a los marinos con un banquete en los salones del hotel Regina.

   El miércoles, se ofreció a la buena sociedad malagueña un té a bordo de la fragata, al que acompañó un baile que duró hasta bien entrada la noche. Ese mismo día, los marineros argentinos fueron obsequiados con una función organizada por la Cruz Roja malagueña.

   El jueves, día nueve de noviembre, la fragata "Presidente Sarmiento " abandonó las aguas malagueñas con rumbo a Gibraltar.

   En 1931, siendo ya contraalmirante, Beascoechea escribió una narración del undécimo viaje de esta fragata, en el transcurso del cual narró su estancia en la ciudad de Málaga en noviembre de 1911.

   He aquí lo narrado:

   Hace ya muchos años, tal vez veinte, tal vez más, una gran inundación, causó grandes perjuicios en la ciudad de Málaga. Su río, el Guadalmedina, que la cruza desde las faldas de sus montañas hasta el mar, desbordó torrentes de su profundo cauce y arrastró en sus turbiones, caseríos importantes, ocasionando muertes y destrozos que llevaron a la miseria a muchos cientos de sus habitantes.


   Esta noticia fue conocida en Buenos Aires el mismo día de la catástrofe y el Banco Español, entonces en la plenitud de su crédito, inició de inmediato una suscripción para socorrer esta desgracia. El pueblo argentino respondió al instante y la colonia española con afán patriótico recolectó en pocas horas, sumas importantes de dinero. Nuestras cámaras votaron en el día, una donación generosa y con tal rapidez se llevó a cabo la colecta, que esa noche llegó a Málaga un giro telegráfico por más de un millón de pesetas. Allí le llamaron el óbolo argentino, y desde ese tiempo aquella ciudad, agradecida, pedía por intermedio del Ministro Español en Buenos Aires, que la fragata "Sarmiento" tocara en Málaga en uno de sus viajes.

   El 4 de noviembre, a las cuatro de la tarde, estábamos frente a Málaga, con cielo claro y sol radiante. La ciudad, blanca como una paloma, entre sus montañas y las playas del mediterráneo. Un grupo numeroso de embarcaciones hizo rumbo hacia nosotros. Eran guigues del Club de regatas tripulados por niñas que con blusas azules, vestidos blancos y gorras marineras, en cuyas cintas decía Viva la noble Argentina, venían a traernos el primer saludo, subieron a bordo, entre aplausos y acordes musicales, y con tan preciosa carga, la "Sarmiento" que venía con todo su velamen, inició su entrada al puerto, recogiendo sus velas con tal prontitud y corrección, que se [hay un borrón] ...tas sentamientos que accionaban la maniobra, en que cada marinero desplegaba el máximo de su agilidad y destreza para que aquella faena que contemplaban miles de espectadores resultara lucida.

   La ciudad estaba embanderada; los balcones con adornos y flores y el Regimiento Húsares de la Reina, venido especialmente de Madrid, al mando del Coronel Cayetano de Alvear, desplegado en orden de batalla, presentaba sus armas a los acordes de nuestro Himno (el argentino), que varias bandas de música hacían oír en aquel momento.

   El pueblo, con aclamaciones entusiastas, vivaba una y mil veces a la República Argentina y a sus marinos, a la hija predilecta de España. Y entre aquel clamoreo que no cesaba un instante y entre los silbatos de las sirenas de los buques y las fábricas vecinas, la "Sarmiento" continuaba su entrada, recogidas ya sus velas y tirando a tierra los cabos necesarios para amarrarse al malecón que le estaba destinado.

   ¡Cómo narrar aquellos días inolvidables en que sus horas fueron una serie no interrumpida de ovaciones y de fiestas!

   Desde mi llegada, avisé a la Comisión de Fiestas que mi estada en el puerto duraría tres días, aunque eran cuatro los marcados en el itinerario del viaje. Siempre lo hacía así en todas partes, porque a última hora, principiaban las insistencias para que la fragata postergara su salida, siéndome entonces posible complacerlos sin pedir permiso al Ministerio.

   En la tarde del tercer día, vinieron a bordo varias damas de la Sociedad de Beneficencia a decirme que ellas sabían que debía zarpar a la mañana siguiente, pero a pesar de ello me pedían en nombre de todas las damas y señoritas de Málaga, que postergara un
día mi partida, pues se iba a dar una función de gala con fines caritativos en el teatro "Cervantes" y que ellas estaban seguras, que si podían anunciar en los carteles que nosotros íbamos a estar presentes, la fiesta sería todo un éxito, reportando grandes beneficios para sus pobres protegidos. Accedí al pedido haciéndoles saber que sentimientos de esa naturaleza no se invocaban inútilmente en un buque argentino.

   Esta noticia corrió pronto por toda Málaga y cuando en la noche siguiente, nos presentamos en el adornado palco que nos habían destinado, los concurrentes del teatro se pusieron de pie y damas y caballeros nos aplaudieron con cariñoso entusiasmo.

   En los entreactos, visitando los palcos de mis amigas, noté que todas ellas me decían: "Ya verá Vd. cómo mañana tendremos todavía la felicidad de tener a la Sarmiento en nuestro puerto" Y efectivamente, así hubiera sucedido, si una cariñosa indiscreción no hubiera hecho saber a uno de mis oficiales, que todas las niñas del Rowing Club tenían el propósito de cerrarnos la salida del puerto, con sus embarcaciones tripuladas por ellas mismas!

   ¿Qué comandante, no hubiera dejado caer las anclas de su navío, ante semejante muralla? Por eso nos fuimos en silencio, a las dos de la mañana, mientras la ciudad dormía.

   El 12 de noviembre, después de varios días de permanencia en Gibraltar, dedicados a una prolija recorrida de toda la arboladura, hicimos rumbo al Atlántico, en busca de los alisios del noroeste.

   Mandé a Málaga este pensamiento, que, según supe más tarde, fue publicado en numerosos diarios de España:

A MÁLAGA

   Si las gracias de las malagueñas se derramaran sobre las cuencas del Guadalmedina, ni el Guadalquivir, ni el Plata, ni el Amazonas, serian más caudalosos! ¡Adiós, pedazo del cielo, bañado por el Mediterráneo! ¡Lo terrible es haberte conocido y tenerte que dejar!

   La "Sarmiento"

*NOTA: Las dos últimas fotos son propiedad del Archivo Díaz de Escovar, de Málaga.

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Málaga - 2020

sábado, 28 de noviembre de 2020

HA MUERTO DON ENRIQUE, EL ÚLTIMO GUARDA DEL ACUEDUCTO DE SAN TELMO

   El 26 de noviembre de este año de 2020, falleció a los 85 años de edad el Sr. D. Enrique Aguilar Rivas, quien fuera el último gran guarda del maltratado Acueducto de San Telmo, quien durante décadas se dedicó a mantener y gestionar la operativa de riegos de este monumento de la ingeniería dieciochesca. Fue enterrado en el cementerio de San Gabriel de esta ciudad de Málaga a las 14:00 horas del siguiente día 27.

   Durante casi toda una vida, se dedicó a defender el acueducto, clamando ante tirios y troyanos por su constante degradación y ateniendo a cuantos curiosos se le acercaban ávidos de ser partícipes de sus infinitos conocimientos acerca del monumento y de los usos ancestrales del agua y las tradiciones que en torno al líquido elemento hay.

   Con el, desaparece un tesoro difícilmente -por no decir imposible- de reponer: el zabacequia o regidor de acequia, palabra derivada del árabe hispano صاحب الساقية , çáhibas-séquiya. (Diccionario general etimológico de la lengua española. Pág. 761. Madrid, 1887)    

   A pesar de su constante e infatigable labor, D. Enrique no pudo penetrar la indiferencia de los malagueños y las autoridades hacia la conservación de este monumento, de esta obra magna del siglo XVIII, que se está irremediablemente perdiendo ante sus ojos: 

- zonas destruidas al 100% y de las que no queda ni el recuerdo, 

- zonas destruidas en mayor o menor grado, 

- puentes y acequia tapados y ocultos por la tierra, 

- tramos invadidos por la vegetación y su acción destructora, 

- zonas víctimas de los vándalos, 

- alcubillas convertidas en estercoleros, ...                                                                         

   Impotente, D. Enrique veía como una de las obras cumbre de la ingeniería del siglo XVIII se iba perdiendo día a día, como tanto patrimonio histórico y cultural malagueño y todo esto ante la indiferencia y desprecio de la ¿ciudadanía? malagueña.   

   Ni siquiera ha habido la iniciativa, popular o pública, de reconocer mediante un homenaje y una lápida conmemorativa la labor que durante estos 226 años han venido prestando los guardas del acueducto.  En fin, Málaga en estado puro.                                                                         

   Descanse en paz el bueno de D. Enrique.  

IHPMalagueñas

Málaga - 2010