martes, 15 de noviembre de 2016

CELEBRACIÓN REALIZADA POR LA MARINA EN MÁLAGA POR LA RESTITUCIÓN DE FERNANDO VII

RELACIÓN
DE LA CELEBRIDAD
HECHA
POR LA MARINA REAL
Y MERCANTIL
DE MÁLAGA
EN LA RESTITUCIÓN AL TRONO DE S. M.
Y RATIFICACIÓN DE SU JURAMENTO

   Desde el momento feliz que llegó á esta ciudad la deseada noticia de hallarse en territorio español nuestro augusto Soberano el Sr. D. FERNANDO VII, acordaron los oficiales de la Real armada, los del ministerio, y demás empleados en los varios ramos de su instituto ratificar el juramento de fidelidad que prestaron á S. M. el año de 1808 con la magnificencia y pompa debidas á tan grandioso y solemne objeto. La matrícula mercantil, que considerándose emanada de la real armada, anhelaba por tener parte en sus sentimientos de adhesión á nuestro Monarca, fue admitida con la mayor cordialidad, y desde el momento se determinó el dia, modo, y forma de solemnizar el acto.



   En el treinta de mayo, dia memorable del Sto. Rey D. Fernando, del Real nombre de nuestro amado Soberano, y aniversario de la heróica resolución de los españoles de morir por la defensa de su Rey, patria, y religión; en este dia fue, en el que la marina Real y mercantil dio principio á la celebridad convenida.

   En todo el largo que ocupa el espacioso balcon de las casas del rey, donde existe la comandancia militar del tercio, se había dispuesto por la dirección del capitán de fragata é ingeniero en 2º D. Joaquin Maria Peri, un frontis de órden compuesto con quatro pilastras estriadas, dexando de los tres entrepaños el del centro de mayor amplitud para el dosel donde se colocó el retrta de S. M. En el frixo de la cornisa se puso el lema siguiente.

LA MARINA REAL Y MERCANTIL Á SU
AUGUSTO SOBERANO
EL SEÑOR DON FERNANDO VII

       Y en la parte exterior del balcón se corrió una balaustrada figurada de piedra con sus remates sobre los pedestales en forma triangular, adornado lo demás de la casa con vistosas colgaduras y diversas arañas de cristal para la iluminación de la noche.

   Preparado todo de esta suerte, se reunieron los individuos de marina á las cinco de la tarde en la comandancia militar, de donde salió una diputación de ocho por el sr. comandante generl gobernador de la plaza D. Rafael Truxillo, y por los señores generales D. Jose O-Donell y D. Antonio Cruz que se dirigieron con gran uniforme á solemnizar el acto. Al toque de las campanas de las seis, y en medio del repique general de todas las iglesias inclusa la matrix, de la salva de artillería de los fuertes, buques del rey y mercantes, de la música militar, y de los vivas y aclamaciones de un indecible concurso, se descubrió el retrato de S. M. por el Sr. gobernador comandante general, estando á su lado los demás generales, el comandante militar del tercio D. Pedro de Mesa, y los oficiales, y empleados de marina. Cien y cien veces se repitieron por el pueblo las demostraciones de amor y fidelidad, y en todas ellas mezcladas las lagrimas de alegría con las voces de viva el Rey, se presentaba el quadro mas tierno y elegante.

   Dos centinelas de los batallones de la Real armada se colocaron al lado del retrato del Rey, y servido un abundante refresco que tenia preparado el comandante militar, continuo el concierto hasta las nueve de la noche. habiéndose iluminado la perspectiva y fachada de la casa con multitud de hachas de cera, y otras luces en las arañas de cristal que le adoraban, y verificándolo igualmente los demás del cuerpo con colgaduras en sus ventanas y balcones, con particularidad el colegio de San Telmo, donde se dipuso una visual y costosa iluminación por ser su iglesia destinada para tributarse al dia siguiente las debidas gracias al Todo-poderoso por la cesación de nuestros males, y cuyo director y empleados contribuían á la celebridad acordada.

   En efecto asi se verificó en la siguiente mañana, que pasando la diputación por el señor comandante general gobernador, y estando convocados en el templo los demás generales, estado mayor y oficialidad de los cuerpos, autoridades, cabildos eclesiástico y secular, órdenes religiosas, gefes y empleados de las varias oficinas de la plaza, cónsules extranjeros, y diferentes personas de distinción, se dió principio á la misa solemne que celebró el teniente de vicario general de mar y tierra, D. Jose Ortuzar, del órden de San Juan, y prebendado de la santa iglesia catedral, con la capilla de la misma matriz, la orquesta militar que correspondía en la puerta de la iglesia, y las descargas de la tropa del batallón de voluntarios de la patria, que se repitieron por tres veces, al patentizar á S. M. ´al consagración, y al Te Deum, concurriendo al saludo los buques del Rey  y mercantes, y el repique general de campanas. Los retratos del Rey y de nuestro Santisimo Padre Pio VII se hallaban colocados en el presbiterio baxo dosel con dos centinelas de voluntarios, y la iglesia se adornó con la mayor profusión, ostentando delicadezas y buen gusto en sus colgaduras, abundantes luces, ramilletes, y alhajas que servían al altar para la magnificencia del Dios vivo, á quien se dirigían los votos, patentizándolos elegantemente el : R. P. Fr. Juan Calatrava del órden de San Francisco en la eloqüente oración, que produxo después del evangelio, y que, llena de la mas santa unción, elevo los corazones de todos á tributar las debidas gracias á el padre universal de los vivientes por la restitución de nuestro deseado Monarca, y de la Cabeza de la iglesia, por el término y fin de nuestros males, y por la destrucción del tirano de la Europa.

   Concluida la misa y el Te Deum pasó todo el concurso á la sala de juntas del mismo Real colegio, donde se sirvió un abundante refresco por los oficiales del cuerpo, y se repitieron las voces de viva el Rey mezcladas con los sentimientos mas puros de gratitud y cordialidad.

    Á las dos de la tarde se dirigió la oficialidad y empleados á la casa fonda del comercio, donde se verificó la comida que tenían dispuesta, y á que concurrieron invitados los señores generales D. Antonio de la Cruz y D. Jose O-Donell, el teniente de vicario, y otros sugetos de distinción, interrumpiéndose á cada paso con los continuos brindis que principio el señor gobernador: por el Rey nuestro Señor, y exigió la repeticion precisa de todos en los diversos objetos que adaptasen. Cada uno de los presentes, y por el orden de sus asientos, continuó brindandopor S. M. el Sr. D. Fernando VII; por nuestro Santísimo Padre Pio VII; por los serenímos señores Infantes D. Carlos y D. Antonio; Por la Real armada; por el general Elío, que fue el primero que á el rey los votos del exercito y armada, y por otros varios y distintos particulares,  concluyendo el señor gobernador con brindar en el café, y en medio de la general aclamación: por el excelentísimo señor D. Juan Maria Villavicencio que mereció la confianza del Rey, y dicipó con su presencia los males de la discordia.



  Á las quatro se dió principio á un combate naval de moros y christianos que había preparado el gremio de pescadores de la matricula, y que practicaron vistosamente, adornados en sus trages, observando la mayor propiedad y pericia, el que finalizado con el apresamiento de los siete buques berberisco, se dirigió el gremio, precedido de la orquesta militar y con los prisioneros en medio á la puerta de la comandancia para la ratificación del juramento que tanto deseaba. En la sala principal se prestó solemnemente por todos los oficiales y empleados sobre el libro de los evangelios á presencia de los señores generales y otras personas, y enseguida saliendo todos al balcón donde estaba colocado el retrato de S. M. se exigió de la matricula la insinuada ratificacion del juramento de fidelidad al Rey según el año de 1808,por el comandante militar del tercio asistido por su segundo, del auditor y escribano, á lo que contestaron con vivas, aclamaciones y descargas de fusilería, á que correspondieron los buques del puerto, y con el saludo de quince voces de viva el Rey á toque de pito por el prohombre, las que repitió el innumerable concurso que se hallaba presente y resonaron en toda la extensión de la alameda.

   Finalizado el acto á que terminaba la solemnidad prevenida, alternaron en agradables conciertos hasta las doce de la noche las dos orquestas del teatro, y militar, y se dispararon vistosos fuegos artificiales, que concluyeron con un magnífico castillo, combatiendo con otros dos fuertes  y dos barcos colocados en sus frentes; lo que lleno los deseos de todos los concurrentes que á una voz han manifestado su satisfacción, y la preferencia que merecían á cuantas diversiones de igual clase se habían visto en otras ocasiones.

   Por último desde aquella hora hasta la mañana siguiente se dió fin á la celebridad con un brillante sarao en la comandancia militar, donde voluntariamente concurrieron varias máscaras de particulares y donde se repitió el refresco abundante y continuado del dia anterior.

   Tal ha sido en substancia lo ocurrido en la ratificacion del juramento de la marina Real y mercantil de Málaga, y á cuyo acto se reunió la gente la gente que jamas se ha visto en otras solemnidades. Diversos vecinos de las ciudades, villas y lugares de la comarca se apresuraron á presenciar las demostraciones de fidelidad de la Real armada, siendo en tanto grado, que á mas de hallarse ocupadas con forasteros casi todas las casas de esta plaza, solo de las posadas, se dio parte al señor gobernado del número de cinco mil, y á pesar de tan grandioso concurso y de la asistencia de todo el pueblo, no hubo motivo de desazon la mas leve, ciñéndose todos á observar una tranquilidad exácta , á desplegar sus sentimientos de alegría, y prorrumpir en las solas voces de viva el rey, viva la religión, viva la marina.    

IHPMalagueñas
Málaga - 2016

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