sábado, 20 de abril de 2024

ACERCA DE UNA PIEDRA DE UN PANTEÓN FUNERARIO


   Realizando una visita al Museo de Málaga, entré en un ala de la planta baja destinada a almacén y visitable por el público, donde se reúnen toda clase de objetos (muebles, pinturas, esculturas, sillas de montar, ...) que por falta de espacio no caben en las salas expositivas, me encontré con la parte superior de un panteón funerario realizado en piedra, el cual contenía un escudo heráldico e inscripciones, una por cada cara, mandadas grabar por orden de un sobrino de los enterrados, un tal Enrique, cónsul de los Países Bajos en ese entonces.

   En una de sus caras, supongo que la principal, reza lo siguiente:

AQUI YACEN LOS SEÑORES MARQUESES DEL CASTILLO

D. TEODORO MARTINEZ DE BELTRAN. CABALLERO DEL ORDEN

DE SANTIAGO. CORONEL DE LOS R. E. DE S. M. C. QUE MURIO EL

DIA III DE NOVIEMBRE. Y SU ESPOSA D. RAFAEL GALLEGOS Y DELGADO

?? EN LA EPIDEMIA DE MALAGA DEL AÑO MDCCCIII. PIDAN A DIOS POR ELLOS.

   La otra cara presenta la siguiente inscripción:

ERIGIO ESTE MONUMENTO EN TESTIMONIO DE SU AMOR Y SU PIEDADSU SOBRINO

DON ENRIQUE GRIVEGNEE Y GALLEGOS. REGIDOR PERPETUO DE ESTA CIUDAD

   Sobre el hallazgo de esta piedra del panteón, he leído un par de afirmaciones.

   La primera de ellas, es una nota aparecida en el periódico SUR del veinticuatro de mayo de 1949, la cual informa que la piedra encontrada, supongo que unos días antes, lo fue durante unas excavaciones que se estaban realizando por parte de RENFE para la instalación de un taller escuela para los aprendices. El siguiente día quince de junio se traslada a la Alcazaba.

   Aquí el recorte del periódico SUR:

La segunda afirmación me la proporciona el periódico La Opinión de Málaga, que dice que esta piedra -no habla de donde se encontró- fue situada en la iglesia de la Merced y tras el incendio de esta en mayo de 1931, la piedra fue rescatada por Juan Temboury, pasando posteriormente a ser depositada en la Alcazaba, pasando de ahí al Museo de Málaga, ya en 2016.

   Yo, aunque no conozco la fuente en la que se basa el periódico, me decanto por la primera de las versiones, pues da cuenta sobre la marcha del hallazgo y destino de la susodicha piedra.

   Picado por la curiosidad y por mi afición a descubrir datos sobre militares malagueños que hubo en el pasado, me lancé a investigar a ver que encontraba de aquel Teodoro, que era, nada menos, que coronel y Caballero de Santiago desde 1769. De camino también investigué sobre su mujer, porque si era de la provincia de Málaga, también me interesaba.

   Pues bien, resulta que este buen señor no era malagueño, no. Tampoco era andaluz, que ya es desgracia. No, nuestro Teodoro había nacido en Génova, un veintisiete de marzo de 1739. Al seguir mirando, vi que su señora esposa era de Marbella, de modo que solo por eso me puse a buscar información sobre el señor coronel, a ver si sacaba algún dato más de su relación con la provincia de Málaga, cosa que, al presente, no he encontrado.

   La información hallada solo me decía que en 1769 fue recibido por caballero de la Orden de Santiago y que en ese momento era capitán graduado de teniente coronel con destino en el regimiento de Nápoles. La piedra del panteón funerario ya me informó que era marqués del Castillo, de modo que con estos mimbres empecé a mirar y mirar, pero para mi desgracia no había ninguna información militar -ni social- acerca de este individuo.

   Como no podía conformarme, continué mirando y tras dejarme las pestañas mirando la pantalla del ordenador, encontré que era hijo de Luis Martínez de Beltrán Grijalva, natural de Logroño, y de doña Gerónima Carentii Rufini, natural de Del Final, Génova (No he encontrado esa localidad y a lo mejor es solo Génova)

   Bien, la cosa parecía que empezaba a ir por buen camino, de modo que continué insistiendo y la búsqueda me llevó a averiguar que este Luis, padre de nuestro coronel, resulta que llegó a Génova en 1721, donde obtuvo el empleo de tesorero y secretario del Real Giro. Añadir que en 1733 fue -supongo que a distancia- alcalde de la Santa Hermandad de Logroño y, por último, marqués del Castro, que aunque no he averiguado desde cuando supongo que después de 1756.

   Desempeñando su empleo en Génova, como buen individuo de su época y de su posición, trabajó con ahínco para su ascenso -y el de su linaje- en la escala burocrática y en la militar, y para ello hizo uso de algo muy común en su época: el proceso venal de la recluta de dos mil soldados al precio de catorce pesos por individuo, es decir, se dedicó alistar gente, vestirla y armarla para crear compañías, escuadrones, batallones, ... que luego presentaría al estado, quien a partir de entonces se haría cargo de su manutención y destino. Los dos mil soldados fueron entregados al rey en Barcelona.

   La mejor manera de un ascenso meteórico en la carrera de un individuo, incluido un título de marqués.

   Esto fue lo que le proporcionó los beneficios que buscaba, pues en 1756, aparte del beneficio de la venta de patentes, obtuvo no solo la patente de capitán para Teodoro, sino que también la de teniente coronel para Marcos Antonio, su hijo mayor y heredero del título (Aun hay un tercer hijo, Francisco, que no se decantó por la milicia pero si por el hábito de Santiago)

   Bueno, volviendo al coronel Teodoro, me supuse que aunque el empleo de capitán fuera comprado, algo tendría que haber hecho para alcanzar el empleo de coronel, de modo que en alguna parte aparecería información sobre algún hecho de armas, de alguna comisión o, al margen de lo militar, algún negocio, algún pleito, la boda de algún hijo, ... yo que sé, cualquier cosa, cualquier algo. Pero no, a pesar de buscar y buscar no encontré na de na.

   Solo que, también en 1756, su padre pidió para Teodoro permiso para estudiar matemáticas en la Real Academia de Barcelona. Pero, para variar, no hay más datos.

   Es decir, que al presente, no existe información disponible -o no he sido capaz de encontrarla- de este individuo más allá de lo dicho. Es más, en la piedra dice que era marqués del Castillo y buscando tampoco he encontrado ninguna noticia que me relacione a Teodoro y su mujer con ese título nobiliario. Nada, ni cuando le fue concedido, ni porqué, ni nada de nada. Un misterio, oiga.

   Acerca de su mujer, Rafaela Gallegos y Delgado, diré que nació en Marbella, hija de Vicente Gallegos González (Baena, Córdoba) y de Francisca Delgado Guerra (Marbella, Málaga), heredera de un importante patrimonio inmobiliario, tanto de fincas rústicas como urbanas.

   Que sepamos tenía dos hermanos:

- Antonia, nacida en Málaga en 1751, que casó en Marbella el 26 de marzo de 1768 con el industrial y hombre de negocios belga Enrique Grivegnée y Housse de Nemot y Salik, hijo del noble burgomaestre de Lieja y regidor de Romsbery Andrés de Grivegnée y Dolores de Housse. La pareja tuvo varios hijos. Falleció Antonia en Churriana, el siete de noviembre de 1823. Falleció  Enrique en Málaga, también en 1823, y

- José, quien contrajo matrimonio en Filadelfia (EE. UU:) con Mary Magee. Falleció José en 1818, en Richmon, Virginia (EE. UU.). Falleció Mary en 1811, también en Richmon.

   Fallecieron Teodoro y Rafaela el día tres de noviembre de 1803 víctimas de la epidemia de fiebre amarilla que asoló Málaga y que se cepillo a la cuarta parte de la población de la ciudad.

   No quiero terminar este artículo sin hacer una mención más sobre su hermano Marcos Antonio (7-2-1734, Génova), y es decir que gracias al mismo sistema de reclutar, vestir y armar soldados, obtuvo el empleo de coronel en 1764 merced a la provisión de cuatro mil de estos en cuatro años, aunque al final solo entrego mil trescientos cuarenta y siete, quedando esta contrata finalmente suspendida. Para 1769 era marqués del Castro y coronel de infantería agregado al regimiento de infantería de Nápoles.

IHPMalagueñas

Málaga - 2024

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