El siglo XIX en Nerja comenzó manteniendo la inercia que tría del siglo anterior, en el que se produjeron importantes mejoras tanto en la ciudad como en su entorno, así como en su economía.
En la ciudad se acometen obras como el empedrado de sus calles, ampliación de edificios públicos, etc. En el campo y gracias a la mejora de las canalizaciones de riego, los resultados agrícolas fueron mucho mejores, dando como resultado un incremento de la productividad económica nerjeña, estimulando a su vez que se aumentara la producción industrial y se crearan nuevas industrias.
En estas circunstancias, no es de extrañar que las producciones de productos tradicionales del país como la harina, la miel y el azúcar alcanzaran notable éxito. Así mismo, se mejoró la explotación de las minas o se abrieron otras nuevas y toda esta producción.
Su población creció hasta los ocho mil habitantes y de aquí salieron algunos importantes individuos del mundo de la cultura.
Este éxito, este auge de la economía de Nerja se vio favorecido con la apertura de una nueva vía de comunicación con Málaga y con Almería, aunque no obstante había algo que la perjudicaba, lo que era el no contar con una aduana propia que facilitara las cosas tanto a los productores agrícolas e industriales como a los capitanes y patrones de buques y a los armadores.
El siglo XIX fue, como todos sabemos, un siglo bastante catastrófico para España y Nerja no fue una excepción, pues dicha ciudad fue viendo como poco a poco perdía peso económico.
Desde luego no fue una cosa de un día para otro, no, fue algo lento pero constante, comenzando por la mala gestión que realizaron los gobiernos de Carlos IV, continuó con la terrible Guerra de la Independencia y se certificó con el reinado del traidor Fernando VII.
No obstante esto, el empeño y laboriosidad de los nerjeños, logró mantener, mejor o peor, la capacidad productiva y exportadora y ante las dificultades para rentabilizar mejor sus producciones comprendieron que tener la aduana en esa ciudad les reportaría un gran beneficio, de modo que varios vecinos labradores solicitaron a la Reina Isabel II la traslación de la aduana existente en Torrox a su ciudad y tras una serie de gestiones, tiempo -y suponemos que dinero- obtuvieron dicha traslación, así como la capacidad de gestionar la recaudación correspondiente al sello del peso de los registros.
Carta marina de Nerja. Hacia 1850 |
Ilmo.
S r.:
Enterada
la Reina (Q. D. G.) del expediente remitido por el Inspector de Aduanas y
Resguardos del distrito de Málaga, en que se pide por varios vecinos labradores
de la villa de Nerja la traslación á dicho punto de la Aduana de cuarta clase
que actualmente existe en el de Torrox; comprobados como aparecen los inconvenientes
y perjuicios que, tanto á los recurrentes cuanto á los capitanes y patrones de
buques, irroga la situación topográfica dé la referida Aduana, á fin de
facilitar la exportación de frutos del pais, ofreciendo á la vez la mayor
seguridad á aquellos; de conformidad con lo manifestado por esa Dirección
general, S. M. ha tenido á bien acceder á la pretensión, puesto que esta medida
no debe producir gastos ni gravar el presupuesto, mandando se lleve á efecto la
expresada traslación, que dispondrán, con las precauciones necesarias, el
Gobernador, Inspector de Aduanas y Comandante del Resguardo de dicha provincia;
y que para completar las ventajas que se proponen y son de esperar de la
traslación, se trascriba esta resolución al Ministerio de la Gobernación del
Reino, á fin de que, no habiendo inconveniente, se sirva dar las órdenes
oportunas que autoricen al Administrador de la Aduana de Nerja á certificar y
exigir el valor del sello correspondiente al peso de los registros que previene
la Real órden de 12 de Diciembre último; si bien remitiendo periódicamente al
de Correos de Velez-Málaga las cantidades que recaude por el indicado concepto,
porque asi se evitará á los capitanes y patrones de buques el tiempo y
desembolsos que emplean en busca de aquel requisito.
De
Real órden lo digo á V. I. para su inteligencia y efectos correspondientes.
Dios guarde á V. I. muchos años.
Madrid
1.° de Julio de 1850. = Sr. Director general de Aduanas y Aranceles.
IHPMalagueñas
Málaga - 2016
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