En una recoleta plaza, bajo frondosos magnolios y rodeada de cuatro bancos de piedra, encontramos sobre un hexagonal zócalo de piedra roja, una fuente cuya pileta o taza de forma hexagonal y de la cual surge un vástago o fuste de piedra negra, también de seis caras y con una acanaladura labrada en bajo relieve en cada una de las caras.
Sobre dicho vástago, se apoya otra taza,
también hexagonal, donde vemos seis mascarones, en tres de sus cara aparecen
labrados como caras humanas y en las otras tres aparecen como unas hojas, surgiendo
de todas las seis caños por donde mana el agua.
De esta taza surge un nuevo vástago que
termina en forma de bellota o similar, hecho de piedra roja.
Sobre qué tiempo puede tener esta fuente, pues soy incapaz de decirlo, francamente. Solo sé decir, y eso gracias a unas fotos antiguas que hay en el Archivo de Antequera, que para mediada la década de los años cuarenta del pasado siglo XX ya estaba operativa.
En cualquier caso, y aun a sabiendas que es
un poco arriesgado atreverme a ello, he estado investigando y de lo leído voy a
lanzarme a decir que el origen de esta fuente estaba en una que había adosada a
una casa, una fuente llamada de los Cuatro Cantillos de la Maya y que, al
parecer, se puede datar ya en el siglo XVIII y que hallaba frontero al convento
de las carmelitas, trasladándose después de sitio.
El paso del tiempo trajo cambios a la zona,
pues las casas donde estaba adosada la fuente fueron derribadas en 1941, pues
estaban en estado de abandono y ruina, urbanizándose la zona y creándose el jardincillo
y plaza de las Descalzas, llevando para decorar el jardín una fuente que había
en el cementerio, ubicándola en el centro de dich0 jardincillo.
Para finales de los años cuarenta, ya
empezaba a tener el aspecto que podemos ver hoy día.
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NOTA: Las fotos en blanco y negro son de la década de los años cuarenta del pasado siglo XX y pertenecen al Archivo Municipal de Antequera.
IHPMalagueñas
Málaga - 2023
Un sitio totalmente arruinado en la actualidad, lleno de mesas, sillas y sombrillas de dos o tres bares que se han adueñado de la plaza con la complicidad del ayuntamiento. Ya no es solo su uso durante el horario de apertura sino que también se utiliza como almacén porque, sorpresa, esos bares no tienen espacio propio para almacenar tanto cachivache y se les regala centenares de metros cuadrados de espacio público.
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