En la carretera nacional 340, entre los núcleos de población de Benajarafe y Almayate, cerca del camping de Valle-Miza, encontramos un edificio militar, un castillo o fuerte, hoy reconvertido en la Escuela de Hostelería Castillo del Marqués, un centro de enseñanza público dependiente del I.E.S. María Zambrano de Torre del Mar, donde más de doscientos alumnos estudian Servicios de Restauración y Cocina.
La historia de este edificio militar se puede
resumir de la siguiente manera:
Entre los años de 1506 y 1507, los moriscos
que aun quedaban viviendo en Almayate, quizás intuyendo que el futuro no les
iba a ser simpático, decidieron abandonar el lugar y marchar a Berbería,
ocasión que aprovechó Íñigo López de Mendoza, II conde de Tendilla, I marqués
de Mondéjar y, además, capitán general del reino de Granada, para solicitar a
la Corona que le cedieran el lugar, merced para su explotación.
Los reyes accedieron a ello y se lo cedieron, pero no como señorío, sino como, digamos, en usufructo siéndole otorgado el veintiocho de octubre de 1508. Una vez recibidas las tierras y las casas de los morisco, López de Mendoza obtuvo autorización para repoblar la zona con sesenta nuevos vecinos, curiosamente moriscos.
A la vez que repoblaba la zona, López de
Mendoza mandó construir una pequeña fortificación en la playa de Almayate, torre
que recibió el nombre de Torre del
Marqués, pues aunque en sus extremos estaban la Torre Nueva y la Torre del
Jaral y la villa de Almayate contaba con una fortaleza, había que tener en
cuenta que las torres solo lo eran de señales y no defensivas y la fortaleza
(de la que no quedan restos) se hallaba demasiado retirada de las huertas y del
camino de Málaga a Vélez-Málaga y era, además, bastante birriosa como
emplazamiento defensivo, pues
" La fortaleza,
que posiblemente fuera una torre de alquería rodeada por un muro o cerca de
albañilería, “una fortalezuela […] tan poca cosa que en la una pared no tiene
sino un ladrillo de gordo”, donde se acogían “los christianos viejos quel conde
enbía allí”, y tenía en su interior las ruinas de una mezquita cuyos materiales
habían sido aprovechados por los vecinos mudéjares para construir la torre
costera a la que se habían obligado..."
tan birria que López de Mendoza la destinó a
almacén de los productos que se recolectaran en las huertas y cultivos, por lo
tanto la construcción de la nueva torre era necesaria.
A mediados de ese siglo XVI, se realizaron una serie de transformaciones en la torre, ampliando sus dimensiones y estructura, pasando a ser fortaleza, denominándose a partir de entonces Castillo del Marqués.
En la década de 1760, el castillo se hallaba
en un estado de ruina lamentable, tanto que fue abandonado, siendo reemplazado
por otro de nueva planta, una fortificación que recibió el nombre de Fuerte del Marqués, y que fue levantada
no en el terreno del castillo antiguo, sino algunos cientos de metros al oeste
del mismo, entre la playa y el complejo de
las canteras de Almayate.
Dicho fuerte, se construyó siguiendo el
prototipo de fuerte con batería para cuatro cañones de a 24 libras proyectado por el ingeniero-director José de
Crane, según el cual se construyeron todos los de su especie previstos para la
costa del reino de Granada.
La construcción de este fue costeada por el
capitán Gaspar Álvarez de Sotomayor, pero claro, teniendo en cuenta la
venalidad existente en el ejército -mal común en todos los ejércitos europeos-
puso el dinero siempre y cuando recibiera a cambio de su dinero la concesión
del grado de capitán para sus dos hijos.
Una vez soltados los cuartos comenzó la
obra, encargándose de la ejecución del proyecto el arquitecto Antonio Ramos, que
era a la sazón el Maestro Mayor de la Catedral de Málaga, dando comienzo las
obras comienzos del otoño de 1766,
dándose por concluidas en diciembre de 1767.
El coste fueron 242.168 reales de vellón y
26 maravedís.
Añadir que los terrenos donde se levantó el nuevo Castillo del Marqués fueron cedidos a la Corona por los descendientes de López de Mendoza.
Hacia 1830 dejó de usarse para lo que fue
concebido, siendo entregado al Cuerpo de Carabineros de la Real Hacienda, quien
con el tiempo lo acabó convirtiendo en casa-cuartel, teniendo este uso hasta
que debido a su deterioro se proyectó una reforma en 1913, la cual se llevó a
cabo en 1919, añadiéndosele un cuerpo superior sobre el terrado para dar cobijo
a las familias de los carabineros, entregándose las obras en marzo de 1922.
Entre 1938 y 1939, durante la Guerra Civil,
fue reconvertido en cárcel-campo de concentración del bando nacional, siendo en
1940, tras la guerra, ocupado por la Guardia Civil, convirtiéndose en
casa-cuartel, aunque debido al avanzado estado de ruina que progresivamente fue
cogiendo fue abandonado a los diez años de ser ocupado por la Benemérita.
Tras esto, el ayuntamiento de Vélez-Málaga inició gestiones ante el Ministerio con la idea de hacerse con la propiedad, con la idea de instalar en él un centro cultural y de exposiciones, objetivo que al final logró en junio de 1984, aunque antes de esto fue sede de Proyecto Hombre de la Axarquía y en la actualidad alberga la sección de Hostelería del I.E.S. “María Zambrano” de Torre del Mar.
El interior está
caracterizado por su distribución alrededor de un patio rectangular, como patio
de armas. Con una escalera subida al baluarte y una rampa para bajada de
cañones.
La descripción más completa que tenemos de
esta nueva fortificación es la que hace José
Herrera García:
Situado en la
playa de Almayate. Dista del mar ciento cincuenta varas y un cuarto de legua de
la Torre anterior (Torre del Jaral)
Su forma consiste en una batería
semicircular para cinco cañones, cerrado por la gola con una obra más alta,
formando el todo un polígono irregular de ocho lados.
El que da frente al mar, y depende de la
batería, es el mayor, y está redondeado en los angulos adyacentes formando dos
Torreoncillos semicirculares para fusileria, que flanquean la bateria y los dos
lados colaterales y paralelos del poligono que pueden considerarse como alas de
un hornabeque simple que cierra la gola por la parte de tierra.
A la entrada de este fuerte hay un puente
levadizo, cubierto con un Tambor aspillerado, que saca su defensa de las caras
de los medios baluartes del hornabeque. Corona todo el perimetro de la obra
alta un muro aspillerado, formando el interior una plaza de armas, debajo de la
cual estan los alojamientos abovedados para el Gobernador, Tropas, Caballos,
&a, como tambien un cuarto de pertrechos, el repuesto de polvora, almacen
capilla, sacristia, cuarto del capellan &a, que tienen sus entradas por un
patio cuadrado que ocupa el centro del castillo.
El Cuerpo de Guardia, Cuarto del Oficial y
Calabozo se comunican por el cañon de entrada al Castillo.
Ademas de las aspilleras altas, ecsisten
algunas bajas en las alas, flancos, casas y cortina, para acer fuego desde el
interior de las habitaciones.
La bateria esta separada de la obra alta por
un foso de seis pies de ancho, el cual se dilata hacia el centro en forma de
asa de circulo, y se comunica las dos obras por medio de una Cajonera cubierta.
Por delante de la bateria corre tambien un foso.
Tiene por objeto este castillo impedir la
aprocsimacion de embarcaciones enemigas á la playa, que es espaciosa y propia
para desembarcos, defenderla, proteger nuestros buques, e impedir el
contrabando. Su posicion es propia para el objeto. Su estado bueno aunque
necesita varios reparos.
Es decir, tenemos un edificio de planta
poligonal irregular de ocho lados, que presenta su ingreso protegido por un
reducto esquinado dotado de adarve y troneras, situándose dicho ingreso por la
parte nordeste. Un pasadizo cubierto por bóveda de medio cañón conduce al patio
que da acceso a las distintas dependencias y cuarteles, así como a la escalera
que conduce a la planta alta que primitivamente era sólo azotea con parapeto
aspillado.
El lado que mira a la playa es un hornabeque formado por dos medios baluartes que baten flancos y se hallan trabados por una gola o cortina.
Los materiales usados para su construcción
son muros de mampostería y sillares.
José Herrera García no nos lo dice, pero por
otras fuentes sabemos que los cañones era de veinticuatro libras, tenía un pozo
de agua propio y que se hallaba habilitado para una guarnición compuesta para
entre doce o quince soldados de infantería, ocho de caballería -cuyo cuartel
ocupaba el torreón occidental- y cinco artilleros. La guarnición disponía de
una extensión grande de huerta.
Está registrado como Bien de Interés
Cultural en el BOE con fecha de 29 de junio de 1985.
- Foto de 1946: www.castillodelmarques.com/
- Foto de 1962: Biblioteca Cánovas del Castillo. Colección: Legado Temboury. Archivo Fotográfico. Signatura: 5896B
- Planos: Archivo General de Simancas. Signatura: MPD, 30, 044. Signatura anterior: SGU, 03689. Nº de registro: AGS00652
IHPMalagueñas
Málaga - 2022
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