sábado, 14 de julio de 2018

OBISPOS DE MÁLAGA - 5. TOMÁS DE BORJA,

   El día catorce de marzo del año de Señor de mil y seiscientos, tomaba posesión como Obispo de la Diócesis de Málaga, Tomás de Borja y de Castro.

   Era Tomás hijo del duque de Gandía y de la Sra. Dª. Francisca de Castro  Pinos y Aragón y hermano del santo de la Iglesia Católica Francisco de Borja, del Cardenal Rodrigo de Borja, y del Gran Maestre de Montesa y Comendador Mayor de Calatrava, Pedro Luis Garcerán y Borja, quien, además, era Mayordomo Mayor de la princesa Juana, Gobernador de Orán y Virrey de Cataluña ¡ahí es ná!

   El nuevo Obispo de nuestra Diócesis, había nacido en la localidad valenciana de Gandía alrededor del año de 1551. Realizó estudios en el Colegio Mayor de San Ildefonso de la ciudad madrileña de Alcalá de Henares, tras lo cual los continuó en el Colegio Mayor de San Bartolomé, en Salamanca, donde obtuvo el grado de Doctor en Teología, optando desde entonces por ser eclesiástico.



   Tras realizar en 1571 un viaje a Roma en compañía de su hermano Francisco, obtiene en la Ciudad Eterna el cargo de Consultor de la Inquisición Romana, empleo que desempeñó hasta su regreso a España y una vez aquí tomó posesión de su empleo como Canónigo de Toledo y, poco después, es nombrado Abad de la Trinidad de Orense.

   Se da la circunstancia, que su llegada a Málaga se produjo en medio de un brote de peste, brote que tuvo su origen en las tropas procedentes de África que venían contagiadas y habían desembarcado en Málaga, esparciéndola por la ciudad.

   Fue esta su primera acción como Obispo, no dudando desde el primer momento que su humanidad y su alto cargo le obligaban al socorro de los infestados, participando incluso en el auxilio de aquellos a quienes muchos no querían acercarse por su extremado mal y temían contagiarse, demostrando, así, que era un Obispo para todos y que lo hacía en el servicio de la Diócesis a la que se debía. Contó para poder llevar a cabo esta difícil tarea con la inestimable ayuda del Corregidor Gerónimo de Valenzuela.

   Duró la peste en Málaga dos años, en el transcurso de los cuales no cejó ni un minuto nuestro Obispo en procurar auxilio y consuelo a los enfermos y a sus familias. 

   También, en el año de su llegada dio las instrucciones precisas para la ejecución de las obras del nuevo Colegio Seminario de Málaga. Así mismo, durante su obispado, fundó dos monasterios: el monasterio de Santa Ana, de la orden del Císter, en la ciudad de Málaga y trayendo para ponerlo en marcha monjas del Monasterio de las Huelgas Reales, de Burgos, y el de Santa Eufemia, en la ilustre ciudad de Antequera.


   Además, hay constancia de que los días 25 y 26 de septiembre de 1602 realizó una visita pastoral a Álora, durante la cual confirmó a quinientas setenta persona, según consta en el Libro 5º de Bautismos, folios 147 a 152.

   Según las crónicas que hablan sobre los Obispos de Málaga, de Tomás se dice que 

"...En todo el tiempo que gobernó esta Mitra acreditó su gran virtud y piedad en el manejo de todos sus negocios, que fue la admiración de quantos le trataban, hallando en él los sabios una no vulgar erudición, terror los vicios, las virtudes exemplo, consuelo los afligidos, socorro los pobres, y todos alivio en sus aflicciones. Su conversación era agradable, su ánimo generoso, y sus limosnas tan largas, y continuas, que jamás se hallaba dinero detenido en su tesorería."

   En 1603, Tomás fue destinado a Zaragoza como Arzobispo, asumiendo en 1606 el mando de la Capitanía General de Aragón, perdiendo, así, la Diócesis y la provincia de Málaga un gran gestor.

   Falleció el trece de septiembre de 1610.

IHPMalagueñas
Málaga - 2018

No hay comentarios:

Publicar un comentario