domingo, 21 de enero de 2018

RAFAEL DE LOS REYES Y ORTIZ. CRUZ LAUREADA DE 2ª CLASE.


   Nació en la calle de Merecillas de la ciudad de Antequera el treinta y uno de marzo de 1871, hijo de Manuel de los Reyes y de Concepción Ortiz Mora, siendo bautizado en la iglesia parroquial de San Sebastián. 

   Ingresó como voluntario y a los diecisiete años, como educando de corneta en el Batallón de Cazadores de Cuba 17, que se hallaba de guarnición en la cercana capital provincia, Málaga. A los cinco meses de su ingreso fue promovido al empleo de Cabo por elección, en mayo de 1889 era cabo primero y sargento antes de finalizar 1889, en diciembre, solicitando ir voluntario a Filipinas. 

   El siete de octubre de 1893 pasa a Melilla con su Batallón, tomando pronto contacto con el fuego y la muerte, con la guerra, hallándose el veintisiete de octubre, habiendo desplegado su pelotón en guerrilla, en las acciones habidas entre los fuertes de San Francisco, y Cabrerizas Altas y posteriormente, escoltando un convoy a Cabrerizas Altas y a Rostrogordo,  sostiene escaramuzas con los moros. 

   Al principios del año siguiente retorna a la Península, pasando a Córdoba de guarnición, sin dejar de solicitar su pase como voluntario a la Isla de Cuba a servir en aquel Ejército.  

   A fines de mayo o primeros de junio de 1895 eleva instancia en solicitud de ingreso en el Cuerpo Auxiliar de Oficinas Militares y el veintiuno de noviembre se dispone que pase a la Capitanía General de Canarias a ocupar plaza de Escribiente provisional, sin ser baja en su Batallón Cazadores de Cataluña 1, pero  se ordena su embarco hacia Cuba con su Batallón,  embarcando hacia esa isla en el buque Buenos Aires, arribando a la isla el siete de diciembre en Carbarián, Santa Clara, ingresando el cuatro de febrero siguiente en el Cuerpo Auxiliar de Oficinas Militares. 

   Una vez en la Isla, y a partir del nueve de enero, incorporado en la columna del General José Oliver, se halló en los combates sostenidos con los rebeldes en Minas Bajas, Las Lomas, Manicaragua y Potrero de Alberich, combatiendo a rebeldes tales como Rego, Máximo Gómez, Antonio Macedo o Quintín Banderas, ganando una Cruz roja al Mérito Militar por su comportamiento, concedida el once de abril de 1896. 

   Posteriormente, ese mismo año, se incorpora al Regimiento de Almansa, con el que intervino en operaciones a las órdenes del general Weyler, distinguiéndose en Tamapita y Vistahermosa, ganando otra Cruz roja al Mérito Militar en las Lomas del Grillo.

   El veinticinco de noviembre de 1896 se le nombra Escribiente de segunda clase y pasa a la Subinspección del Segundo Cuerpo de Ejército, quedando en dicha isla en comisión.


   Siendo Escribiente del Cuerpo Auxiliar de Oficinas Militares, el cinco de enero de 1897, es promovido al empleo de segundo Teniente de la escala de reserva retribuida de Infantería, obteniendo en julio el mando del destacamento de Río Seco, para después marchar a Nueva Paz, participando en febrero de 1898 en la defensa de Nuevitas, en Puerto Príncipe, desde donde regresa a la Península en el mes de noviembre de ese año, pasando a desempeñar destinos burocráticos durante los siguientes años. 

   Tras dos meses de permiso en Antequera, en febrero de 1899 pasa del Regimiento de Almansa 18 a estar de gurnición en el de Reserva de Málaga 69. En dicha ciudad conoce a la que sería su esposa, Concepción Ruano Borrego, con quien contrajo matrimonio el veintitrés de octubre de 1900.

   Los siguientes cinco años los pasa en destinos burocráticos en Málaga y en Jaán, hasta que el veinte de febrero d 1906, hallándose en la zona de Málaga, pasa destinado al Regimiento de Extremadura 15 y el siguiente veintiocho de febrero de 1906 se le asciende al empleo de primer Teniente, permaneciendo en el mismo Regimiento. En el mes de septiembre de 1906 es destinado al Regimiento de Melilla 59. 

   Una vez en su nuevo destino, no rehuyó en entrar en combate contra los moros,  y en 1909, tras hallarse en varias acciones contra estos, se distinguió en la acción del nueve de julio de y el siguiente veintitrés encontró gloriosa muerte al frente de sus hombres, ganando la Laureada y el ascenso al empleo -a título póstumo- de capitán. 

   La cosa fue así:

   "...resultando que el referido Oficial [Rafael de los Reyes], perteneciente á una compañía del regimiento Infantería de Melilla, salió de esta plaza la noche del 22 del expresado mes, formando parte de la columna mandada por el coronel Alvarez Cabrera, llegando á la posición de Sidi~Musa al amanecer del 23 y trabando combate con los moros parapetados en las laderas del Gurugú; que dicho coronel, dejando parte de su fuerza en la posición de Sidi-Musa, avanzó con la restante, de la que formaba parte el teniente Reyes, consiguiendo desalojar al enemigo y hacerse fuerte en los puntos ocupados, rechazando las acometidas de aquél; que durante este avance fué gravemente herido el teniente Reyes, continuando, no obstante, el ataque, mandando fuego por descargas y animando a su tropa con el ejemplo y con la voz hasta que poco después cayó muerto por consecuencia de la herida recibida..."

   La Laureada se le concedió el veinticinco de agosto de 1910 y se encuentra enterrado en el Panteón de Margallo, en Melilla.

   En la Sala de Justicia de su Regimiento se colocó un Cuadro de Honor con las fotografías de los jefes y oficiales del Regimiento muertos gloriosamente en la Campaña de 1903, figurando, entre otros, Rafael de los Reyes y Ortiz.

   Desde el dieciséis de agosto de 2017, una calle de Antequera lleva su nombre. Han hecho falta 108 años para que su ciudad honre públicamente su memoria.

IHPMalagueñas
Málaga - 2018

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