HACIENDA CABELLO. ALGUNOS ASPECTOS. PRIMERA PARTE.

PRIMERA PARTE: ALMACÉN, FUENTE Y ABREVADERO

   Sobre la Hacienda Cabello hay escritos muy bien documentados y expuestos que superan con creces a lo que aquí exponemos, pero no por ello queremos dejar de hablar sobre el tema según lo que hemos podido averiguar.

   Hemos recurrido a documentación fácilmente asequible y al grupo de Facebook Historia de Málaga, en concreto a las aportación realizadas por Carlos Karlitros y Álvaro Amaya. Se trata de  un trabajo realizado sólo en base a lo obtenido a través de internet y la presencia física en el lugar de autos, por lo que pedimos indulgencia por los errores y carencias que encuentren. 

   Una vez más queremos hacer notar a quienes tienen la amabilidad de leernos que solo somos aficionados, sin la formación necesaria para hacer un trabajo profundo y  realmente profesional. Eso si, ganas le echamos un montón.

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   En la zona oeste de la ciudad de Málaga, en el Camino de Antequera y tomando un sendero que discurre por la margen izquierda del arroyo de Teatinos nos introduce en una amplísima extensión de terreno que desde hace siglos se conoce como Hacienda Cabello. Por el camino nos iremos encontrando algunas construcciones relacionadas con el agua, su transporte y su uso, aunque solo nos vamos a centrar en algunos elementos de esta antigua hacienda, en concreto un almacén, unos paseros, una fuente y unas alcubillas. 

   En la imagen siguiente de Google Maps ofrecemos una vista aérea de la zona, donde los paseros van delimitados de amarillo, el almacén de rojo, la fuente de azul y la primera alcubilla de verde.

   Este blog no tiene conocimiento acerca de desde cuando tiene este nombre la hacienda ni de quien fue su primer propietario, pero sí tiene noticia de que para poco antes de 1767 su propietario era el Capitán Dionisio Cabello, quien había cedido a la Congregación de los Ermitaños de Miraflores de los Ángeles 

   "...que les ha franqueado, y dado á censo un valle y desierto que tenia en su hacienda, parttido de Ballageras bajas, como á media legua de la ciudad, á su Occidente, llamado en lo antiguo Haza del Portugués, que servia de dehesa de potros..."

   Para 1813, parece ser que la propiedad estaba en manos de una mujer, pues según Muñoz Marín 

   "...su propietaria arrienda la finca y se compromete a reedificar el puente que da curso a las cañerías que conducen el agua a los riegos de la Hacienda, en disposición que haya de correr en pendiente y en cambija"

   También tenemos noticia de que para 1872, esta hacienda aparece nombrada como lagar, y ello quizás fuera debido a que la actividad más importante en ese momento fuera la pasa y el vino; que se hallaba en el partido de Santa Catalina, primer cuartel rural llamado del Oeste, distaba como a seis kilómetros de Málaga y tenía dos edificios, cada uno de ellos de dos plantas.

   Uno de los edificios era la residencia de los propietarios, junto al mismo Camino de Antequera, al parecer con un espléndido salón en la planta superior y decorado con cierto lujo, habitado hasta los años setenta del pasado siglo y derribado en los noventa. El otro edificio era el almacén-dormitorio, junto a los paseros y la fuente del Garrote. 

1*- Parte trasera de la casa principal de la hacienda.

   Por una memoria del año de 1929, tenemos constancia de que propietario de la hacienda o finca era un tal Javier de la Matta.

   Por un texto de 1930, nos sigue apareciendo como lagar, como a dos kilómetros y medio de la ciudad, se supone que del inicio de esta, que tiene dos edificios, uno destinado a vivienda y el otro a otros usos, uno de un piso y el otro de dos, sin que se nos especifique cual es cada uno y que a treinta y uno de diciembre de ese año tenía una población de veinticuatro personas, sin que tampoco especifique sexos.

   En otro texto de 1939, se nos informa de que es una hacienda situada en el partido de Santa Catalina, situada a tres kilómetros del núcleo de población más próximo -suponemos que se refiere a la ciudad de Málaga- y a la que se accede a través de la Carretera de Antequera y un carril particular.

   Es de suponer que esta hacienda iría, poco a poco, decayendo en su actividad y dejando de ser económicamente rentable, siendo, también poco a poco, abandonada, sus campos quedando incultos y sus construcciones arruinándose. Hoy solo nos saludan ruinas, olivos, algarrobos, almendros, cañaveral, matorral y las rocas milenarias que dominan el panorama.

   De la antigua residencia no queda ni el recuerdo, pues está hoy urbanizada esa zona y en la parte que linda con el Camino de Antequera queda un pequeño parque con los ancianos árboles que daban sobrosa sombra a los afortunados propietarios. El almacén-vivienda, hoy, solo es ruina.

    Pues bien, esta hacienda, finca o lagar ha debido tener a lo largo de su historia diferentes usos agrícolas en función de las necesidades y la economía de cada época, orientada en bastantes ocasiones a la exportación de sus productos, no solo al resto de la provincia, región o estado, sino que también al extranjero, debiendo haber sido lugar de cultivo tanto de olivos como de almendros, algarrobos, viñas -hasta la crisis de la filoxera- e incluso cereales, no descartando otros cultivos de tipo regadío, favorecidos por la presencia de aguas en el lugar. 

   No olvidar que en las tierras de esta gran finca se halla la mina de agua del Almendral, que pertenecían al Ayuntamiento y que desde mucho tiempo atrás, prácticamente desde la conquista de Málaga por Castilla, surtían de agua a la capital.

   Pues si entramos a la finca por el lateral este, donde hoy se halla la residencia militar Castañón de Mena, alcanzaremos a llegar a un lugar donde nos encontramos con los restos de un antiguo almacén, en donde se guardaban diferentes utensilios y/o productos de los trabajos realizados en ese entorno, cual puede la seca de la pasa, y con probabilidad dormitorio de los jornaleros. 

   Así mismo, nos encontraremos con unas alcubillas, un abrevadero, unos secaderos de pasas y una fuente, llamada del Garrote. Todo esto se halla hoy día en completa ruina y no se espera que se rehabilite. Al menos, y según hemos oido, parece ser que el entorno ha sido declarado lugar protegido y no se podrá edificar. Esperemos que esta protección de lugar en un futuro no lejano a alguna actuación que consiga recuperar alguno de estos elementos.

   A continuación os ponemos algunas imágenes del almacén de Cabello, conocido por algunos como almacenillo de Cabello y por otros como la casa de los paseros. Probablemente cumpliría en algunas ocasiones con ambas funciones: como almacén y como dormitorio. En cualquier caso, es uno de los dos edificios con que contaba la hacienda en 1872, calificada entonces como lagar.

   En primer lugar pondremos unas vistas del almacén, la primera en blanco y negro tomada desde el sureste y las otras dos desde las alturas, una desde cada lado, del norte y del sur. Las direcciones son dichas de forma genérica, no exactas.

2*- Panorámica del "sureste"

   Ahora unas imágenes desde diferentes ángulos, tanto exteriores como interiores, aunque esto último resulta un poco irónico,

   En cuanto a la fuente, decir que al igual que el almacén y las alcubillas se encuentra en la margen izquierda del arroyo de Teatinos, que es una pequeña construcción de forma rectangular, su manadero cubierto por cañaveral y el agua aparece como estancada, aunque no debe ser así puesto que no se aprecian malos olores. Es evidente que no se aprovecha ese agua, de modo que el caudal debe fluir bajo tierra en dirección al arroyo o al mar.

   Lo que si parece claro es que esta fuente surtía de agua al almacén y al abrevadero que se hallaba junto a el y del que solo queda el suelo de este y un atisbo del muro.  

   

NOTAS: Las fotos son del autor excepto las siguientes, que son o han sido tomadas de: 

1*- Manuel Muñoz Martín. Investigador y divulgador sobre temas del ramo.

2*- Carlos Karlitros, del grupo de Historia de Málaga, en Facebook: 

https://www.facebook.com/media/set/?set=oa.384766471712857&type=1&hc_location=ufi 

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Málaga - 2017