Desde luego, está claro que cuando algo se limpia gana en vistosidad y en belleza, a la vez que se evita, aunque solo sea un poco, su deterioro.
Esto es lo que le ha ocurrido al puente Nº 57 del Acueducto de San Telmo, que tras limpiar un poco su interior, librándolo de la maleza que lo invadía, nos permite contemplar como es en realidad. Es el que está a continuación del puente de la Rambla o de la Chapa.
Acciones como esta se deberían levar a cabo en todos los elementos que aun perduran de este monumento sin igual de la provincia de Málaga -a excepción del puente sobre el Tajo de Ronda, que es único-
Si esto ocurriera, este monumento tendría garantizado un tiempo más de vida para deleite y admiración de los malagueños y de todos aquellos que de fuera de nuestra provincia nos visitan.
No se para que estará el Patronato que lo dirige, pues el estado de abandono que dicho acueducto sufre desde la noria es notorio, estando oculto en partes, sepultado, destruido, deteriorado o, incluso, oculto a las miradas del pueblo por hallarse uno de sus puentes dentro de los muros de un instituto de Ciudad Jardín.
Desde luego, quien lo haya limpiado es merecedor, al menos de una cervecita bien fría, porque tiene que haber sudado una jartá.
IHPMalagueñas
Málaga - 2017
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