domingo, 6 de noviembre de 2016

UNA JOYERÍA DE MÁLAGA CAPITAL EN SUS SELLOS

ATENCIÓN: Esta entrada está publicada en el blog

http://joyeriajavierdelaguno.blogspot.com.es/2015/10/los-sellos-de-la-joyeria-javier-de.html

y ha sido incluída en este blog con permiso de sus autores.

1- Introducción

   Los sellos, esas pequeñas marcas que se ponen con tinta en los documentos u otros papeles, son parte de la historia de cualquier institución, sea pública o privada, y a eso no escapa esta joyería, institución llamada comercio, y que este año ha cumplido ya, el pasado día 2 de este mes de octubre de 2016, sus cuarenta y cinco años de vida.

   Aunque en un principio los sellos pueden ser vistos o considerados como algo estático, estanco y carente de vida, desde luego que para nada se corresponde con la realidad. Están muy vivos y lo normal es que vayan cambiando con el paso del tiempo, siendo testigos mudos -aunque muy elocuentes- de las tendencias estéticas de la época a la que pertenecen y que suelen reflejar la mentalidad del momento.
   El sello es fedatario, es decir, da fe y legaliza, y los símbolos utilizados son de lo más variopinto. En nuestro caso, no se ha usado ningún símbolo para personalizarlo hasta el último de todos, el que actualmente está en uso y que incorpora un colibrí, imagen corporativa del negocio.

   Con los sellos de la joyería se han dado legalidad a certificados de garantía, cartas comerciales, nombrar sobres para entregar al cliente, facturas, para envío de paquetes, certificar operaciones realizadas mediante medios de pago sin dinero -tarjetas de crédito-,...

2- Antecedentes

   A principios del año de 1951 partía D. Javier de Laguno Zuzuarregui a Venezuela con los bolsillos vacíos pero con las alforjas repletas de ilusiones para iniciar una aventura vital, aventura con la que iniciar su camino definitivo en la vida y que, a la postre, sería el que le condujo al éxito. Atrás dejaba una mujer embarazada que no tardaría en iniciar el mismo trayecto para unirse a él allá en las Américas. Familia, amigos, conocidos, Málaga quedaban atrás como testigos del fin de una época en la vida de este joven matrimonio.

   Al llegar a Caracas, Don Javier trabajó en cuantas cosas pudo para ganarse la vida, hasta que llegó el día en que por azares del destino se le presentó la ocasión de arreglar un reloj y habida cuenta su habilidad para trabajar con los motores, ni corto ni perezoso lo arregló y lo dejó en perfectas condiciones: acababa de encontrar su profesión, la cual ya no abandonaría hasta su fallecimiento.
   Se ofreció como relojero a algunas joyerías de la capital venezolana, adquiriendo una gran experiencia y siendo capaz de arreglar cualquier reloj, fuese de la marca que fuese y tuviese la avería que tuviese, lo cual le granjeó la confianza de sus patrones a la vez que le proporcionaba un conocimiento más exhaustivo y amplio de la relojería.

   Andando el tiempo presentó sus facturas firmadas y con un sello propio, lo que les daba mayor credibilidad y fuerza legal, sello que estuvo usando durante una temporada. A continuación se muestra uno de los sellos que usó durante su etapa venezolana.
   En el año de 1964, tras haber venido de Venezuela y asentarse la familia definitivamente en Málaga, toma Don Javier el traspaso de una relojería sita en el número 2 de la calle de Martínez de la capital malagueña, la Relojería Universal, relojería que abre al público como propietario alrededor de octubre de ese año y entre otras cosas, como es lógico, encarga un sello con el nombre de la relojería, el cual podemos ver en la siguiente imagen. Por desgracia no se conserva dicho sello, aunque afortunadamente si se conserva un sobre sellado con él.

   Durante el tiempo que estuvo regentando la Relojería Universal, abrió Don Javier una joyería-relojería llamada Zafir, en el número 45 de la calle de Mármoles -local que antes tuvo como bar cafetería-, poniendo al frente de ella a su sobrino suyo. De esta joyería tampoco se conserva el sello, pero si un documento con él impreso. De todas maneras esa joyería duró poco, pues a los tres años la traspasó.
   Tras una serie de circunstancias, decide vender la Relojería Universal y toma un local de los que la Inmobiliaria Taillefer había puesto en alquiler en la misma calle pero en el otro extremo, en el número 20, junto a la calle del Marqués de Larios, montando una relojería a la que le puso por nombre Técnica Relojera Javier de Laguno y desde donde continuó trabajando, siendo fruto de su esfuerzo y profesionalidad el incremento de la clientela y la recepción de relojes de prestigiosas marcas, viniendo, incluso, gentes de otros lugares con el único propósito de que su reloj fuera reparado por Don Javier. Abrió sus puertas al público el día primero de octubre de 1971.

   Como es de imaginar, esta nueva relojería -a la que poco a poco se le iría incorporando la joyería- tuvo su correspondiente sello, el cual reproducimos a continuación sobre un sobre marrón, pues al igual que el de la Relojería Universal, este tampoco se conserva.

   
       Falleció en accidente de tráfico Don Javier en septiembre del año de 1978.

3- Joyería Javier de Laguno

   Tras fallecer Don Javier, tomó las riendas del negocio su hijo César de Laguno Oviedo -su actual propietario-, quien ya desde hacía tiempo era quien se encargaba de la contabilidad, de las compras y otros asuntos propios del negocio y, por tanto, a la hora de hacerse cargo de éste, su gestión y administración continuó sin sobresaltos. Solo las circunstancias en que se produjo la sucesión fueron las que pusieron la nota de dificultad en sacarlo adelante.

   Durante los años que siguieron pudo Don César remontar la grave crisis padecida por el negocio tras la muerte de Don Javier, consiguiendo situarlo en los niveles que tenía hasta 1978 y poco a poco fue incrementando en cantidad y calidad el género, tanto de joyería como de relojería. Durante este tiempo se siguió usando el mismo sello.

   Andando el tiempo y habida cuenta de que el negocio de la venta de relojes no era lo que le interesaba, decidió Don César deshacerse de ellos, y en diciembre de 1989 -tras haber sufrido un atraco a mano armada en julio de ese año- realiza su última compra de relojes para aprovechar la campaña de Navidad.
   Al dejar de dedicarse a la relojería, se ve obligado a cambiar el sello y demás material de oficina del negocio, como papel, sobres, facturas, talonarios de reparaciones,...

   Este es el sello que encargó y que estuvo vigente hasta octubre del año de 2015.  
      Durante estos años, se han estado usando, además, otros sellos para otras operaciones propias del negocio, como son:

 - Sello usado para las facturas que se realizaban con tarjetas de crédito antes de la implantación de los datáfonos. Para otras tarjetas de crédito se usaba el que venía incorporado en la máquina mecánica usada a tal efecto. El que se ofrece primero corresponde a American Express y el segundo a la máquina mecánica que se usaba para otras tarjetas (Master Card,...) 
   - Sello usado para lacrar los paquetes que se envían desde la joyería. "C de L" se corresponde con "César de Laguno"

    - Sello o punzón con el número de fabricante de la joyería. Se trata de MA*51, con el asterisco bien centrado entre las letras y los números y de un tamaño algo menor que estos

   En el año 2007 y adelantándose a la crisis que asoló el planeta, decidió Don césar hacer una reforma en profundidad en la joyería, cambiando por completo el aspecto y el concepto. Se hizo una joyería atrevida para lo que en Málaga se estila, usando elementos y colores poco comunes en este tipo de negocio en la ciudad, obteniendo unas críticas muy favorables, no solo por parte de los malagueños si no que también de los forasteros.

   A la reforma, y como es de suponer, le acompañó la idea de un cambio en la imagen en los membretes de los papeles de cartas, de los sobres, los talonarios de reparaciones, facturas, tarjetas de visita y certificados, los cuales se materializaron finalmente el año 2014 cuando adoptó el colibrí como imagen y cambió el tipo de letra usado. No obstante, no sería hasta octubre del siguiente año 2015 cuando se mandó elaborar un nuevo sello que incorporara estos cambios, el cual quedó como aparece en la siguiente imagen
Sello que al día de hoy es el oficial de la joyería


   
   Fuentes:

- Sellos: los existentes en el archivo histórico de la joyería, más los sobres donde se hallan impresos los sellos perdidos. Dichos sobres también forman parte del archivo histórico de la joyería.

- El texto está apoyado en los conocimientos personales del autor y en el trabajo La vida de la Diócesis a través de los sellos de sus parroquias, páginas 6 y 7 del número 940 de la revista DiócesisMálaga. Semanario de la Iglesia Católica en Málaga, y cuyo autor es VEGA MARTÍN, Miguel, párroco de Santa Rosa de Lima y archivero de la Diócesis de Málaga.

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