Ocurre que cuando se realiza un recorrido
por el panorama pictórico malagueño, se hace de todo punto imposible -o cuando
menos muy difícil- juntarlos a todos a la hora de estudiar dicho panorama,
quedando, injustamente, muchos de ellos -y de ellas- relegados a un segundo o a
un tercer plano o simplemente ni mencionados, aun cuando en su momento
destacaron y ofrecieron en más de una ocasión muestras de su arte en
exposiciones individuales o colectivas, tanto dentro como fuera de nuestra
ciudad, habiendo dejado su impronta en el hacer pictórico malagueño y creando,
cada uno en su medida, escuela, incluida esta en la gran escuela pictórica malagueña,
de reconocido prestigio.
Una de estas personas, una de estas
artistas, la que con sus pinceles reflejó ampliamente el alma malagueña y sus
colores fue, sin lugar a dudas, Dª. Isabel de Laguno Zuzuarregui, nacida en
Madrid pero de alma malagueña y a quien de manera un poco injusta se la obvia
en la gran mayoría de las ocasiones en que se trata al elenco de pintores de la
segunda mitad del siglo veinte de esta ciudad mediterránea.
Cenachero 1
Precisamente este trabajo responde a ese
olvido, viéndonos incitados a escribirlo a partir del momento en que leyendo el
libro editado por la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga titulado "Diccionario de pintores, escultores y grabadores en Málaga.
Siglo XX", del Sr. D. Julián Sesmero, se observa cómo es Dª. Isabel de
Laguno totalmente ignorada. Sí, es cierto que no se puede decir que fue una de
las más famosas y más influyentes artistas de Málaga, pero durante una época
fue muy conocida y su obra y estilo incidió de alguna manera en el hacer
pictórico malagueño, pues no en vano tuvo una muy extensa producción pictórica
expuesta en numerosas ocasiones -dentro y fuera de Málaga- y celebrada
reiteradamente por el público y la crítica. Este trabajo versará,
fundamentalmente, sobre su obra creada en Málaga, que fue mucha y buena.
Nació Dª. Isabel en Madrid, a las siete
menos diez de la mañana del día cuatro de abril de mil novecientos diecisiete,
en el seno de una familia burgueso - aristocrática de la Villa y Corte, biznieta por parte de madre del conde de Clonard, siendo su padre un rico hacendado con intereses
en la isla de Cuba y que en esa época trabajaba en la sección de extranjería
del banco Hispano Americano.
Vino Dª. Isabel a nacer en el seno de una
familia donde se vivían intensamente la cultura y el arte en varias de sus
facetas, siendo las más favorecidas la pintura, la literatura y el teatro, y no
como una novedad snob propia de las clases pudientes de fines del XIX y
principios del XX, sino como algo heredado del tiempo de sus bisabuelos
Raimundo y Agustina, condes de Clonard (2), quienes llevados por su pasión al
teatro montaron uno en su domicilio particular de Madrid primero y luego otro
en la calle de la Flor Baja después, y adonde concurrían gentes de lo más
granado de la capital de España, no solo de la aristocracia sino que también de
la burguesía acomodada, llegando a ser uno de los teatros decanos de la buena
sociedad de Madrid.
Comentar, también, que su tatarabuelo fue
Serafín de Sotto - Clonard ab Ach, autor de numerosos trabajos fundamentales de
tipo militar e histórico y miembro, entre otras, de la Real Academia de la
Historia, siéndolo desde el veinticuatro de enero de 1846 hasta su fallecimiento
en febrero de 1862.
Así mismo y habida cuenta que las hijas de
los condes de Clonard actuaban en estas representaciones teatrales, no es de
extrañar que éstas estuvieran imbuidas de ese espíritu culto y refinado,
tendiendo a buscar estas mismas inquietudes y valores en otras personas con las
que establecer lazos de amistad, y precisamente por esto fue que Dª. María de
los Ángeles, la abuela de Dª. Isabel, escogiera como novio primero y como
marido después, a un joven militar de caballería que destacaba por su afición y
pasión por el dibujo y la pintura al óleo.
Cenachero 2
Este hombre, llamado D. Antonio Zuzuarregui
y Flórez - Varela, era hijo de hacendado y hombre de negocios, con intereses
tanto en la Península como en Cuba y que falleció siendo D. Antonio aún niño.
Por parte de su madre, su abuelo fue un
militar que le inculcó los valores de la milicia, consiguiendo que D. Antonio
sintiera pasión por las armas y acabara ingresando en la academia militar de
caballería de Valladolid.
Desde pequeño había destacado D. Antonio por
sus excelentes dotes para el dibujo, obteniendo en las materias con el
relacionado brillantes calificaciones, motivo por el cual su familia le animó a
cultivar ese don innato inscribiéndole en academias de dibujo en Madrid,
desarrollándolo y perfeccionándolo hasta tal punto que, una vez acabados los
estudios militares a final de junio de 1879 y tras permanecer por unos años en
algunos destinos, obtiene una beca para ir a estudiar dibujo y pintura en Roma,
donde coincidió con algunos de los futuros más importantes pintores españoles
de finales del siglo XIX y primeros del XX.
Partió D. Antonio para Roma en marzo de
1885, permaneciendo en la Ciudad Eterna por un periodo de dos años y de donde
volvió dueño de su propio estilo y participando en algunos trabajos de difusión
nacional y algunas exposiciones.
Y ya, para terminar, apuntar que Dª.
Agustina, la madre de Dª. Isabel, tenía una gran afición por escribir, tanto
prosa como poesía y teatro, habiendo escrito no menos de once obras, dos de
poemas, dos de teatro y el resto novelas, de estilo romántico y moral.
Así pues, y con estos mimbres, no era de
extrañar que surgiera en la familia una pintora de la categoría y de la
intensidad como lo es Dª. Isabel de Laguno, a quien a su pasión y visión de la
pintura hay que añadir la luz infinita e intensa y los colores, diríamos que
casi excesivos, de la costa mediterránea, pues fue en esta costa donde se forjó
su espíritu pictórico, demostrándolo reiteradamente tanto con el óleo como con
la acuarela, la tinta china y el dibujo a lápiz.
Tras volver de un viaje realizado junto a
sus padres y hermanos a Cuba en el año de 1927, con motivo del interés de su
padre por realizar sus propiedades en Cuba y residir definitivamente en España,
desembarcó la familia en el puerto gijonés de El Musel en 1929, desplazándose
primero a Madrid y casi de inmediato a la localidad de Burjasot, cercana a
Valencia, donde estuvieron residiendo por un espacio de tres años y donde
decidió su madre que, dadas las cualidades de sus hijas -sus hermanas María y
Josefina también destacaban en dibujo-, recibiera clases de un maestro en la
materia, siendo la persona elegida ni más ni menos que el pintor D. Juan Belda,
burjasotense, discípulo de reconocido prestigio que fue de D. Joaquín Agrasot.
Fueron precisamente la luz y el color de ese entorno valenciano los que
marcaron definitivamente el devenir de su camino artístico.
Las circunstancias por las que la familia atravesaba,
determinaron que se trasladasen a residir a la ciudad malagueña de Marbella,
donde sus padres montaron un hotel de lujo y consecuencia de estos sucesos su
formación académica se vio interrumpida, pues no contó con una academia o
profesor que continuara con su aprendizaje, aun cuando ella procurase su
continuidad en un proceso diríamos que autodidacta. Si a esto le añadimos las
trágicas circunstancias por las que España en general y Marbella en particular
pasaron
durante la malhadada Guerra Civil, y su
posterior traslado en 1940 a la ciudad de Málaga, podemos decir que su
formación sufrió un parón de varios años.
Así, en el año de 1940 reside ya la
familia en la malagueña calle de Madre de Dios y donde se inicia una nueva
época en la vida de los Laguno Zuzuarregui, entrando a trabajar su padre como
administrativo de la sección de extranjero de las Bodegas Mata, y Dª. Isabel
debe renunciar, de momento, a su formación, aunque ello no fue óbice, como ya
se ha dicho, para que continuara creciendo en el dibujo y la pintura mediante
la autoformación, cosa nada difícil en una mujer de la tenacidad y paciencia
como las suyas, aun cuando las circunstancias no estuvieran de su parte, por la
coyuntura española y por ser mujer.
Tras unos años de incertidumbre, se apunta
en la Escuela de Artes y Oficios, donde aprende técnicas tanto en dibujo como
en pintura, y tras salir de la Escuela realiza algunas buenas obras, las cuales
decide, por fin, exponer al gran público, teniendo lugar la muestra el trece de
febrero de 1952, en la exposición colectiva
I Exposición de Acuarelistas, patrocinada por Educación y Descanso.
Presenta la obra “Flores”, la número 50 del catálogo, y que es catalogada como
“conseguida”.
Jardines de la Alcazaba 1948
Málaga 1947
Este pequeño éxito la anima a seguir
esforzándose, acudiendo a perfeccionarse a la Escuela de Artes y Oficios,
poniéndose bajo la dirección de la profesora Dª. Trinidad Rey Navarro y como
consecuencia de la calidad de la enseñanza y de su férrea voluntad mejora
notablemente.
Así, tras avanzar en sus estudios, se
organiza por parte de esta profesora una exposición de sus alumnas en la
Sociedad Económica de Amigos del País, la cual fue abierta al público el
viernes catorce de abril de 1954, participando aparte de Dª. Isabel de Laguno,
otras creadoras como Pilar Caffarena, Pilar Such, María Luisa Lazarraga, Adela
Caffarena Aceña, Rafael Urbaneja, Antonio Cortés Cortés, Rodrigo Vivar Aguirre
y otros. Se presentaron un total de cuarenta y siete obras, tanto óleos como
pastel y de temas tales como bodegones y retratos. Como anécdota referente a
esta exposición, decir que participó con una serie de dibujos una niña de diez
años llamada María Victoria Mandly, hoy afamada pintora.
Continúa en su línea progresiva de
producción pictórica, participando en varias exposiciones en lugares como el
Club de la Prensa o la Sociedad Económica de Amigos del País, donde da muestras
de una obra rica y variada, no solo en temas sino que también en colores y
matices, destacando sobremanera las flores, sus eternas flores. De ello dan fe
sus obras tituladas “Dalias”, “Flores”, “Rosas”, “Claveles”, “Margaritas”…, que
destacan la suavidad, el matiz, la fluidez de su discurso pictórico, la
elegante composición y el cromatismo empleados en cada una de esas obras.
Crepúsculo
Ofrece, así mismo, elegantes muestras
realizadas con la técnica del pastel, realizándolas usando variedad de temas,
como el retrato, los paisajes, la playa, las flores, etc., demostrando,
también, un dominio absoluto de la técnica con la acuarela, presentando obras
de un acabado exquisito y de una gran sensibilidad.
Obras realizadas con la técnica del pastel
podemos citar algunos retratos: “Viqui Talavera”, “María Cristina de Laguno
Oviedo”, “María Fernández Gómez”, “Matilde Gil Struch” y otros muchos. En la
acuarela citar los que representan a los marengos en sus faenas, las playas de
Pedregalejo, las de la Caleta, interiores de viviendas,…Trabaja así mismo los
bodegones.
El tres de junio de 1956 expone por primera
vez en solitario, lo cual tiene lugar en la Sociedad Económica de Amigos del
País, donde presenta una amplia muestra de su arte, pudiéndose apreciar una
notable mejora en su estilo, mostrando un mayor dominio del color, la
composición y el dibujo, destacando por la fuerza emanante de sus retratos a la
vez que deja ver una fuerza sobria y un color contenido, lo que permite ver el
interior de las personas retratadas. Ejemplo de retratos presentados en esta
exposición son “Alfonso Conejo Ortega” y “Retrato de niña”.
Llaman la atención en esta exposición sus
naturalezas muertas, intensamente decorativas, de un brillante colorido y que
dejan ver un matiz impresionista en la técnica empleada, siendo notables las
llamadas “Estudio” y “En la huerta”.
Para la acuarela recurre a lo simple,
consiguiendo transmitir con ellas cierta simpatía por la vida, la luz y el
color, tranquilidad y un cierto capricho, destacando de entre ellas “San
Francisco el Grande” y “Lago de la Casa de Campo”.
Puede deducirse de esta exposición que se ha
preocupado la pintora por refinar las figuras, atando el dibujo a la realidad,
huyendo de experimentos inciertos, dejando que sea su visión real de las cosas
las que se muestren a los ojos del espectador.
Tras esta exposición y casi sin tiempo para
recogerla, ofrece otra al público de Marbella del veinticinco de julio al dos
de agosto en el Casino de Marbella, colgando en sus paredes veinticinco cuadros
y dos acuarelas, todo con motivos malagueños. Poco después expondría en
Algeciras.
Tras estas exposiciones, decide parar de
exponer por un tiempo y dedicarse a la experimentación con los colores y los
estilos, llenando cuadros que deshecha, insatisfecha con los resultados, pero
empecinada en plasmar en el lienzo su idea, persiste en su empeño y conforme
pasa el tiempo consigue firmar varios lienzos de gran calidad, tras lo cual
decide volver a “los ruedos” y se
presenta nuevamente el cuatro de abril de 1961 en la Sociedad Económica de
Amigos del País con veintitrés cuadros, consiguiendo los notables progresos
arrancar los elogios del numeroso público que acude a la cita, destacando el
colorido y la fuerza meridional de la obra expuesta, resaltando en concreto dos
retratos al paste por la suavidad y belleza. También son elogiados los
bodegones y nocturnos y, como no, sus rosas, tan típicas por su finura.
Su trabajo no cesa y las ocasiones de
mostrarlo al público tampoco, siendo por ello que en junio de ese mismo año la
vemos exponiendo en Jaén, en las salas de exposiciones de la Caja de Ahorros de
Jaén, donde presenta veintidós óleos, cosechado un éxito diríamos que merecido.
Se trató de bodegones, nocturnos, flores, marinas, paisajes,…
Ya por esta época había mejorado la técnica
de una forma sobresaliente para la realización de nocturnos y empezaba a tocar
temas que hasta entonces lo hizo pero como de puntillas. Ejemplo de esto son
los cuadros con motivos religiosos y a pesar de que opinaba que era un tema de
mucha envergadura y responsabilidad, no lo evitó y, así, podemos citar una
“Cena”, encargo que le realizó una familia de Granada, una cabeza del Nazareno,
que se halla en una iglesia de Málaga, y algunas copias, una de las cuales se
la regaló al Obispo coadjutor de Cádiz.
María Cristina pintada por su tía Isabel - 1960
Ya en esta época va relegando los bodegones
a un segundo plano motivado por la poca atracción que sentía por ellos,
llegando con el tiempo a obviarlos totalmente. Detestaba profundamente el
bodegón clásico, de la misma manera que detestaba los certámenes oficiales,
pues era de la opinión que en ellos primaba el favoritismo y no la calidad y el
trabajo. En esta línea criticaba los favores que recibían los artistas que en
Málaga pretendían formar una escuela picassiana, pintores vanguardistas entre
los que reconocía a auténticos valores, pero que al estar preferenciados se les primaba en detrimento de otros.
Sobre la pintura moderna declaraba gustarle
Dalí y el surrealismo daliniano y “…detesto el feísmo. Lo odio cordialmente…”
Tras Jaén viene Madrid, donde el veintidós
de octubre de 1961 expone veinticinco obras en la Casa de Málaga de la capital
de España, después de la cual decide nuevamente tomarse una temporada de
reflexión y serenidad, recapitular sobre lo hecho e iniciar nuevos retos y
proyectar sobre el futuro, cuyos frutos se ven plasmados el quince de marzo de
1965 cuando se presenta en las salas de la Caja de Ahorros de Ronda de la calle
Strachan de Málaga, con dieciocho óleos y el siguiente 26 de enero de 1966 lo
hace en una exposición patrocinada por
la Caja de Ahorros de Málaga y celebrada en la Casa del Consulado, titulada
“Rincones malagueños”, presentando varias obras, una de las cuales fue
adquirida por la propia Caja, al igual que hizo con otras de Bono, Pérez
Alameda y Rojano, todas por su valía.
Participa el siguiente febrero en el Segundo
Salón de Invierno, creado por la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, en
el Palacio de Bellas Artes, haciéndolo junto a artistas como Alberka, Chirico,
Cossío, Brinkman, Luis Bono, Cañete, Bornoy, Chicano, Evaristo Guerra,
Mingorance y otros más.
Como no todo iban a ser óleos y acuarelas,
hace incursiones en otras áreas expresivas de la pintura y llevada por la
confianza en sus posibilidades y entusiasmada por la idea, es por lo que decide
participar con una obra en la Exposición de Carteles Turísticos, patrocinada
por Delegación Provincial de Información y Turismo, y que se celebró el
veintiséis de abril de 1967 se llevó a cabo en el Pabellón de Arte Joven de
Torremolinos, consiguiendo alzarse con la copa Iberia por su trabajo, el cartel
“España”, que fue calificado como de muy brillante.
Tras esto, en julio de 1967 participa en una
exposición benéfica llevada a cabo en la Casa de la Cultura de Málaga -hoy
desaparecida- por la institución valenciana Vicente Ferrer, donando un cuadro,
al igual que hicieron otros artistas como Chicano, Bornoy, Moreno,…
Siguiendo su trayectoria, va cada vez
definiendo mejor su particular estilo, aunque debido a determinadas
circunstancias no participa durante una temporada en exposiciones en Málaga,
centrándose más en experimentar y progresar personalmente en su propia manera
de interpretar pictóricamente los motivos objeto de su pincel, no siendo hasta
principios del año de 1976 que regresa a una sala malagueña. En el interín
trabaja como Oficial 1ª en la empresa CEREGUMIL, desde el primero de junio de
1972 y hasta fin de agosto de 1977.
Tras esta pausa, expone el veintiocho de
febrero de 1976 en una subasta pro Guatemala organizada por los artistas de
Málaga en colaboración con el Liceo malagueño y la obra sindical Educación y
Descanso, siendo un éxito tanto la colaboración de los artistas como la
participación y entrega del público. Duró la subasta más de cinco horas y se
vendieron todos los cuadros.
Entre los pintores participantes señalaremos
a Berrocal Villena, Sánchez Gallardo, Rafael Bejarano, Somera, Dámaso Ruano,
Stefan, Paulino, Alberca, Amparo Ruiz de Luna, Elvira Jabato y muchos más,
siendo el cuadro que alcanzó la mayor puja uno que alcanzó las 125000 pesetas.
Como curiosidad, señalar que también
participó un niño de ocho años, llamado Fernando Izquierdo García, con un
dibujo que en la puja valía cero pesetas y para sorpresa de todos acabó adjudicándose
en seis mil pesetas.
La siguiente exposición fue en la Casa de la
Cultura de La Línea, en solitario, donde presentó veinte óleos y cinco grandes
retratos al pastel, oscilando los precios del catálogo entre las ocho mil y las
treinta mil pesetas y no se la volverá a ver en una exposición hasta el
veintiocho de diciembre de 1978, en que participa con una obra en una subasta
de cuadros a favor de los niños sordos en la sala de exposiciones de la
Diputación Provincial.
Marengos 1964
Se presentaron más de cuarenta cuadros de
muchos artistas, entre los que reseñar a Ramón Pino, Rafael Carmona, María
Fernanda y Elvira Poullet, Mari Pepa Estrada, Evaristo Guerra, Dámaso Ruano,
Jorge Lindell, Mariana Pérez Estrada y otros. Así mismo había un óleo de
Stefan, un grabado de Marina y un dibujo de Cambell.
Rosas 1976
En el desarrollo de su carrera no todo era
pintar y exponer, no, también había lugar para otras cosas, como por ejemplo
ejercer de jurado, lo que ocurrió el doce de junio de 1979, en un concurso
infantil de pintura convocado por la Asociación de Amas de Casa Santa María de
la Victoria, en el local de la asociación. Junto a ella como jurados estaban
Mari Pepa Estrada Segalerva y José Martín Ocaña.
Rosas 1980
A la clausura asistió el Delegado Provincial
de Cultura, Sr. Salinero Portero, y siendo la ganadora Ana Elena Sánchez
Martínez, de ocho años y alumna del colegio Gregorio Marañón y
correspondiéndole el accésit a la niña Cristina Pastor Ayala, de siete años y
del colegio las Teresianas.
Junto a pintores como Celia Berrocal,
Eugenio Chicano, Díaz Rittwagen, Pineda Barroso, Mari Pepa Estrada, Martínez
Borrego, Esteban Arriaga, Francisco Estrada, Francisco Moreno Ortega, José
Cerón, Fernando Arcas, Machú Harras y otros muchos, participa sucesivamente en
la exposición subasta de la Real Hermandad del Santo Sepulcro, realizada el
diecinueve de diciembre de 1979 y donde presentó el lienzo titulado “Redes”
Después de esta, en la exposición llamada
Primavera 80 celebrada en la Galería Miramar el veintiuno de marzo de 1980; el
siguiente dos de septiembre nuevamente en la Galería Miramar, en la exposición
llamadaMálaga Primavera 80 y en otra patrocinada por el Banco de Bilbao,
también en la Miramar, donde además de sesenta y un pintores tenían su hueco
tres escultores.
Jarrón con flores
Por fin, y tras casi quince años de no
exponer en Málaga en solitario, ofrece al público y a la crítica una amplia
muestra de su obra, la que del tres al diecisiete de noviembre de 1980 expone
en el Museo Diocesano de Arte Sacro, donde ofrece una muestra que deja ver bien
a las claras la habilidad innata para expresar la sensibilidad de la luz, con
paisajes calientes, frondosas arboledas por las que se cuelan los rayos de la
luz del día, destacando la amplia gama del verde, del ocre, del amarillo, del marrón,…consiguiendo
que el espectador crea poder adentrase en esa vereda entre los árboles o mojar
sus pies en las aguas que lamen la orilla del mar.
Sus cuadros trasmiten emoción, estado de
ánimo, sensualidad y delicadeza. Color y vida en las flores, sus eternas
flores, más vivas si cabe.
Algunos de los óleos presentados fueron
“Invierno en Aranjuez”, “Cortijo del Cantalejo”, “Paisaje con niebla”, “El
Monasterio de Piedra”, “Rastrojos”o el catalogado como magnífico “Rebaño al
amanecer”.
También produjeron asombro sus marinas y sus
rosas.
Regreso tras la faena
Después de esta exposición participa en unas
cuantas colectivas entre noviembre de 1980 y septiembre de 1988, las
patrocinadas por la Real Hermandad del Santo Sepulcro -salón de actos de la
Caja de Ahorros de Ronda-, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús, el Rico -antiguo
Conservatorio María Cristina-, Museo Diocesano -Campaña contra el Hambre y
Exaltación de la Familia, Asociación de Amigos del Museo Diocesano-, Centro
Miramar -exposición Primavera 82-, Hermandad de Santa María de la Victoria -en
la Sociedad Económica de Amigos del País, en el hotel Málaga Palacio- y por
último en la realizada el veinticinco de septiembre de 1988 en el Colegio de
Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Málaga.
En estas exposiciones mencionadas, compartía
cartel con pintores como Félix Revelló de Toro, Evaristo Guerra, Luis Bono,
Mari Pepa Estrada, María Victoria Mandly, Alberka, Díaz Rittwagen, Celia
Berrocal, Capulino Jauregui, Brinkman, Fernando Arcas, Mingorance, Juan Cerón,
Francisco Moreno Ortega, Alfonso de Ramón, Vargas Machuca, Martínez Borrego,
Rojano, Rodrigo Vivar y muchos más.
Se ha puesto esta serie de nombres, muchos
de ellos pintores consagrados, para que se vea que era Doña Isabel una pintora
de renombre, conocida y admirada en el mundo artístico malagueño, que participó
en numerosas exposiciones tanto en Málaga como en otras ciudades españolas,
tales como Madrid, La Línea de la Concepción, Marbella, Alicante, Murcia,
Córdoba, Algeciras, Jaén, Torrevieja…También participó en diversas colectivas
en ciudades de fuera de España, como Caracas, Puerto Cabello, Nueva York,
Namur,..
Y decimos todo esto para apoyar que, a mi
juicio, ha sido poco acertado haber omitido a la Sra. Dª. Isabel de Laguno
Zuzuarregui del libro del Sr. D. Julián Sesmero que hacíamos mención al
principio, queriendo con este trabajo rendir un homenaje a una pintora
malagueña de amplia trayectoria, con un estilo personal e inconfundible y que
con su arte y visión particular de la realidad ha llenado de rosas, retratos,
marengos, bosques, pájaros y demás paisajes y paisanaje las casa de muchas
familias españolas, incluyendo, como no podía ser de otra manera, las de sus
hermanos y sobrinos.
En la senectud la pintora, la mujer, se
dedicó serenamente y con una profunda vida espiritualidad -no en vano era
profundamente creyente y católica- desde su casa el paso del tiempo, dejando su
estela de persona sencilla, sensible y amante del arte y de las expresiones
amables de la Naturaleza, que tan bien supo elle plasmarlo en sus óleos,
dibujos y acuarelas.
Falleció cristianamente en su casa a las
catorce horas del 21 de octubre de 2014, siendo sus restos depositados en el
columbario de la parroquia de San Miguel de Miramar.
Añadir
que uno de sus cuadros forma parte de la
colección permanente del Museo Diocesano de Arte Sacro, de Málaga.
Tinta China 1
Tinta China 2
Flores de Málaga
IHPMalagueñas
Málaga - 2016
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